El todavía ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dago un giro
copernicano en su actitud frente al Banco de España, e incluso frente
a la Comisión Europea. Si hasta ahora Guindos había mantenido una
actitud tensa, en ocasiones impositiva, en sus relaciones con el
supervisor, en sus últimas declaraciones ha dado un cambio
copernicano.
Lo mismo se puede decir de su respuesta al último informe del BCE y La
Comisión Europea de supervisión del sistema financiero español. Pese a
las advertencias que han hecho a España de forma conjunta sobre
algunos incumplimientos parciales de los objetivos fijados en la
agenda del memorando de entendimiento, el titular de Economía ve muy
positivo el informe.
En un encuentro con varias agencias de comunicación, De Guindos
manifestaba que veía lógico que las entidades financieras españolas
apostaran por fusiones transfronterizas con otros bancos de la Unión
Europea.
Le parece lógico dado que todas las entidades tienen un supervisor
único, el BCE, que además en breve contarán con un mecanismo único de
resolución y con posterioridad se instaurará un fondo único de
resolución. Este fondo, para el que el último Ecofín ha dado otro paso
adelante, no estará plenamente vigente hasta el 2023.
De Guindos hacía estas afirmaciones poco después de que el Gobernador
del Banco de España manifestara que la banca española, e incluso la
europea, no puede sobrevivir en las actuales condiciones actuales sin
un proceso de fusiones.
Con un rentabilidad del 5 %, próximo al nivel de costes del sector,
este necesita consolidar el proceso de concentraciones. Linde propone
además reducir más la considerada amplia red de sucursales,
profundizar en la innovación tecnológica y en la transformación
digital.
Frente a las discrepancias que ha mantenido en otras ocasiones el
ministro con los responsables del Banco de España, Guindos se ha
limitado en esta ocasión a señalar que el Banco de España es independiente del Gobierno y puede dar los consejos que estime
oportuno.
Esta actitud es percibida por consejeros del Banco de España de forma
muy distinta a como habían recibido algunas de las intervenciones del
titular de Economía. La presión ejercida desde Economía había sido
percibida desde el Palacio de Cibeles como un exceso de celo.
En cierta ocasión, un miembro del consejo de gobierno del Banco de
España llegó a bromear con el propio Gobernador por la energía
empleada por De Guindos, con quien Luis María Linde comparte
pertenencía al mismo cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del
Estado.
Guindos que no descarta incorporarse a algún organismo económico
internacional ya sea perteneciente a las Instituciones Europeas, o a
otro organismo, vinculado con Naciones Unidas, deberá contar para
conseguirlo a partir del momento que deje el ministerio con el apoyo,
tanto del Gobierno como de destacados funcionarios, previsiblemente
entre ellos el Gobernador del Banco de España.
No debe descartarse un nuevo intento de España por recuperar la silla
perdida en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.
Funcionarios de los primeros niveles consideran que el Gobierno
cometió un error táctico al empeñarse en defender la candidatura única
del que entonces fuera director de los servicios jurídicos del propio
BCE, Antonio Sáinz de Vinuesa.
Según estos funcionarios, el BCE había dejado claro que alguien que ha
sido ‘empleado’ no podía pasar a ser consejero de una entidad como el
BCE. Aprendida la lección, ahora no se debe descartar nada de cara a
posibles nuevas responsabilidades en estas instituciones. Está claro
que no se puede morder la mano de quien te puede ayudar. Y en esas
están.
(*) Periodista
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