lunes, 21 de diciembre de 2015

Del ‘desastre español’ a ‘España es incómoda para Europa’ / A.R. Mendizabal

Dan Hancox hace el siguiente resumen contradictorio: ‘El primero, el PP, ha perdido; el tercero, Podemos, ha ganado; y el segundo, el PSOE, puede ser el presidente’. Giles Tremlett subraya tres aspectos: el éxito de Podemos, que ha pasado en dos años ‘de la marginalidad política al centro del escenario’; la trascendencia de lo que puede venir ahora, ya que ‘España es una economía de peso en Europa y por eso importa más que lo que ocurre en Grecia’; y la improbabilidad de que Pedro Sánchez sea presidente ‘por ahora, en el caso de que alguna vez lo consiga’.

Son dos pe­rio­distas de The Guardian que si­guieron el 20-D y lo re­trans­mi­tieron y co­men­taron a través de tuits bien dis­pa­ra­dos. Un tercer cro­nista del mismo diario bri­tá­nico, Ashifa Kassam, aven­tura que los re­sul­tados po­drían con­ducir a ‘meses de ne­go­cia­cio­nes’. Y como tantos otros en la prensa in­ter­na­cio­nal, da fe de una de las dos grandes ten­den­cias elec­to­ra­les: el en­tierro del bi­par­ti­dismo en España: ‘los re­cién lle­gados acaban con la era de do­mi­na­ción de dos par­ti­dos’.

La otra línea maestra que a la que no se cansan de darle vueltas este lunes los me­dios de prensa con­ven­cional y di­gital es la de la en­re­ve­sada arit­mé­tica para formar Gobierno. Hay alu­siones con pre­ce­dentes va­ria­dos: la so­lu­ción ale­mana de la Gran Coalición PP-PSOE; la por­tu­guesa, con un Gobierno del PP en so­li­tario pero tan en mi­noría que caiga once días des­pués o cosa así; la ita­liana de ba­raja de par­ti­dos; la belga, en la que a las sumas y restas iz­quier­da-­de­recha se le in­cor­poran los in­tereses na­cio­na­listas ca­ta­lanes y vas­cos; la casi griega, con la ex­trema iz­quierda al mando…

En The New York Times, el co­rres­ponsal Raphael Minder des­taca como mu­chos otros la pér­dida de ma­yoría por el PP y cita la in­quietud de Vincenzo Scarpetta, ana­lista del think tank Open Europa sobre la ‘incertidumbre to­tal’. Y añade: ‘En el mejor de los ca­sos, España aca­bará te­niendo un Gobierno dé­bil. En el peor, los es­pañoles pueden tener que ir de nuevo a las urnas pronto. Ningún es­ce­nario es ideal para un país que to­davía trata de con­so­lidar su re­cu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca’.

Minder pone el acento en la di­fícil es­ta­bi­lidad po­lí­tica, que ‘es lo que quieren los mer­ca­dos’, en lugar de una coa­li­ción de iz­quier­das. Coincide Graham Keeley en The Times: ‘Los mer­cados fi­nan­cieros abrirán hoy ante el es­pectro de una coa­li­ción de iz­quierda al mando en España tras las de­vas­ta­doras pér­didas su­fridas por el pre­si­dente Rajoy’. Keeley usa una frase muy grá­fica y ac­tual: ‘Los ca­breados vo­tantes es­pañoles hacen san­grar a Rajoy por la na­riz’. Alistair Dawber sen­tencia en The Independent que España ‘se ha su­mer­gido po­lí­ti­ca­mente en lo des­co­no­ci­do’.

Die Welt cree que es di­fícil de ima­ginar la so­lu­ción ale­mana de gran coa­li­ción PP-PSOE, ‘dada la hos­ti­lidad entre Rajoy y Pedro Sánchez’. Pero hay in­quietud tanto en Bruselas como en Berlín por lo que pueda pasar con las re­formas ahora que se van a sentar en el Congreso tantos dipu­tados que han pro­me­tido acabar con la aus­te­ri­dad: ‘Tras las elec­cio­nes, España es in­có­moda para Europa‘.

En Handelsblatt, Sandra Louven dice que ‘hay mu­chos per­de­do­res’ y que ‘el bi­par­ti­dismo ya es his­to­ria’. Para el PP ‘es una vic­toria va­cía’. Avanza la po­si­bi­lidad de. ‘tiempos tur­bu­lentos de tres, cuatro o cinco par­ti­dos’, pero que la coa­li­ción PP-PSOE ‘iría en contra de los de­seos de los es­paño­les, que han ha­blado con cla­ridad por el cam­bio’.

Frankfurter Allgemeine Zeitung ca­li­fica la si­tua­ción de ‘muy com­pli­ca­da’, con riesgo de que se van al traste las re­formas que han con­du­cido a la re­cu­pe­ra­ción. En otro co­men­tario en este mismo pe­rió­dico, el co­rres­ponsal Leo Wieland ana­liza lo que llama ‘el desastre es­pañol’, sin ma­yoría de cen­tro-­de­recha ni de cen­tro-iz­quierda. Sería po­sible una gran ‘coalición de per­de­do­res’, y hasta que Pablo Iglesias sea el nuevo pre­si­dente del Gobieno.

La afir­ma­ción del líder de Podemos du­rante la cam­paña de ‘o Rajoy o yo’ ahora ‘produce es­ca­lo­fríos’, añade. ¿Por qué? Por esto: ‘No es sólo que ahora estén en juego la aus­te­ri­dad, la dis­ci­plina fiscal y el euro en el flanco su­r­oeste’ de la UE, sino que una pre­si­dencia de Pablo Iglesias ‘sería un ele­mento de in­cer­ti­dumbre para los so­cios de España en la la OTAN’.

Tobias Buck es­cribe en Financial Times que ‘España co­quetea con la in­go­ber­na­bi­li­dad’ y que ‘reina la con­fu­sión’ tras be­ne­fi­ciarse Podemos de las fi­suras de España’. Y así otros me­dios in­ter­na­cio­na­les: ‘Los so­cia­listas dicen que Rajoy tiene de­recho a ser el pri­mero en in­tentar formar go­bierno’ (Bloomberg); ‘España se en­ca­mina hacia la ines­ta­bi­lidad po­lí­tica tras las elec­cio­nes’ (CNBC); ); ‘El PP pierde la ma­yoría par­la­men­taria tras las elec­ciones en España’ (The Wall Street Journal)

‘Los so­cia­listas abren con­ver­sa­ciones para una coa­li­ción en España’ (AP); ‘Elecciones ge­ne­rales en España: una vic­toria con aires de de­rrota para la de­re­cha’ (Le Monde); ‘España: la de­recha en ca­beza pero sin ma­yo­ría; es­ce­nario de una pró­xima re­forma cons­ti­tu­cio­nal’ (Le Figaro);’ Elecciones en España: la de­recha gana por una pe­queña di­fe­ren­cia’ (Les Echos); ‘Los retos del pró­ximo Gobierno es­pañol: in­de­pen­den­tismo ca­ta­lán, re­forma cons­ti­tu­cio­nal, con­so­li­da­ción de la re­cu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca…’ (ídem);

‘Los con­ser­va­dores que go­biernan en España ganan las elec­ciones por es­trecho mar­gen, pero la iz­quierda irrumpe; los mer­cados se pre­paran para la agi­ta­ción tras unos re­sul­tados que pre­gonan el fin del bi­par­ti­dismo po­lí­tico en España (The Daily Telegraph); Elecciones en España: El par­tido del pre­si­dente Rajoy pierde la ma­yo­ría’ (BBC); ‘Los con­ser­va­dores ganan las elec­ciones en España pero lejos de la ma­yo­ría; Pablo Iglesias de Podemos dice que se inicia una nueva era po­lí­tica’ (Reuters).

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