Los partidos, dice El País,
cierran la campaña sin hablar de pactos. Naturalmente; con los
vaticinios de las encuestas que ponen a los cuatro mayores entre el 15 y
el 25% a cada uno y más de un 30% de indecisos nadie puede saber qué
representación tendrá, qué porcentaje de votos y escaños y, en
consecuencia, aventurar posibles coaliciones sería imprudente. Bueno, se
dirá, pero las coaliciones no solo se miden en porcentajes sino también
en proximidades y lejanías ideológicas. Eso se dice pero no sé si se
hace. Verdad es que las pocas referencias a los posibles pactos han
invocado siempre razones políticas.
Tanto el PP como el PSOE rechazan de plano una gran coalición, al estilo de algunos países europeos, singularmente Alemania y Austria. Lo hacen escandalizados, como si se les mentara la bicha, de forma poco convincente. En Europa los partidos socialdemócratas pueden gobernar con las democracias cristianas. El problema, quizá, sea que el PP no es demócrata cristiano sino un partido de derecha extrema. Las otras cuestiones, como que también sea un partido corrupto son determinaciones muy españolas y que explican algo la vehemencia del rechazo a la gran coalición.
Tanto el PP como el PSOE rechazan de plano una gran coalición, al estilo de algunos países europeos, singularmente Alemania y Austria. Lo hacen escandalizados, como si se les mentara la bicha, de forma poco convincente. En Europa los partidos socialdemócratas pueden gobernar con las democracias cristianas. El problema, quizá, sea que el PP no es demócrata cristiano sino un partido de derecha extrema. Las otras cuestiones, como que también sea un partido corrupto son determinaciones muy españolas y que explican algo la vehemencia del rechazo a la gran coalición.
A
su vez C's ha dado un giro notable, disponiéndose a permitir el
gobierno del PP en función de la idea de que gobierne el partido más
votado, la peregrina ocurrencia de Rajoy. Ya hemos señalado en otra
ocasión que, mientras la Constitución española incluya la moción de
censura constructiva, la lista más votada solo podrá gobernar si la
otras fuerzas parlamentarias se comprometen a no recurrir a ese
instituto, una situación tan absurda que en efecto solo puede habérsele
ocurrido al de los sobresueldos.
Los
últimos sondeos indicaban una estabilidad del PP y un paulatino
descenso de C's lo cual se decía, preocupaba al PP que veía un posible
gobierno de coalición de izquierda, especie de temible soviet
bolchevique. Sí, el descenso de C's era visible en los últimos tiempos, a
medida que se conocían los aspectos más oscuros del nuevo partido en
cuanto a financiación, orígenes y organización y, sobre todo, a medida
que se afirmaba la remontada de Podemos. Se confirma así la
interconexión del electorado del uno y el otro. Bajar Podemos y subir
C's equivale al hecho de que, cuando Podemos sube, C's baja. Sus
votantes son intercambiables. Quizá por eso diga Rivera que se abstendrá
con posibles gobiernos PP o PSOE pero será beligerante en contra de uno
de Podemos.
Cabe
decir que la derecha va a la baja, mientras la izquierda va al alza.
Casi parece como si la única opción real de gobierno de la derecha fuera
una coalición tripartita nacional de PP, PSOE y C's
para defender a España frente al independentismo catalán. Los
socialistas, muy indignados, la consideran de todo punto imposible,
pero, llegado el momento de invocar la salvación de la patria y la
unidad de España, a las que tan sensibles son las tres fuerzas, sería
cosa de ver si se mantendrían en la negativa.
La
izquierda está al alza. Evidente en el caso de Podemos. Las elecciones
catalanas del 27 de septiembre -que hoy parecen tan lejanas como la
batalla del Ebro- marcaron el punto más bajo de la popularidad del
partido morado y lo que impulsó a su líder a encabezar la remontada, que
parece haberse producido. La dirección emplea ya una retórica de ciclo e
Iglesias asegura estar listo para liderar una "nueva transición en nuestro país". Varias veces hemos señalado la afición de Podemos al plagio y en esta ocasión no defraudan. Eso de la otra transición es lo mismo que la segunda transición
de Aznar.
Pareciera haber una diferencia en el hecho de que Iglesias parte de cuestionar y rechazar la transición de 1978 mientras que Aznar la venera y la pone de ejemplo. Pero eso es solo aparentemente. En la intimidad Aznar abominó en su día de la transición y abomina hoy, al igual que los de los círculos. La contracara de la retórica es la capacidad real de movilización de Podemos. En las redes es muy alta porque sus partidarios están en las edades de usuarios habituales de internet. En la asistencia a mítines y actos colectivos, también. Pero eso no se traduce después en votos al mismo nivel. La participación en las elecciones internas es bajísima y el porcentaje de voto real en las otras tres elecciones habidas este año tampoco pasa de moderado tirando a bajo. El PP maneja sondeos que los sitúan los segundos en intención de voto. En intención. Veremos mañana.
Pareciera haber una diferencia en el hecho de que Iglesias parte de cuestionar y rechazar la transición de 1978 mientras que Aznar la venera y la pone de ejemplo. Pero eso es solo aparentemente. En la intimidad Aznar abominó en su día de la transición y abomina hoy, al igual que los de los círculos. La contracara de la retórica es la capacidad real de movilización de Podemos. En las redes es muy alta porque sus partidarios están en las edades de usuarios habituales de internet. En la asistencia a mítines y actos colectivos, también. Pero eso no se traduce después en votos al mismo nivel. La participación en las elecciones internas es bajísima y el porcentaje de voto real en las otras tres elecciones habidas este año tampoco pasa de moderado tirando a bajo. El PP maneja sondeos que los sitúan los segundos en intención de voto. En intención. Veremos mañana.
La
otra izquierda al alza es IU. Ha tenido muy poco tiempo y se ha visto
sistemáticamente preterida, olvidada, ninguneada cuando no directamente
censurada y, sin embargo, ha ido estimulando los decaídos ánimos del
viejo PCE y su disfraz de IU. A mi entender ello se debe al mutis por el
foro que ha hecho Anguita y la revelación de una candidato con
verdadero peso, categoría y capacidad, como Garzón. A pesar de los
obstáculos, la campaña de Garzón ha movilizado mucho voto desencantado,
aburrido, abstencionista de IU (también hay abstencionistas por hastío
en la izquierda) y, poco a poco, ha ido haciéndose visible una opción
electoral que las otras fuerzas habían condenado al ostracismo y que
puede dar algún juego en el próximo parlamento.
Con razón Podemos insistió en quedarse con el joven economista pero rechazando la coalición de cenizos de IU. Muchos miembros de esta federación se pasaron a Podemos en peripecias puramente personales. ¿Por qué no Garzón, pieza codiciada? Porque es hombre de palabra y debió de pensar como lo hizo hace muchos años el socialista norteamericano Eugene Debs: quiero ascender con las filas de los míos, no desde ellas. Y la gente está respondiéndole, le llena los aforos.
Con razón Podemos insistió en quedarse con el joven economista pero rechazando la coalición de cenizos de IU. Muchos miembros de esta federación se pasaron a Podemos en peripecias puramente personales. ¿Por qué no Garzón, pieza codiciada? Porque es hombre de palabra y debió de pensar como lo hizo hace muchos años el socialista norteamericano Eugene Debs: quiero ascender con las filas de los míos, no desde ellas. Y la gente está respondiéndole, le llena los aforos.
Entre
Podemos e IU ni soñando se compone gobierno. Habrá que echar mano del
PSOE. Todos los sondeos venían últimamente señalando descenso de este,
pero estaban hechos antes del debate de la Sexta en que Sánchez llamó
indecente al presidente de los sobresueldos delante de nueve millones
ochocientos mil españoles. Para mí, eso aumentará el voto socialista,
conjuntamente con que Sánchez hable de un "tridente" (que es pieza
normalmente más grande que una "pinza") en contra del PSOE.
Esta presunta tendencia al alza de los socialistas (que movilizarán el voto remiso y hasta el oculto) se ampara asimismo en el hecho de que es el único partido sobre el que puede pivotar cualquier forma de coalición. Solo el PSOE puede entrar en todos los pactos. Por supuesto, al margen de lo que cada uno pensemos que debiera ser el pacto mejor. Por ejemplo, Palinuro reitera que su opción es un tripartito de la izquierda en la mejor forma que pueda conseguirse, pero no ignora las voces socialistas partidarias de un entendimiento con las derechas a nada que las circunstancias lo justifiquen.
Esta presunta tendencia al alza de los socialistas (que movilizarán el voto remiso y hasta el oculto) se ampara asimismo en el hecho de que es el único partido sobre el que puede pivotar cualquier forma de coalición. Solo el PSOE puede entrar en todos los pactos. Por supuesto, al margen de lo que cada uno pensemos que debiera ser el pacto mejor. Por ejemplo, Palinuro reitera que su opción es un tripartito de la izquierda en la mejor forma que pueda conseguirse, pero no ignora las voces socialistas partidarias de un entendimiento con las derechas a nada que las circunstancias lo justifiquen.
Lo
esencial aquí es que el PSOE es presencia obligada a todas las
coaliciones porque los demás partidos no tienen capacidad para forjar
una sola en ausencia de los socialistas. Una alianza de la derecha (PP y
C's) no alcanza el apoyo suficiente y el añadido de Podemos es
impensable. Impensable no quiere decir que sea imposible pues en
política es posible hasta lo impensable, pero mucha probabilidad no
tiene. IU, a su vez, no entra en consideración salvo en la posible
alianza de la izquierda. Si esto es algo suficiente para dar al PSOE la
mayoría mañana se verá en su momento. Pero sí debiera ser suficiente
para esperar del PSOE una aclaración sobre si estaría dispuesto a
entrar en una coalición de gobierno sin tener la presidencia. Eso mismo
también debiera preguntarse a Podemos. El país necesita un gobierno de
izquierda sin narcisismos.
Cataluña
En
cuanto a las generales en Cataluña. todos los partidos catalanes que
son sucursales de los españoles tienen clarísimo a) que irán a votar; b)
que votarán por sí mismos, las diversas formas del unionismo, incluida
la fórmula del referéndum que proponen los de En Comú-Podem porque, al
margen de otras consideraciones sobre su autenticidad, no
podrán conseguirlo del gobierno español.
Son
los partidos del bloque independentista los que albergan más o menos
intensos debates sobre la conveniencia de votar en las generales. Para
muchos indepes, votar en unas elecciones españolas carece de sentido
porque es votar en las elecciones de un país vecino. Es respetable el
punto de vista e indica un independentismo genuino, pero no muy
acertado. Los indepes deben votar en las elecciones españolas
precisamente porque España no es un país vecino ya que, si lo fuera, no
podrían votar en absoluto quisieran o no, como no pueden votar en
Francia. Y, para conseguir que España sea tan vecina como Francia, es
necesario de momento votar en sus elecciones.
La
CUP no se presenta a las elecciones de mañana y pide la abstención. Esa
abstención alimentará las posibilidades de los demás candidatos... por
igual, de los unionistas y de los independentistas y eso no parece
lógico procedente de una organización que es independentista y, no
queriendo hacer política, tiene otras opciones independentistas por las
que votar.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
No hay comentarios:
Publicar un comentario