“Hoy no salen las cuentas para sumar una mayoría”. Así de rotundo ha
sido el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha,
Emiliano García Page, al pronunciarse sobre los deseos del secretario
general del PSOE, Pedro Sánchez, de negociar con Podemos y otros
partidos de izquierda para hacerse con la presidencia del Gobierno.
García-Page volvía a defender esta idea en declaraciones a los medios
de comunicación a las puertas de la sede de Ferraz, justo antes de la
reunión del secretario general del partido con los barones
territoriales y con la dirección del PSOE, para tratar de consensuar
una postura sobre eventuales pactos de gobierno con Podemos y otros
partidos de izquierda.
El presidente castellanomanchego parece haber asumido la portavocía de
los barones que se muestran más abiertamente en contra de las
pretensiones de Pedro Sánchez de conseguir la presidencia del Gobierno
a toda costa, entre los que se encuentran los presidentes de
Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón y Asturias.
García-Page añadía además que los resultados de las elecciones
generales han dado lugar a un escenario "muy confuso", han generado
"muchas dudas" por lo que no descarta que se deban celebrar unas
nuevas elecciones generales.
Y ahí se agudizan los problemas. Porque el mal resultado electoral del
PSOE, con solo un 22 % de los votos, los peores desde el
restablecimiento de la democracia, ha provocado una crisis por el
control interno del partido socialista, por quien deba ser el nuevo
secretario general y si Pedro Sánchez debe ser o no el candidato del
partido si hubiera que repetir las elecciones.
En cambio, la dirección del partido quiere evitar la repetición de las
elecciones a toda costa. Temen que Podemos pueda absorber como voto
útil los más de un millón que ha recibido el pasado día 20-D Izquierda
Unida.
Por eso el secretario de Acción Política del PSOE, Patxi López, pedía
también antes de entrar la reunión de Ferraz que los barones del
partido hicieran un frente pro PSOE, para defender el proyecto
socialista, ante la posibilidad de que se pueda conformar una mayoría
alternativa de gobierno. Y además ha restado importancia a las
discrepancias planteadas por los barones.
Mientras logran avanzar escasos metros en la que será la posición
negociadora entre PSOE y Podemos de cara a la formación de Gobierno,
lo que no quieren es perder comba respecto a los órganos
institucionales del Congreso de los Diputados.
Así, la dirección del que ha sido el grupo parlamentario socialista en
la última legislatura trata de tomar la iniciativa política para
hacerse con la presidencia del Congreso de los Diputados. Aunque lo
fundamental es hacerse con el Gobierno, en una legislatura con una
Cámara tan fragmentada, la presidencia del Congreso deberá jugar un
papel relevante.
Por ello el PSOE inicia esta misma mañana las negociaciones con los
demás grupos parlamentarios para elegir un presidente del Congreso,
así como el reparto de los miembros de la Mesa. Las negociaciones
podrían empezar esta misma mañana, pero ya se han realizado contactos
previos.
El portavoz parlamentario del PSOE en funciones, Antonio Hernando, va
a ser el encargado de las negociaciones de cara a que antes del 13 de
enero, fecha de constitución de las Cámaras, se haya alcanzado un
acuerdo. Ese día, además del presidente se elegirán cuatro
vicepresidentes y cuatro secretarios.
Los socialistas han anunciado que quieren que quede reflejada la mayor
pluralidad política posible. De acuerdo con los resultados de las
elecciones generales en la mesa estarán presentes los cuatro partidos
que han obtenido mayor número de diputados: PP, PSOE, Podemos y
Ciudadanos.
Los socialistas optan a la presidencia de la Cámara Baja porque lo
reñido del resultado de las elecciones y porque el PP ya obtendrá la
presidencia del Senado al haber logrado mayoría absoluta en la Cámara
Alta en las últimas elecciones.
(*) Periodista
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