domingo, 22 de noviembre de 2015

Mendoza arrastra a obispos y arzobispos en su derrota / Vera María Cubí

La semana que comienza mañana puede ser la peor de su vida para algunos políticos murcianos corruptos porque pueden ser detenidos en cualquier momento a partir del martes y pasar un par de noches, al menos, en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía o en los de la Comandancia de la Guardia Civil, en el barrio de Vistalegre, antes de ser puestos a disposición judicial. Está en el ánimo de quien corresponde que, con pruebas evidentes más que suficientes puestas ante sus ojos por investigadores y abogados demandantes, proceder a ordenar detenciones sin más espera pese a estar en puertas de unas elecciones generales.

Como dice mi fiel amiga Maite, la gente lo que desea es que el jefe de la banda caiga por fin en las redes policiales después de tanto esperar y sabiendo que las tiene hechas de todos los colores. Y eso es lo que parece que se va buscando para que los magistrados del TSJ, informe en mano del documento evacuado por mi viejo vecino Eduardo, no puedan esta vez 'echar el toro a los corrales' argumentando que 'está cojó de una pata trasera y no puede ser lidiado'. Esta vez no parece que haya ese tipo de sorpresas en esta 'corrida', que puede endulzar o amargar la Navidad según se mire.

Lo tiene un poco mejor, pero solo un poco, el obispo de Cartagena, monseñor Lorca Planes, por tener soliviantada a una parte cualitativa de la sociedad cartagenera al tener abandonada a su suerte la catedral neogótica, la llamada 'Antigua de Santa María', destruida en la Guerra Civil y todavía no restaurada pese a la existencia de fondos oficiales para hacerlo previstos por el Ministerio de Fomento si se le solicitan. El que se haya volcado con Lorca y su patrimonio religioso, tras los estragos del terremoto de 2011, es considerado un agravio comparativo que, al parecer, va a traer consecuencias inmediatas para el prelado como la opinión pública comprobará en breve. Lorca Planes se siente, cada vez, más incómodo cuando tiene que acudir a Cartagena, hasta el punto de 'fumarse' actos donde su presencia es condición casi preceptiva. Y eso la Nunciatura lo sabe.

No le ayuda absolutamente tampoco nada a Lorca Planes esa especie de camaradería que se lleva con el controvertido aventurero José Luis Mendoza, presidente de la Fundación San Antonio, que es la propietaria formal de la Universidad Católica (UCAM), porque desde la opinión pública regional se comienza a medirlo con la misma vara puesto que él lo trajo desde la Diócesis de Teruel una vez que el ahora jubilado cardenal Rouco Varela le ayudó a quitarse de encima a monseñor Reig Plá, tras exigirle éste a Mendoza el cumplimiento del primigenio acuerdo con el obispo Azagra para poder quedarse con la universidad erigida por la iglesia cartaginense a cambio de contribuir a su mantenimiento con fondos provenientes de ella.

Preso del histrión de Mendoza, bastante caído éste en desgracia en un ahora más que convulso Vaticano, Lorca Planes puede terminar siendo un apestado en Roma tanto como el denostado arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Ureña Pastor, o como el desterrado a Valencia, su tierra natal, el arzobispo y cardenal Cañizares, del que ahora se ha sabido por el hijo del político llegó a tener la condición de confesor del ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, desde que llegó a Ávila como obispo. Vista la derrota actual, incluida la de Rouco, de tales príncipes de la Iglesia Católica, Lorca Planes debiera corregir rumbo por si, tras el próximo Año Jubilar de la Vera Cruz, se procede a su relevo con traslado a un destino por debajo del nivel del actual, tal como le ocurrió a su antecesor, por considerarlo parte de la colla del ex culturista. 

En cambio el compañero de taquilla en el Club de Tenis del presidente de la Fundación Caja Murcia, Carlos Egea, no le ha notado nada especial ahora que el Banco de España trata de embridar a estos subproductos de la liquidación de unas quebradas cajas de ahorro regionales para evitar se conviertan en el cortijo de alguien. En el caso que nos ocupa, del propio Egea, que ahora tendrá que dar más cuenta a terceros de lo que él suele acostumbrar. Algo parecido sucederá en breve en el Ayuntamiento de Murcia si la Oposición logra revisar los grandes contratos o en el Ayuntamiento de Lorca si Ciudadanos logra penetrar en las cuentas de 'Aguas de Lorca' como preludio de que este partido lanzará mociones de censura a partir de enero allí donde pueda deponer con sus votos, o retiradas de apoyo, a políticos corruptos o poco transparentes.

No parece el caso del Ayuntamiento de Cartagena, donde la coalición contra natura entre el Movimiento Ciudadano (MC) y el PSOE no parece tener alternativa matemática aunque el PP herencia de Pilar Barreiro, junto a los gerentes de las dos gacetas regionales, trate de utilizar instrumentalmente como ariete al Colegio de Periodistas (trufado de titulados por la UCAM y presidido por un valcarcelista convicto y confeso), unos por venganza y para minar dicha coalición, y los otros porque piensan que con una web propia el alcalde José López ya no se plantea inversiones publicitarias de peaje en la prensa vegetal con dinero público. 

Así de sencilla es la explicación de los ataques contra este descamisado, periférico y populista, hablando más de la libertad de expresión que de la libertad de prensa, entendida ésta como la que también tienen el alcalde y vicealcaldesa Ana Belén al no significar un derecho en exclusiva de los grandes grupos editores de Bilbao y Barcelona con negocios subvencionados en la Región de Murcia. Recomiendo, no obstante, a López consulte con el ex alcalde murciano Cámara el resultado de no tener previstas ciertas inversiones mediáticas preventivas. O con el señor Viudes durante su etapa presidencial de la Autoridad Portuaria de Cartagena aunque ahora tan pródigo donde le ninguneaban o metían en cintura al no pasar por caja. 

Otro día hablaremos de los infiltrados en Ciudadanos de la Región de Murcia por parte de PP -¿quién es el desempleado Garaulet?-, PSRM y la propia corrupción con el objetivo de batir cuanto antes con un desprestigio programado al concejal-portavoz en el ayuntamiento capitalino, Mario Gómez; de como los convenios urbanísticos del PSOE en el Ayuntamiento de Lorca, en tiempos del degradado alcalde Miguel Navarro, tiene bastante callado a Tovar; y de los intereses inconfesables para ubicar en Murcia, y no en la portuaria Cartagena, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de la Región como una nueva hijuela de la corrupción de la corte de Valcárcel y del regente en su ausencia. 

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