domingo, 1 de noviembre de 2015

Algunos serán llamados y otros los escogidos / Apunte de Argárico

El todavía presidente del PP murciano, Ramón Luis Valcárcel, quien prometió dejar este cargo tras las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, concretamente celebrando en julio un congreso ordinario, sigue moviéndose entre bambalinas después de incumplir su palabra de hombre de que dejaría a su partido libre de las hipotecas políticas conque él mismo lo cargó. Ni ha dimitido ni ha celebrado el congreso a que venía obligado; sólamente ha puesto en marcha un guiñol nombrando a dedo secretario general al infelíz e insensato político de Pedro Antonio mientras al mismo Valcárcel se le despeja el horizonte en base a jubilaciones de magistrados y fiscales incorruptibles que nada le deben sobre su actual estatus.

Aunque no se le vea, Valcárcel está y es reponsable de todo lo que hace y dice el PPRM. Y muy presente. Su particular muñeco de trapo es movido a distancia o no tanta. Estos días 'el escondido' se reúne con sus acólitos y secuaces del partido para simular que las candidaturas a las próximas elecciones generales se están consensuado con unos y con otros cuando les está tomando el pelo a todos. Las listas las dictará él mismo completas, si acaso de acuerdo con el sanedrín que forma junto con Sánchez Carrillo, Hernández Filardi, su hermano Carlos y ¡oh casualidad! ahora también José Luis Mendoza. El resto son puros figurantes que el sátrapa, ahora sin votos a su persona de los murcianos, utiliza para confiar y despistar. Porque hasta falsificando el precepto bíblico, 'algunos serán llamados y otros los escogidos'. Así que no se lo crea nadie porque habrá sorpresas. Como dice un acreditado 'valcarcelólogo', el premio es para paracaidistas y pelotas. "Verás como no me equivoco".

El empecinamiento del PPRM con sus imputados no es tanto pues una postura preventiva del 'delfín' por lo que le espera en el juzgado de Lorca mediado diciembre como una postura política soberbia de Valcárcel, nada acostumbrado al pacto porque su genética antidemócratica se lo impide y, además, no le gusta pactar. El pobre profesor sin oposición se lo ha creído y despertará de su sueño tras el 20D cuando las lanzas se le tornen cañas y su riesgo procesal aumente exponencialmente hasta tener que dejar a la fuerza su escaño en el Parlamento Europeo. A propósito me viene a la memoria ahora aquel artículo de 'Retirarse a tiempo' que engendró la voladura del diario 'Madrid'  en los años 70. ¡Qué sabio precepto! Y que necios los que se resisten llegada su hora, desde Sara Montiel a Curro Romero.


Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿CUÁNDO VAN A PILLAR A ÉSTE? PORQUE MIRA QUÉ TIENE TELA LA COSA