Cuentan que las casas de apuestas inglesas, vistos los resultados
electorales del 20D, han abierto un panel de cotización de los
candidatos a la investidura para formar gobierno en España. También se
puede apostar al “ballotage” español: nuevas elecciones en el mes de
mayo de 2016.
A partir de un análisis aritmético y teniendo en cuenta los
antecedentes más o menos próximos, la valoración de la siguientes
opciones sería la siguiente.
Investidura de Mariano Rajoy. La única opción posible es su
investidura en la segunda votación por mayoría simple, lo que exige la
abstención de más de dos grupos parlamentarios.
Descartados Podemos, IU, Bildu, Democracia y Libertad y ERC, la suma
de los demás partidos- bajo el supuesto hipotético del apoyo de
Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria- no es suficiente aritméticamente y
exige el concurso del PSOE mediante su abstención.
Hoy por hoy esta opción es posible, pero muy poco probable y estaría en una cotización de 10 a 1.
Nuevas elecciones en el mes de mayo convocadas por el Jefe del Estado
transcurridos dos meses desde la constitución de las Cámaras el 13 de
enero sin que ningún candidato obtenga la investidura.
Esta opción que dejaba en manos de los ciudadanos lo que hoy definen
como empoderamiento para designar al Presidente del Gobierno, solo es
querida por el PP y Podemos, por intereses distintos pero concurrentes:
definir su hegemonía en su respectivo espacio electoral a costa de sus
competidores.
En contra de esta opción están el PSOE y Ciudadanos, ya que la
previsión es un retroceso electoral en las segundas elecciones de ambos
partidos a favor del PP y de Podemos. En el caso de los socialistas
además el liderazgo de Pedro Sánchez estaría cuestionado y se podría
incluso plantear por algunas organizaciones unas primarias urgentes para
la designación del candidato.
Por todo ello para esta opción daríamos una cotización de 12 a 1.
Gobierno de gran coalición PP y PSOE con un o una independiente como
Presidente/a, apoyado también por Albert Rivera. La operación Monti que
rápidamente ha rastreado el olfato del sagaz Marcello, un elegante jack
russell.
Esta gran coalición que ha sido demandada durante los momentos más
duros de la crisis desde distintos sectores, la solución “alemana”,
tendría numerosos apoyos nacionales e internacionales y los objetivos
prioritarios de consolidar la recuperación, todavía muy vulnerable,
abrir un dialogo con Cataluña con la finalidad de detener la deriva
secesionista – dialogo en el que la transición al cupo fiscal catalán
abriría la agenda- y reparar los estragos de la crisis en los colectivos
más afectados. En la misma agenda, se incluiría impulsar la
modernización y el desarrollo tecnológico del país en los sectores
dinámicos como motor de impulso de la competitividad exterior de nuestra
economía.
La mayor dificultad de esta opción que tendría en contra a los
defensores de la plurinacionalidad –envoltorio de camuflaje del derecho
de autodeterminación- está en encontrar el hombre o mujer de consenso,
aunque voy a dar algunas iniciales: C.G.,P.I.,M.R. También esta opción
debe vencer la resistencia de Pedro Sánchez y la actual dirección de
Ferraz que piensan con una visión cortoplacista que esta solución les
haría perder el control interno del partido.
Reconducir el acuerdo exigiría un golpe de mano en el Comité Federal
patrocinado por los sénior, si la dirección de Pedro Sánchez se
atrinchera y la inestabilidad enciende las señales de alarma.
La cotización de esta apuesta estaría en 5 a 1, en el momento de
apertura y su evolución depende de cómo cotizan las restantes y de los
acontecimientos en estos dos meses.
Finalmente, como cuarta opción, un Gobierno presidido por Pedro
Sánchez, con un pacto de investidura de mínimos suscrito con Ciudadanos
que incluso podría incorporar algún independiente próximo al Consejo de
Ministros -por qué no Conthe que fue presidente de la CNMV con el PSOE o
Luis Garicano que tiene experiencia internacional-.
En su investidura Pedro Sánchez contaría con la abstención de
Podemos, del PNV y de los ex convergentes, bajo la premisa de abrir una
ponencia de reforma constitucional a la que tendría que incorporarse
ineludiblemente el PP para no quedarse fuera de juego.
Esta fórmula beneficia a mas jugadores -Teoría del juego- y por tanto
es la que presenta más probabilidades. Al PSOE y a Pedro Sánchez
obviamente le favorece, ya que le consolida y le integra en el eje Renzi
y Hollande durante el tiempo que le quede.
A Ciudadanos y a Albert Rivera que aportan moderación al Gobierno,
suman mas diputados que el PP, 130 frente a 123 y bajan el exceso de
grados de Podemos que se abstendría en la votación de investidura.
Podemos se quedaría conformando la oposición de izquierdas en el
Congreso, deglutida por méritos propios IU. E incluso a los secesionistas
les abre una ventana de dialogo que les permite, especialmente a Mas,
aliviar la mano en el cuello que le aprieta de la CUP.
El pago de esta apuesta estaría en la apertura 3 a 1 y bajando.
Advertencia: Las distintas hipótesis son el resultado de un análisis
que valora parámetros objetivos y no se corresponde con las preferencias
propias.
Su único objetivo es que si no le ha tocado la lotería de navidad
tenga otra oportunidad. En todo caso, no nos hacemos responsables.
(*) Registrador de la Propiedad vinculado al PP
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