MADRID.- El gobernador
del Banco de España, Luis Linde, ha marcado distancias con las urgencia de la
Comisión Europea y el BCE sobre la privatización de Bankia y BMN. En su
opinión, es lo único pendiente de un proceso que ya se dio por cerrado
hace un año, según revela hoy el prestigioso digital económico www.capitalmadrid.com
El
gobernador Luis María Linde no parece dispuesto a que desde Bruselas
y Francfort se le imponga un calendario estricto para algunas
cuestiones pendientes en la reestructuración del sector
financiero. Hace tan sólo unos días, la Comisión Europea (CE) y el
Banco Central Europeo (BCE) criticaron que no se hubiera avanzado en
los últimos meses en la privatización de Bankia y BMN, las dos
entidades nacionalizadas y en las que el Estado controla más del
60% de sus respectivos capitales.
Tras un repaso, en algunos puntos triunfalista, de cómo se ha reordenado el sector financiero español en los últimos años, el máximo responsable del Banco de España llega a la conclusión de que "el proceso de reestructuración del sistema bancario concluyó en enero de 2014" y que el remate casi final se produjo hace un año con las pruebas previas a la puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión.
"De todo este proceso queda pendiente sólo llevar a cabo la estrategia de salida y venta de las entidades participadas por el FROB", apostillaba un Luis María Linde muy alejado de las urgencias y premuras que llegan desde las autoridades comunitarias sobre la privatización de Bankia y BMN. "Hemos vivido tantos acontecimientos que parece que hace más tiempo, pero sólo ha pasado un año", añadía el gobernador en un encuentro con periodistas económicos de la APIE.
Las pretensiones tanto del FROB como del Ministerio de Economía era haber procedido a alguna nueva venta puntual de la participación estatal en Bankia, después de que la única desinversión se produjo a finales de febrero de 2018. Sin embargo, desde entonces se ha esgrimido las malas condiciones del mercado para no proceder a nuevas ventas y así poder recuperar el máximo de las ayudas públicas recibidas por los bancos con problemas para su saneamiento.
BMN no cotiza en bolsa y sus gestores habían planificado un salto al mercado, aunque sus planes se han paralizado por el momento. Su presidente, Carlos Egea, ya aparcó estos planes a un medio plazo, después de haber barajado su salida a bolsa para finales del actual ejercicio. La justificación, las turbulencias del mercado.
En algunos círculos se ha esgrimido durante todo este tiempo que no se produciría desinversión alguna más en Bankia hasta que se celebren las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Otros, en cambio, consideran que los distintos litigios judiciales han paralizado cualquier operación.
De hecho, la participación estatal mediante BFA, la matriz de Bankia, se ha elevado hasta el 64,1% a primeros de diciembre por las sentencias en contra por la comercialización de preferentes. Esa posición era poco más del 62% hace un año, con casi 300 millones de acciones menos en manos del Estado.
Tras un repaso, en algunos puntos triunfalista, de cómo se ha reordenado el sector financiero español en los últimos años, el máximo responsable del Banco de España llega a la conclusión de que "el proceso de reestructuración del sistema bancario concluyó en enero de 2014" y que el remate casi final se produjo hace un año con las pruebas previas a la puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión.
"De todo este proceso queda pendiente sólo llevar a cabo la estrategia de salida y venta de las entidades participadas por el FROB", apostillaba un Luis María Linde muy alejado de las urgencias y premuras que llegan desde las autoridades comunitarias sobre la privatización de Bankia y BMN. "Hemos vivido tantos acontecimientos que parece que hace más tiempo, pero sólo ha pasado un año", añadía el gobernador en un encuentro con periodistas económicos de la APIE.
Las pretensiones tanto del FROB como del Ministerio de Economía era haber procedido a alguna nueva venta puntual de la participación estatal en Bankia, después de que la única desinversión se produjo a finales de febrero de 2018. Sin embargo, desde entonces se ha esgrimido las malas condiciones del mercado para no proceder a nuevas ventas y así poder recuperar el máximo de las ayudas públicas recibidas por los bancos con problemas para su saneamiento.
BMN no cotiza en bolsa y sus gestores habían planificado un salto al mercado, aunque sus planes se han paralizado por el momento. Su presidente, Carlos Egea, ya aparcó estos planes a un medio plazo, después de haber barajado su salida a bolsa para finales del actual ejercicio. La justificación, las turbulencias del mercado.
En algunos círculos se ha esgrimido durante todo este tiempo que no se produciría desinversión alguna más en Bankia hasta que se celebren las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Otros, en cambio, consideran que los distintos litigios judiciales han paralizado cualquier operación.
De hecho, la participación estatal mediante BFA, la matriz de Bankia, se ha elevado hasta el 64,1% a primeros de diciembre por las sentencias en contra por la comercialización de preferentes. Esa posición era poco más del 62% hace un año, con casi 300 millones de acciones menos en manos del Estado.
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