martes, 29 de diciembre de 2015

Primero Cataluña, luego el PSOE y después el PP / Pablo Sebastián *

Todo queda en suspenso y suspense hasta después de las campanadas de fin de año y una vez que la CUP destape el puchero donde acaban de hacer artes malabares para conseguir un empate imposible que debía de haber liquidado a Artur Mas, porque no hubo mayoría a su favor. Y que se ha convertido en la excusa para que los jefes de la CUP se pasen al lado oscuro del 3% de Convergencia y de los duros ajustes del último de los gobiernos de CiU.

Primero será, pues, la crisis catalana y la resolución de la incógnita de si hay presidente de la Generalitat -Artur Mas o Neus Monté- antes del día 10 de enero. O si al contrario se convocan unas nuevas elecciones autonómicas para el mes de marzo.

Y una vez levantado el velo catalán entraremos de lleno en la crisis del PSOE para ver si se convoca o no el Congreso del PSOE en febrero que es la fecha oficial. Y, llegado el caso, para comprobar si Pedro Sánchez sigue como líder o si finalmente desembarca Susana Díaz al frente del PSOE siguiendo el guión diseñado por Felipe González y la cúpula del poder económico a fin de lograr, con el tiempo y una caña y con o sin la presencia de Rajoy al frente del PP, la esperada por todos ellos ‘gran coalición’.

Es decir una vez aclarado el liderazgo del PSOE entraremos en la crisis del PP, partido que también debería convocar en febrero su Congreso que lleva ya más de seis meses de retraso. Y veremos si con Congreso -como lo pide Aznar ‘en abierto’- o sin el y ‘cerrado’ como lo pretende Rajoy, el líder supremo y actual presidente del gobierno en funciones, decide retirarse del liderazgo del PP. Algo muy difícil de imaginar en Mariano Rajoy.

Ahora bien si los mismos poderes fácticos que empujan a Sánchez se vuelcan contra Rajoy en ese caso Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Núñez Feijoo o Pablo Casado –como lo propone Aznar- podrían ser los candidatos a la sucesión de Rajoy. Y, a partir de ese momento, se vería si el nuevo líder del PP consigue pactar con la nueva lideresa del PSOE –Soraya y Susana son las preferidas del poder económico- camino de la ‘gran coalición’.

De momento habrá que esperar a ver que decide la CUP y después ya veremos lo que ocurre en el PSOE donde el Comité Federal le ha atado las manos a Pedro Sánchez para que no intente pactar con Podemos si previamente no retira su proyecto referéndum de autodeterminación en Cataluña, una rectificación que Iglesias no puede aceptar porque se la ha impuesto Ada Colau.

De manera que la negociación PP-PSOE para pactar ahora no existe. Y tampoco la posibilidad de un pacto Sánchez-Iglesias, por lo que habrá que esperar a que cambien los líderes del PSOE o del PP para ver si los nuevos dirigentes organizan la ‘gran coalición’, o si por el contrario van hacia unas elecciones generales anticipadas.

Y ¿qué pinta Ciudadanos en todo esto? Pues más bien nada porque sus 40 diputados no tienen capacidad para investir a nadie presidente del Gobierno. De manera que solo les queda esperar y rezar para que no se convoquen elecciones anticipadas porque a ellos probablemente no le serían muy favorables si, como se piensa, en ese caso los protagonistas serían Podemos y el PP.

O sea hay que esperar los acontecimientos que se van a suceder con más intensidad a partir de la festividad de los Reyes Magos –o ‘Magas’- cuando sepamos que ocurre en Cataluña y lo que puede pasar en el PSOE. Y algo más adelante veremos lo que ocurre en el PP. Mientras tanto el gobierno de Rajoy seguirá en funciones hasta que apruebe la investidura de un nuevo presidente del Gobierno.

¿Y el Rey? Pues cabe imaginar que el Rey Felipe VI empezará con sus consultas a los dirigentes políticos después de Epifanía. Ahora bien el monarca no deberá proponer la investidura de ningún candidato a la presidencia del Gobierno si no tiene la garantía de que logrará los apoyos necesarios para pasar la prueba y para gobernar. Y será solo cuando se produzca la primera votación de investidura cuando cuente el tiempo de dos meses para la convocatoria de nuevas elecciones si ninguno de los candidatos a presidente consigue ganar la votación. Lo que al día de hoy y visto el panorama tampoco se puede descartar.

(*) Periodista

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