miércoles, 2 de diciembre de 2015

"Voy a ser cortito" / José Hernández Mondéjar *

Este lenguaje español que sale de nuestras bocas, mira que se presta a todos los giros interpretativos que se le quieran meter. Dicho así, familiarmente, si alguien te dice «la llevas abierta», lo primero que te miras es la bragueta, cuando lo más probable es que se refieran a la cartera. Si durante una conversación de amigos uno dice «hoy la tengo que no veas» o «tengo ganas de una buena corrida» está claro que bien podría referirse a lo contenta que tiene a la parienta y en las ganas de ir a los toros, aunque todos pensarían que el parlanchín necesita un desahogo prostático. 

Si alguien te dice «qué bien lo hace tu mujer», de momento te lías a tortas, cuando podría estar refiriéndose a una cualidad artística o laboral y no a que te pone los cuernos. O ese ´¡pasa y métemela!´ de la ingenua chica al butanero cargado con la bombona en la puerta de la casa. 

Y así, giros y mas giros de doble o triple sentido, en los que parece que dices una cosa, pero alguien puede estar entendiendo otra.

El rey Juan Carlos le dijo a Chávez «¿por qué no te callas?», refiriéndose a que dejara de decir lo que estaba diciendo pero no a que guardara silencio. Por eso, porque el castellano es así de peculiar y los españoles somos como somos, en el ayuntamiento de Cartagena se ha liado bien liada. El escenario fue el salón de plenos, los concejales enervados y un alcalde de coeficiente 129.

El concejal de Ciudadanos Padín dijo textualmente: «Voy a ser cortito», y el alcalde, José López, le contestó: «Eso ya lo es». Su compañera Ana Rama parece que pensó que estaba llamando cortito de mollera a su jefe, y reaccionó visceralmente con pérdida de papeles. De haberse hecho la longui, ahora nadie hablaría del ´cortito de su jefe´. Flaco favor le hizo a Padín su defensora.

Pues bien ¿por qué todos los concejales de Ciudadanos se ofendieron con las palabras del alcalde? ¿no hubiese sido de lo más natural del mundo entender que se refería a que Padín es cortito en sus intervenciones, puesto que de todos es sabido que no es muy parlanchín? Pues no, la concejala Rama se lo tomó por donde no iba el alcalde y perdió los papeles, dando la sensación de que en el seno del grupo Ciudadanos subyace alguna sensibilidad hacia la palabrita 'cortito´.

Por allí se escucharon cosas hacia el alcalde como «usted no tiene educación de ningún tipo», ´indecente´, y según dice algún oído fino, hasta ´sinvergüenza´. Está claro que la respuesta del alcalde a Padín puede interpretarse con doble sentido, uno bien pensado y otro mal pensado; según la sensibilidad y concepto que en ese momento cada uno tenga del receptor y emisor de la frase, puede cantearse por una u otra opción. 

La concejala Rama, por lo que parece, cogió el sentido de ´cortito de entendederas´, y le salió todo lo que lleva dentro y que un político jamás debiera permitir. No fue una corta frase mal dicha, sino equívocamente interpretada, que el alcalde aclaró de inmediato.

Pero no, la actitud de la concejala Rama ya había traspasado la línea de la coherencia y la razón. Quiero decir que se desfarató de tal manera que perdió el gps realisty de donde estaba, lo que representaba y a quién estaba estigmatizando en realidad. 

Expulsar a la concejala de Ciudadanos del pleno fue un gesto algo autoritario, quizás exagerado, pero el alcalde corrigió de inmediato, revocando la orden, incluso dejándola hablar para que se desahogara defendiendo ´el cortito´ de su jefe con ´el´ y no con ´al´„ que se oyó en la sala de plenos, y que ella con su actuación estaba tatuándoselo en toda la cresta, para luego largarse del lugar.

Hasta aquí debió ser una anécdota plenaria de excesiva sensibilidad, que para nada beneficia a Manuel Padín, pues si se hubiese callado la concejala Rama, dejando que la frase del alcalde discurriese por el sentido real y natural de ´intervención cortita´ nada se hubiese armado, pero no, la señora Rama saltó y ... no pensó como somos los españoles del sur y sureste que le ponemos gracejo a tó lo que se menea, así que ahora, por los bares, tertulias y rincones, lo de ´cortito´ va de descojono y eso no hace ninguna gracia. Aunque haya que reconocer que hay cosas que, cuando le pasan al de enfrente o al de al lado, y no entiendo el porqué pasa, pero pasa, como un buen tropezón con tortazo en los piños o pisar una cacafuta de perro por la calle, hace que muchos se descojonen de risa y no tiene gracia alguna.

¡Chsss! ¡oiga! pues no sé de qué se ríen Si él quiere ser cortito, pues que lo sea€ ¡eh! en sus intervenciones, aclaro.

Espero que mi artículo se les haya hecho ´cortito´.

(*) Empresario

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