jueves, 24 de diciembre de 2015

Sí se puede (fum, fum, fum) / Rubén Juan Serna *

 Es tiempo de paz y fraternidad, de olvidar rencores y afrentas, y de hacer buenos propósitos de cara a un año que empieza. Ha sido a la Glorieta donde prematuramente han llegado los reyes, los pastores y los villancicos más empalagosos y almibarados, incluida la canción del Almendro para todos llorar con aquel «vuelve a casa vuelve» con el que mi madre se derrumbaba cada año recordando a su hija recién germanizada.

¿Y cómo ha podido ser todo esto? Pues porque la batalla de las batallas, la votación de las votaciones municipales, esto es, los presupuestos, han sido aprobados por un Gobierno popular en minoría con el apoyo, agárrense, del Grupo Socialista (aunque se disputen ahora la autoría de los mismos). El apoyo a los presupuestos hubiera sido impensable en pasadas legislaturas, con las mayorías camaristas, y conociendo la beligerancia leal de Pedro López (PSOE), pero es cierto que la coyuntura actual requiere de una responsabilidad que va más allá del 'no por el no', y el PSOE apostó ayer por esa responsabilidad, aunque ese gesto le supusiera (y le supondrá) que le caigan por todos lados. Esta postura valiente del PSOE tiene demasiadas lecturas, algunas más certeras que otras, dada la propia incertidumbre con la que el PSOE se está moviendo, y se moverá, tras los resultados del 20D.

En primer lugar, con este gesto, pese a una disimulada crítica, el PSOE disipó ayer en el salón de plenos las dudas sobre una posible moción de censura a cuatro bandas, pero impulsada por Gómez (C's), que diera con Ballesta (PP) y su equipo en los recién estrenados despachos de la oposición. El PSOE no la apoyaría y en principio, por tanto, no la habría. Es cierto que Ciudadanos apoyó la elección de Ballesta como alcalde y tenía el control, pero es desde ahora el PSOE el que más sostiene al equipo popular, relegando a la formación naranja a un papel secundario.

En segundo lugar, Gras (PSOE) y su equipo renuncian de este modo a liderar la oposición en el plano de la política-espectáculo, pues ejercen el papel imprescindible para que el PP pueda llevar a cabo todas sus políticas y poner en marcha los proyectos correspondientes. Me consta que las negociaciones no han sido fáciles, y que exigencias ha habido, pero eso queda en el despacho oportuno y no sale por la chimenea cual fumata papal, de modo que a la sociedad le queda la sensación de que la lucha frontal a la políticass populares en Murcia queda en manos de otros. Precisamente del resto de grupos (Ahora Murcia, Cambiemos Murcia, y C's), que sí presentaron propuestas políticas en el Pleno, a diferencia del PSOE, que no presentó ninguna, algo inusual en los plenos, y extraño teniendo en cuenta que han dispuesto de un mes desde la última sesión.

Y, en tercer lugar, aclara escenarios para una posible investidura, no de Rajoy, pero sí de otro candidat@ con la abstención de Pedro Sánchez, no porque lo ocurrido en el palacio ribereño tenga su efecto en Ferraz, sino porque demuestra que «sí se puede». Cuando dos se ponen de acuerdo, y para más inri se tiene detrás a unos señores que mandan mucho, y conforman el Ibex 35, está claro que papá y mamá tendrán que convivir un tiempo, aunque a alguno se le escapara algún exceso en el debate. Pero todo se olvida, que en Nochebuena todos los agravios se condonan.

(*) Político y periodista

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