lunes, 14 de diciembre de 2015

“Cara a Cara”, bajo el síndrome de Kabul y del 11-M / José Oneto *

Con el “Cara a Cara”, entre el Presidente del Gobierno y el líder de la oposición, que se celebra este lunes organizado por la Academia de Televisión en la Ciudad de la Imagen, se inicia la recta final de la campaña electoral de los comicios del próximo domingo 20 de diciembre, en los que se prevé un auténtico vuelco político con distintas posibilidades de gobierno: un gobierno PP-Ciudadanos, un gobierno antiPP formado por PSOE y Ciudadanos apoyado por Podemos y, por último, y el menos probable, un posible gobierno de Ciudadanos y PSOE, que no tenga mayoría suficiente pero que coyunturalmente apoye Podemos absteniéndose.

Con este panorama y con la dura resaca del fin de semana, provocada por el ataque el viernes, en el aniversario de los atentados de París, de los talibanes a la embajada española en Kabul, que duró doce horas, en el que se emplearon todo tipo de armamentos y explosivos y en los que, al final, dos policías de la UIP (Unidad de Intervención Policial) de la Policía Nacional, murieron en combate abierto con los terroristas. Aparte hubo numerosos heridos y otros nueve muertos entre civiles y policías afganos. Aunque el atentado ha provocado una subida de la tensión ambiental, durante todo el fin de semana, porque dentro del PP, temían que estuviésemos ante otro 11-M en el que, debido a la pésima gestión de la crisis, por parte del Gobierno de Aznar, Rajoy perdió las elecciones de 2004, frente a Rodríguez Zapatero, la serie de errores cometidos por el Gobierno, por falta de información y de coordinación, fue corregida con la convocatoria del Pacto antiyihadista y, el compromiso de todos de no utilizar al atentado con fines electorales.

Por otra parte, los desgarradores mensajes de Whatsapp de los policías españoles sitiados en el búnker de las dependencia oficiales españolas y liberados por fuerzas norteamericanas y noruegas, después de una labor de limpieza que terminó a las seis y media de la mañana del domingo, añadían un punto de dramatismo a una situación que amenazaba con irse de las manos del Gobierno. A la espera de un informe completo de lo sucedido en Kabul, de las condiciones de seguridad de las dependencias españolas, situadas fuera de la zona verde, y de todos los detalles, en este caso, “el atentado contra España”, según la definición encontrada por el Gobierno, no va a ser utilizado electoralmente, si bien los nervios en el PP, están a flor de pie ante este tema. Un tema que por la actividad del terrorismo yihadista, especialmente del Isis, Estado Islámico, ha estado presente desde el inicio de la campaña electoral.

Sobrevolará sobre el “Cara a Cara” de este lunes, pero no parece que vaya a enturbiar un debate que, en cierto modo, viene a reforzar el bipartidismo, aunque desde las televisiones, participarán, indirectamente, en los debates, los representantes de los dos partidos emergentes: Albert Rivera y Pablo Iglesias, decisivos los dos a partir del día 21. El Objetivo de Rajoy es, en estos momentos, que se produzca un “efecto Cameron”, como el que se produjo en Inglaterra cuando todos los sondeos daban por perdido al líder conservador, y que al final, los resultados desmientan algunas encuestas, no para ganar con una mayoría suficiente, sino para quedar por encima de esos 129 escaños que le dan los estudios más solventes.

Para Sánchez, convertido en el objetivo a batir, desde el centro derecha como desde la izquierda, es decir desde Ciudadanos y Podemos, el objetivo es que quede claro que es la segunda fuerza política, que él es el líder de la oposición y que su techo supera los 93 diputados que le conceden otros estudios que, destacan que parte de un suelo de solo 110 diputados, frente al PP que parte de una mayoría absoluta de 176 diputados. El tono, la seguridad, la coherencia, la actitud ante el contrario, van a marcar la diferencia entre los dos, y van a influir decisivamente para decidir quién es el ganador de un debate que puede contribuir bastante para despejar muchas de las dudas de los numerosos indecisos que todavía están registrando los encuestadores.

(*) Periodista

No hay comentarios: