MURCIA.- Ahora Murcia pide que el Pleno del Ayuntamiento de Murcia se adhiera al Código del
Buen Gobierno Local de la FEMP (Federación Española de Municipios y
Provincias), en su versión actualizada de marzo de 2015.
La formación
municipal presentará una moción con esta propuesta el próximo miércoles,
en el convencimiento de que "las entidades locales deben redoblar
esfuerzos por restablecer el valor de la política local y recuperar la
confianza de la ciudadanía mediante una intensificación y una
exteriorización efectiva de los valores públicos, de los estándares de
conducta y de la actitud ética de los cargos públicos y de los
directivos locales".
La concejala y portavoz de Ahora Murcia, Alicia Morales, recuerda que
el Pleno del Ayuntamiento de Murcia se adhirió en el año 2012 al Código
de Buen Gobierno Local de la FEMP de 2009. "Tardó tres años en
decidirse a sumarse a un documento que marca las directrices en asuntos
como la transparencia y el conflicto de intereses, y esperamos que ahora
seamos mucho más rápidos en sumarnos al Código de 2015, que actualiza
el de 2009 con el objetivo de adaptarlo a las nuevas circunstancias".
Esta actualización está, además, motivada por la necesidad de adaptar
el Código a la nueva legislación: la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de
Transparencia, Acceso a la Información y Buen Gobierno, y las nuevas
normativas autonómicas. Desde su publicación el pasado mes de marzo,
diversos ayuntamientos han aprobado en sus plenos la adhesión a este
Código que sustituye al de 2009.
En opinión de la edil, el Código es "un instrumento fundamental para
incentivar compromisos de conducta ejemplar y para la prevención de
malas prácticas", y la Corporación debe asumirlo "como respuesta a las
demandas de la ciudadanía y para otorgar legitimidad a la vida política
local y a la gestión municipal".
En esencia, las novedades del Código se refieren a dos aspectos que
son básicos y responden a las demandas de la nueva realidad política y
social. Por una parte, insiste en los compromisos que los representantes
públicos deben asumir en materia de conflictos de intereses,
profundizando en la dimensión ética que debe regir la gestión de lo
público. Por otra, establece líneas de actuación con respecto a la
irrupción en el ámbito de la administración local de las tecnologías
sociales y de las redes digitales.
Así pues, el nuevo Código queda articulado en torno a unos ejes
programáticos que incluyen los principios del buen gobierno local, los
estándares de conducta, los compromisos éticos en materia de conflictos
de intereses, el régimen de incompatibilidades, las relaciones entre
cargos electos y empleados públicos, las medidas para mejorar la
democracia participativa y el marco para la participación ciudadana 2.0.
Morales señala que "tal y como se explica en la justificación del
documento, en un contexto económico, social y político en el que la
ciudadanía manifiesta un alto grado de desconfianza respecto de la
política, las instituciones y los responsables públicos, se hace
necesario canalizar esta situación como una oportunidad, como un motor
para la profundización democrática".
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