lunes, 4 de mayo de 2015

El 'Hespérides' regresa hoy a Cartagena tras seis meses en la Antártida


CARTAGENA.- El buque de investigación oceanográfica (BIO) Hespérides regresa hoy a su base en Cartagena, tras participar durante unos seis meses en la que ha sido su vigésima campaña de investigación en el Antártico.

El buque será recibido en el muelle Juan de Borbón del Arsenal de Cartagena por la secretaria general de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, María Luisa Poncela, y por el almirante de Acción Marítima, Salvador Delgado Moreno.
El Hespérides regresa así de una campaña que se inició el pasado 20 de octubre, y que ha estado marcada por la recuperación de la normalidad en su presupuesto (4 millones de euros por parte del Minsterio) y en su duración habitual, que se habían visto reducidos en años anteriores.
Nueve de esos proyectos estuvieron financiados por el Programa Estatal de Investigación, uno contó con fondos de la Unión Europea, tres están ligados a grupos de investigación de Bélgica, Japón y Alemania que utilizarán las bases y medios españoles, y dos más fueron grupos de científicos españoles que trabajaron en una base argentina y en un buque alemán.
Algunos de esos proyectos han consistido en dar continuidad a investigaciones que se han venido desarrollando durante años, como las observaciones geodésicas y geotérmicas y los seguimientos de la actividad volcánica de la zona para elaborar series históricas.
También han continuado el análisis y estudio del impacto ambiental de contaminantes orgánicos, o los registros continuos del campo magnético terrestre y del campo ionosférico durante el verano austral.
Otros de los proyectos de continuidad fueron las series de mediciones de la actividad sísmica en la Isla Decepción, el estudio de riesgos de introducción y expansión de especies invasoras en el ecosistema antártico, o el análisis de las comunidades microbianas de virus, bacterias, protozoos y algas en la zona.
Además, durante la campaña se han iniciado programas nuevos relacionados con el cambio climático y el calentamiento global del planeta, el retroceso glaciar y los factores de biodiversidad de la zona, o la investigación sobre la influencia del plancton marino en la creación de las nubes y su papel enfriante del planeta.
El Hespérides, al margen de estas labores científicas, ha abierto las bases españolas en la Antártida (Gabriel de Castilla y Juan Carlos I).
Desde su puesta al servicio de la Armada en 1991, el buque ha dado apoyo a 140 proyectos de investigación, 50 de ellos en la Antártida, por los que han pasado más de 800 científicos, y ha navegado más de 200.000 millas náuticas, lo que equivale a unas diez vueltas al mundo.

“Juego de Tronos” y la pelea Monedero – Pablo Iglesias / José Oneto

Este lunes, Podemos elige al sucesor de Juan Carlos Monedero, el número 3 de la organización que nació con el movimiento ciudadano del 15-M. El que salga elegido, sea el que sea, será admirador de esa serie de culto que se llama “Juego de Tronos” y que forma parte de las señas de identidad de quienes tienen el poder en la organización que lidera Pablo Iglesias. De todos, menos de quien la semana pasada decidió romper no la dirección, porque ha visto que muchos de los suyos han caído en los mismos males que han venido denunciando en esa casta que tanto han criticado y que llevan instalados en el Juego de Tronos del poder, desde hace casi cuarenta años.

“Juego de Tronos” es a la política lo que una película porno es al amor”. El juicio pertenece a Juan Carlos Monedero, el número tres e ideólogo de Podemos. Un juicio de ese tipo, completado con otro, complementario, de que lo verdaderamente importante es Eduardo Galeano, periodista, escritor y analista de izquierda recientemente fallecido, y no esa serie televisiva que se ha convertido en objeto de veneración y culto entre los dirigentes de Podemos, es un auténtico sacrilegio para ese pequeño grupo que maneja uno de los partidos que más han conmocionado la política española desde el inicio de la transición.

Un sacrilegio, una provocación, especialmente para Pablo Iglesias, hasta el punto que fue el regalo que el secretario general del partido, regaló al rey Felipe VI en la reunión que mantuvo recientemente con los europarlamentarios españoles en Bruselas. Dentro de Podemos “Juego de Tronos” es la Biblia, especialmente desde que se hiciese público que Pablo Iglesias había coordinado un libro sobre la citada serie televisiva que lleva por título “Ganar o morir. Lecciones políticas sobre Juego de Tronos”. 

Al líder de la nueva izquierda española, lo que le ha hechizado de ‘Juego de tronos’ es su trasfondo de lucha por el poder y su traslación al panorama actual. Es la lucha entre grandes familias -los Lannister, los Bargatheon, los Stark, los Targaryen… por el control del Trono de Hierro. Según Iglesias a través de la serie se puede entender a Max Webber, a Maquiavelo, a Gramsci…”. Y, sobre todo, “comprender lo que significa la responsabilidad del Estado y la legitimidad”.

En ese “Juego de Tronos”, que es la política diaria según la interpretación que de la serie norteamericana hacen los dirigentes máximos de Podemos, el que ha perdido, dentro del férreo grupo de dirección de Podemos (Iñigo Errejón, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Luis Alegre…), ha sido quien era el encargado de elaborar el programa electoral, el ideólogo, Juan Carlos Monedero, el más veterano de todos (53 años) y, probablemente, el mentor y profesor de todos ellos. Para Monedero” la política debe gestionar el conflicto. No debe generarlo ni vivir en él, sino entender que existe, visualizarlo y nombrarlo, pero para poder solventarlo. Si la política sólo fuera ese momento que aparece en Juego de Tronos, sería algo de enfermos”.

La caída de Juan Carlos Monedero, en permanente conflicto con el número dos del partido Iñigo Errejón, el responsable de las elecciones europeas del pasado año, el responsable de las municipales y autonómicas de mayo, el responsable de los posibles pactos que se puedan producir en el futuro, el responsable, también, de descafeinar el programa electoral en esa huida hacia la transversalidad en la que se han aparcado parte de lo que desde el principio fueron las señas de identidad del Movimiento, es un duro golpe para Podemos

Algo que puede producir muchos daños colaterales, en plena campaña electoral, y también, en pleno estallido de esa burbuja que ha situado al partido como la primera fuerza política del país, para colocarla, en estos momentos, en tercer o cuarto, partido, junto con PP, PSOE y Ciudadanos y, también, en pleno debate con un sector crítico que quiere volver a la frescura y a la pureza de lo que fue el 15-M.

Entre el conflicto con Errejón, por el que ha optado Iglesias, la falta de apoyos con la que cree no haber contado Monedero en su conflicto con Hacienda, y el rumbo que ha tomado Podemos, adaptándose a una nueva realidad para intentar llegar a los máximos colectivos posibles, la ruptura parecía inevitable… y, en efecto se ha producido. Es lo que llaman en el “Juego de Truenos”, ganar o morir.

Iglesias y Rivera, ‘dos pardillos’ / Pablo Sebastián

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez quieren que Albert Rivera y Pablo Iglesias se inmolen y les saquen las castañas del fuego con los pactos políticos a partir del 25 de mayo. Porque, al pactar con ‘la casta’, Iglesias y Rivera se inmolarán y perderán el discurso del cambio quedando contaminados de aquí a las elecciones generales de finales de año. Y los votantes se dirán: todos son iguales, solo les interesa el reparto del poder. Y como guinda de ese tentador pastel aparecerá la gran coalición PP-PSOE tras los comicios generales de fin de año.

PP y PSOE necesitan no escenificar, en ayuntamientos y comunidades, la danza nupcial de la ‘gran coalición’ de ambos partidos –el núcleo duro del Régimen-, que es el verdadero objetivo de Rajoy y Sánchez para después de las elecciones generales de fin de año. Y con el que sueñan los poderes fácticos de este país para reflotar el bipartidismo y liquidar a los nuevos de la política, como si fueran un pesadilla pasajera (Podemos) y un juego de niños (Ciudadanos).

La investidura de Susana Díaz en Andalucía es para todo esto un caso práctico y una trampa mortal para Iglesias y Rivera, lo que en opinión del verdadero poder son ‘dos pardillos’ a punto de morder la manzana podrida (por los gusanos de los ERE) que les ofrece Díaz con su voz silbante de serpiente: ‘soy y seré la presidenta de todos los andaluces, voy a luchar en contra de la corrupción y voy mejorar el sistema electoral, etc’. Todo ello mientras Chaves y Griñán permanecen sentados en sus escaños, y mientras Rajoy y Sánchez (o González, que es el que maneja los hilos del PSOE) se esconden tras los árboles que impiden a Rivera e Iglesias ver el peligroso bosque porque el que inocentemente se empiezan a adentrar.

La denuncia de ese plan secreto de la ‘gran coalición’ está en el origen de la bronca de Monedero con Iglesias en Podemos, una vez que tanto Iglesias como Errejón estaban a favor de colaborar en la investidura de Susana Díaz en Andalucía, incluso con Chaves y Griñan en sus escaños.

Porque la prematura ceguera de Iglesias, que le hizo creer que podía ganar las elecciones en España por encima del PSOE y del PP levantando votos de la izquierda, el centro y la derecha, lo emborrachó con la tentación del gran poder y olvidó que su sitio está en la izquierda y su batalla primordial es contra el primer partido de la izquierda: el PSOE. Batalla que, al día de hoy, no la tiene fácil entre otras cosas porque Monedero abrió una crisis política en Podemos de imprevisibles consecuencias en las urnas del 24-M.

Y Albert Rivera, debería tomar buena nota de todo esto y alejarse de todas las tentaciones de pactos con el PP y con el PSOE (‘Allá muevan/ feroz guerra/ ciegos reyes/ por un palmo/ mas de tierra/…’ cantaba el pirata), hasta que pasen las elecciones catalanas donde Ciudadanos figura como el segundo partido catalán según la última encuesta de La Vanguardia, y con vistas a las generales de fin de año, que marcarán la hora de la verdad.

Al margen de la estrategia política y electoral hay dos argumentos que los primeros responsables de Podemos y Ciudadanos no deberían despreciar: al PP y al PSOE les pueden salir nuevos casos de corrupción de aquí a finales de año; y PP y PSOE controlan y se reparte los medios de comunicación. Y si hay pactos de Iglesias y Rivera a izquierda y derecha luego no los podrán explicar a sus votantes, ni tendrán donde televisiones hacerlo y acabarán siendo señalados como los monaguillos de ‘la casta’ tradicional.

Si PP y PSOE defienden la estabilidad y la gobernabilidad que pacten entre ellos dos los gobiernos de ayuntamientos y comunidades porque seguro que concejales y escaños les van a sobrar. Y a buen seguro que piensan en ello, salvo que ‘los pardillos’ los salven de esa ‘obscena’ exhibición. Rajoy y Sánchez lo tienen muy sencillo: el PSOE se abstiene en Madrid para que Aguirre sea la alcaldesa y el PP en Andalucía para Díaz sea la presidenta. 

Y esa misma ceremonia la pueden repetir en Valencia y en Madrid, por más que luego ello tenga un coste político en las elecciones de fin de año. El coste que PP y PSOE les quieren endosar a Iglesias y a Rivera para que se inmolen ellos para salvar a ‘la casta’ y enterrar ‘el cambio’, a fin de que todo quede, más o menos, como está.