miércoles, 30 de diciembre de 2015

Hagan algo, por favor / Ramón Cotarelo *

En ningún país de Europa podría este individuo presentarse a ningún cargo público. No teman, que no voy a aburrirlos con una relación de las mentiras, estafas, insolencias, estupideces y mangoneos del presidente de los sobresueldos. Está suficientemente probada. Hagan una prueba: vayan a Google y pongan "Rajoy sobresueldos": 126.000 entradas. Sigan y pongan "Rajoy ladrón": 728.000 entradas.

No, en ningun país de Europa podría un menda de esta jaez presentarse a cargo público alguno. Bueno, en uno sí: en España. Quizá por eso siga siendo razonable dudar de que España sea Europa. Aquí da igual todo. Se puede prostituir durante cuatro años desvergonzadamente la presidencia del gobierno y pretender luego que lo elijan a uno para otros cuatro años porque sí, incluso sin tener la mayoría necesaria para ello. Forma parte del temperamento autoritario, dictatorial, de esta derecha franquista que no considera preciso dar explicaciones ni prometer nada a cambio de lo que pide. 

Es más, ni siquiera lo pide. Quien siga las comparecencias de este pinta, verá que la altanería y la soberbia le salen por las orejas. El es el representante de la estirpe (aunque sea un perfecto zote) y le corresponde gobernar porque tiene una mayoría de votos y los demás partidos no pueden si no darle su apoyo porque son chusma. 

Si los otros partidos -incluido ese remedo de la Falange de Rivera- tienen un ápice de dignidad, este es el momento de hacer ver al amigo de Bárcenas, al compadre de Cospedal, al amparador de Ana Mato, al cuate de Camps, al beneficiado de Correa,  cuál es la diferencia entre la vieja y la nueva política. ¿No están todos, el PSOE, Podemos, C's, IU, comprometidos con la transparencia y la regeneración democrática frente a la podredumbre y la corrupción sistemáticas de la legislatura pepera?

Pues bien, la nueva política empieza por rechazar todos a una la sola posibilidad de que este pavo vuelva a ser presidente. Y dejárselo bien claro. Rajoy no puede gobernar con los votos de la izquierda ni tampoco con su abstención. Mientras este presunto corrupto, cobrador de sobresueldos de matute siga al frente del gobierno, la nueva política será una farsa.

La izquierda debe dejar de morderse las canillas y formar bloque cerrado: Rajoy, no. El país tiene derecho a olvidar estos cuatro años de pesadilla, gobernado por imbéciles, meapilas y franquistas. Tiene derecho a recuperar algo de la dignidad perdida a manos de este desvergonzado.

(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

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