miércoles, 30 de diciembre de 2015

La 'solución Monti' / José Hervás *

El inicio del segundo acto de la obra de teatro político, que se ha iniciado con el proceso para negociar un gobierno tras el primer acto, que dejó imposible la formación de un gobierno conocidos los resultados de las votaciones del pasado 20-D, no hace vislumbrar otra salida que no sea la de una nueva convocatoria de elecciones generales o la elección de un presidente del Gobierno ajeno a los actuales dirigentes políticos presentes en el Congreso de los Diputados, conocida como la ‘solución Monti’.

El PP sin la abs­ten­ción del PSOE no podrá ob­tener la ma­yoría de vo­tos, pero las con­di­ciones que le im­pone el Comité Federal a Sánchez hacen im­po­sible que pueda go­bernar sin quienes exigen la in­de­pen­dencia en sus co­mu­ni­da­des. Inicialmente Cataluña y el País Vasco.

La sa­lida que gana más op­ciones es la ‘solución Monti’, para la que ya se habla de media do­cena de can­di­da­tos, so­lu­ción que sería la pro­mo­vida por una parte de las em­presas del Ibex y de in­ver­sores y lí­deres in­ter­na­cio­nales que con­si­deran un riesgo para la eco­nomía y para los equi­li­brios in­ter­na­cio­nales que España no logre formar un go­bierno es­table con las fuerzas po­lí­ticas tra­di­cio­na­les.

De otra forma, será im­po­sible la for­ma­ción del go­bierno en las ac­tuales cir­cuns­tan­cias porque las dos fuerzas par­la­men­ta­rias con mayor nú­mero de dipu­tados ponen con­di­ciones inasu­mi­bles. El pre­si­dente del Partido Popular, y pre­si­dente en fun­ciones del Gobierno, Mariano Rajoy, pro­pone formar un go­bierno de am­plio es­pecto, “que pueda go­ber­nar, ge­nere con­fianza dentro y fuera de España y pro­por­cione es­ta­bi­lidad y cer­ti­dum­bre". Y añade que “esta so­lu­ción sería muy po­si­tiva para hacer por am­plios con­sensos las re­formas que ne­ce­sita España". Suena muy bien pero la ne­ga­tiva del lado so­cia­lista en este mo­mento es to­tal.

El PSOE, a través de su nú­mero dos del par­tido, el se­cre­tario de or­ga­ni­za­ción, César Luena, res­ponde a esta pro­puesta de forma muy clara para que no haya du­das: "somos bas­tante cla­ros. El no del PSOE es un no a Rajoy y al PP. Votaremos que no por el bien de España". Fue el mismo ar­gu­mento que es­gri­mieron du­rante las ne­go­cia­ciones para la for­ma­ción de los go­biernos au­to­nó­micos y lo­ca­les.

Pues si votan que no, de acuerdo con el man­dato que les ha dado el Comité Federal a los miem­bros de la di­rec­ción del par­tido para que ne­go­cien un acuerdo, tam­poco será po­sible formar Gobierno.

Y no lo será porque en el caso de que el PP no logre la ma­yoría de votos emi­tidos a su favor y aunque como ha ase­gu­rado Luena, los so­cia­listas in­tenten con­se­guirlo, las di­rec­trices mar­cadas de la re­so­lu­ción apro­bada el lu­nes, por el Comité Federal del PSOE, son muy cla­ras. Se ‘habilita’ a Sánchez a ne­go­ciar con Podemos y otros par­tidos siempre que re­nun­cien a de­fender el de­recho de au­to­de­ter­mi­na­ción.

Aunque Podemos re­nun­ciara a con­vocar el re­fe­rendo que a día de hoy no pa­rece sen­cillo lo­garlo, no po­dría re­cibir el apoyo ne­ce­sario para sumar los votos su­fi­cientes de los demás par­tidos que no solo de­fienden el de­recho de au­to­de­ter­mi­na­ción, sino que lo llevan en su ADN iden­ti­tario y lo han pro­cla­mado en una de­cla­ra­ción en el Parlamento Catalán. Es el caso de los re­pu­bli­canos de ERC y los dipu­tados de Democràcia i Llibertat, el nuevo par­tido del pre­si­dente en fun­ciones de la ge­ne­ra­li­tat, Artur Mas.

Así se abre una po­si­bi­lidad más clara para los par­ti­da­rios de una so­lu­ción a la ita­liana, la elec­ción de un téc­nico que in­tro­duzca las re­formas ne­ce­sa­rias y con­sen­suadas a la Constitución y pa­sado un tiempo volver a con­vocar elec­cio­nes.

Aunque la so­lu­ción se ve como viable entre ana­listas e in­ver­so­res, pro­duce ur­ti­caria casi ge­ne­ra­li­zada en los par­tidos po­lí­ti­cos. Unos porque ten­drían que dejar el po­der. Y en el caso del PP, po­dría su­poner una doble pér­dida de po­der, pues si Mariano Rajoy no sa­liera ele­gido pre­si­dente del Gobierno di­fí­cil­mente po­dría optar a la pre­si­dencia de su par­tido en un nuevo con­greso.

“Su tiempo se ha aca­bado” con­si­deran al­gunos de los di­ri­gentes del par­tido que se atreven a ma­ni­festar su opi­nión siempre que sea off the re­cord. Tiempo que se ha­bría aca­bado para otras de las per­sonas des­ta­cadas del Gobierno y del par­tido. Las cuatro úl­timas elec­cio­nes, eu­ro­peas, au­to­nó­mi­cas, lo­cales y ge­ne­rales se han lo­grado más que amargas vic­to­rias.

Y desde los par­tidos de iz­quierdas tam­poco se ve bien la so­lu­ción Monti, porque como al­gunos re­cuer­dan, el ex mi­nistro de Economía ita­liano fue ele­gido pre­si­dente jus­ta­mente para aplicar en Italia las re­formas y las me­didas de aus­te­ridad exi­gidas por la UE que nadie quería llevar a cabo y que la iz­quierda cri­tica de España.

No puede ser más alta la ten­sión de este se­gundo acto para formar Gobierno ante un pa­no­rama tan in­cierto.

(*) Periodista

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