MURCIA.- La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, a través de la
Dirección General de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, ha
instalado en el espacio natural de Cabo Tiñoso, en Cartagena, los primeros
fondeos ecológicos de la Región para detener la degradación de la
pradera de Posidonia oceánica y el proceso de deforestación de los
fondos marinos murcianos.
Se trata de fondeos ecológicos de bajo impacto que van a permitir
que las embarcaciones puedan estar en la zona sin necesidad de
continuar alterando el ecosistema marino, según han informado fuentes
del Gobierno regional en un comunicado.
Esta acción, que es pionera en la Región de Murcia, se lleva a cabo con la colaboración de la Escuela de buceo profesional Hespérides, el centro de buceo Rivemar y la Asociación de Centros de Buceo de la Región de Murcia.
El tipo de fondeo instalado es el conocido como 'tornillo australiano', utilizado en muchas zonas del mundo para evitar la degradación de los ecosistemas marinos y hacer del turismo náutico una actividad más sostenible y compatible con la conservación del medio ambiente marino y sus recursos. Por otro lado, se retirarán los fondeos improvisados y rudimentarios que han sido responsables de la degradación del fondo de Cala Cerrada en Cabo Tiñoso.
La Consejería está trabajando para regular el fondeo de embarcaciones con el fin de proteger los extraordinarios fondos marinos de la Región. En este sentido, se está avanzando en la declaración de Cabo Tiñoso como Reserva Marina, como anunció el presidente de la Región, Pedro Antonio Sánchez, a finales de agosto.
Esta zona ha sido destacada por los biólogos marinos desde hace décadas por el enorme valor ecológico de sus fondos y se convertirá en la segunda reserva marina de interés pesquero de la Región, junto a Cabo de Palos-Islas Hormigas.
La Dirección General y el Centro Oceanográfico de Murcia del Instituto Español de Oceanografía (IEO) colaboran desde 2004 para evaluar el estado y evolución de las praderas de Posidonia oceánica y el cambio climático en la Región de Murcia.
Se trata de un proyecto científico regulado mediante convenio y financiado por el Fondo Europeo de la Pesca (FEP) que cuenta además con la participación ciudadana a través de los centros de buceo, la Asociación de Centros de Buceo de la Región y buceadores voluntarios procedentes de toda España.
Además de colaborar en la colocación de los fondeos, el equipo científico-técnico del Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas del IEO, liderado por el investigador Juan Manuel Ruíz, ha realizado, con el apoyo de un grupo de buceadores voluntarios, una serie de inmersiones para el estudio de la pradera de Posidonia oceánica de Cala Cerrada, donde se encuentra una de las estaciones de seguimiento.
Las praderas de Posidonia son hábitat prioritario por los múltiples servicios y funciones que aporta al ecosistema marino. Su pérdida es prácticamente irreversible debido al lento crecimiento de sus rizomas.
Esta planta es responsable de la excelente calidad de las aguas costeras mediterráneas, de su transparencia, oxigenación, estabilidad y protección de las playas, de la elevada biodiversidad marina de la costa mediterránea y de la sostenibilidad de actividades humanas como la pesca y el turismo.
Gracias a los voluntarios y a los trabajos del IEO ,durante los últimos 12 años ha sido posible detectar y diagnosticar la regresión acelerada de la pradera de Posidonia oceánica que coloniza los fondos de Cala Cerrada, cuyo resultado ha sido la reducción significativa de la superficie que originalmente ocupaba esta planta debido a la erosión mecánica causada por diferentes tipos de actividad humana, principalmente las malas prácticas del fondeo de embarcaciones.
Esta acción, que es pionera en la Región de Murcia, se lleva a cabo con la colaboración de la Escuela de buceo profesional Hespérides, el centro de buceo Rivemar y la Asociación de Centros de Buceo de la Región de Murcia.
El tipo de fondeo instalado es el conocido como 'tornillo australiano', utilizado en muchas zonas del mundo para evitar la degradación de los ecosistemas marinos y hacer del turismo náutico una actividad más sostenible y compatible con la conservación del medio ambiente marino y sus recursos. Por otro lado, se retirarán los fondeos improvisados y rudimentarios que han sido responsables de la degradación del fondo de Cala Cerrada en Cabo Tiñoso.
La Consejería está trabajando para regular el fondeo de embarcaciones con el fin de proteger los extraordinarios fondos marinos de la Región. En este sentido, se está avanzando en la declaración de Cabo Tiñoso como Reserva Marina, como anunció el presidente de la Región, Pedro Antonio Sánchez, a finales de agosto.
Esta zona ha sido destacada por los biólogos marinos desde hace décadas por el enorme valor ecológico de sus fondos y se convertirá en la segunda reserva marina de interés pesquero de la Región, junto a Cabo de Palos-Islas Hormigas.
La Dirección General y el Centro Oceanográfico de Murcia del Instituto Español de Oceanografía (IEO) colaboran desde 2004 para evaluar el estado y evolución de las praderas de Posidonia oceánica y el cambio climático en la Región de Murcia.
Se trata de un proyecto científico regulado mediante convenio y financiado por el Fondo Europeo de la Pesca (FEP) que cuenta además con la participación ciudadana a través de los centros de buceo, la Asociación de Centros de Buceo de la Región y buceadores voluntarios procedentes de toda España.
Además de colaborar en la colocación de los fondeos, el equipo científico-técnico del Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas del IEO, liderado por el investigador Juan Manuel Ruíz, ha realizado, con el apoyo de un grupo de buceadores voluntarios, una serie de inmersiones para el estudio de la pradera de Posidonia oceánica de Cala Cerrada, donde se encuentra una de las estaciones de seguimiento.
Las praderas de Posidonia son hábitat prioritario por los múltiples servicios y funciones que aporta al ecosistema marino. Su pérdida es prácticamente irreversible debido al lento crecimiento de sus rizomas.
Esta planta es responsable de la excelente calidad de las aguas costeras mediterráneas, de su transparencia, oxigenación, estabilidad y protección de las playas, de la elevada biodiversidad marina de la costa mediterránea y de la sostenibilidad de actividades humanas como la pesca y el turismo.
Gracias a los voluntarios y a los trabajos del IEO ,durante los últimos 12 años ha sido posible detectar y diagnosticar la regresión acelerada de la pradera de Posidonia oceánica que coloniza los fondos de Cala Cerrada, cuyo resultado ha sido la reducción significativa de la superficie que originalmente ocupaba esta planta debido a la erosión mecánica causada por diferentes tipos de actividad humana, principalmente las malas prácticas del fondeo de embarcaciones.
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