martes, 20 de octubre de 2015

Las Marchas de la Dignidad se movilizarán este jueves en toda la Región para exigir "pan, trabajo, techo y dignidad"

MURCIA.- Las Marchas de la Dignidad de la Región han convocado una jornada de movilización este jueves, 22 de octubre, en toda la Comunidad con el fin de poner de manifiesto que la recuperación económica "solo se ha mostrado con contratos precarios, temporales y mal remunerados", y para arremeter contra unas administraciones públicas que "priorizan el pago de la deuda de los especuladores al bienestar y los derechos de la mayoría social".

En concreto, esta jornada de movilizaciones, convocada por las Marchas de la Dignidad a nivel nacional, transcurrirá a lo largo del jueves en distintos municipios de la Región bajo el lema 'Volvemos a las calles. Pan, trabajo, techo y dignidad. No al pago de la deuda', según han hecho saber los portavoces de la Marcha por la Dignidad de la Región de Murcia, Carla Grau e Irene Martínez.
De momento, los convocantes han confirmado una marcha local que saldrá a las 12.30 horas desde la plaza de la Glorieta de Águilas; otra en Cartagena que saldrá a las 10.30 horas desde la plaza de España; otra en Murcia que saldrá desde la plaza de La Merced a las 12.00 horas; y otra marcha que se desarrollará a las 20.00 horas desde el Ayuntamiento de Yecla. Todas estas movilizaciones estarán acompañadas por huelgas convocadas por el Frente de Acción Estudiantil (FAE) en todos los institutos y en las universidades.
Todas estas marchas y movilizaciones confluirán en una gran marcha que saldrá a las 19.00 horas desde la plaza de La Fuensanta de Murcia. Esta manifestación recorrerá la Gran Vía hasta el Puente Viejo, donde se producirá la lectura de un manifiesto y, posteriormente, los convocantes estudiarán si continuar hasta la Delegación del Gobierno, en la avenida Teniente Flomesta.
Los portavoces han procedido a la lectura de un manifiesto en elq ue anuncian que las Marchas de la Dignidad "vuelven a las calles para recordar que el pueblo, en su sentido más amplio, sigue estando en pie de lucha contra los ataques que continuamente venimos sufriendo por parte de los poderes económicos".
En concreto, critican el "secuestro de todas las conquistas sociales, tan duramente conseguidas", lo que consideran "un síntoma de las políticas neoliberales que progresivamente y de forma cada vez más asfixiante nos vienen imponiendo la Troika, el FMI y sus títeres: la Unión Europea y el Gobierno de España".
Precisamente, han criticado que la UE y el Gobierno central "ponen en práctica sus exigencias mediante la reforma del artículo 135 de la Constitución Española, que prioriza el pago de la deuda de los especuladores al bienestar y los derechos de la mayoría social, e hipoteca la soberanía popular a sus dictados".
Por este motivo, las Marchas de la Dignidad "renacen" para mostrar que las problemáticas "son comunes" y que la unidad de las clases populares ante el capital "es posible".
"Nos dejan sin trabajo, sin casa, sin Sanidad, sin pensiones, sin Educación, sin estudios, sin futuro y sin vida", ha criticado Martínez, quien destaca que, si la situación de España a nivel estatal "no es muy esperanzadora", a nivel regional "resulta nefasta".
Y es que el paro "sigue siendo la triste realidad para miles de familias, con 175.900 personas paradas". En cambio, Martínez reprocha que "nos siguen intentando hacer ver, año tras año, que la recuperación es inminente". Lo cierto, según la Marcha de las Dignidades, es que la recuperación "solo se ha mostrado con contratos precarios, temporales y mal remunerados".
Además, critica que el problema de la vivienda "continúa machacando a la ciudadanía, y el drama de los desahucios crece hasta el punto de que la Región de Murcia es la Comunidad "donde más ha aumentado, llegando a la cifra de 2.840 desalojos el año pasado".
Por otra parte, las Marchas de la Dignidad señalan que la deuda pública de la Región "aumentó considerablemente llegando a los 7.467 millones de euros". Se trata de una deuda que "de forma rastrera y traidora intentan socializar cuando la ciudadanía no es para nada culpable de su despilfarro y mala gestión", añaden.
"Quieren pagar su deuda a costa de nuestros servicios públicos, nuestros derechos y nuestro empobrecimiento; la descomposición del régimen del 78 y su Constitución, que no reconoce los derechos de las personas, los pueblos y las naciones del Estado, es hoy un papel mojado en cuanto a derechos y libertades", ha aseverado.
A pesar de ello, Grau ha lamentado que el Gobierno regional "se mantiene en su línea de malgastar los recursos públicos en obras faraónicas que para nada suponen un beneficio para el resto de la sociedad". Por ejemplo, se han referido al aeropuerto de Corvera, al "despilfarro" en la desaladora de Escombreras, al 'caso Umbra', al palacio de los deportes de Cartagena y a un "largo etcétera".
"En vez de poner todos sus esfuerzos en intentar subsanar estas problemáticas, el Gobierno muestra su lado más crudo desplegando su aparato represivo contra la ciudadanía", según ha destacado Grau en referencia a la 'Ley Mordaza'.
Asimismo, ha criticado que, ante la "pasividad" de las instituciones, las agresiones de corte "xenófobo, fascistas y de fobia contra el colectivo LGTB aumentan de forma alarmante en la Región, especialmente en la ciudad de Murcia".
De la misma forma, ha lamentado que la violencia machista en la Región "adquiere unos matices alarmantes, y las instituciones no buscan atajar el problema de raíz empleando los recursos necesarios en Educación y en protección a las personas afectadas". Prueba de ello, han puesto como ejemplo los 15.935 casos de violencia machista en la Región.
"Tenemos un sistema con una gestión insostenible, puesto que el índice de pobreza en España asciende a 13 millones de personas, y en la Región de Murcia afecta a unas 658.600 personas, siendo la Comunidad que presenta el índice de pobreza más elevado de España", según Grau.
En su opinión, es el momento de decir "basta", porque "nos quieren callar y no lo vamos a consentir". Al contrario, los integrantes de las Marchas reclaman "el derecho a una vida digna: pan, techo y trabajo".
Por todo lo dicho, exigen que no se pague una deuda que califican como "ilegal, ilegítima y odiosa", al tiempo que se muestran en contra de una Europa "del capital", sino a favor de una Europa "social, solidaria y democrática".
De la misma forma, reivindican el trabajo y el salario digno, así como el empleo estable y la recuperación de los derechos sociales y laborales "robados a la clase trabajadora", arremetiendo contra la "precarización laboral y social".
Asimismo, critican las reformas laborales y piden una ley que "proteja a los trabajadores y no a los grandes empresarios". También reivindican "el derecho a la Renta Básica; el cese de los abusos financieros; la defensa de los servicios 100% públicos para todos, como la Educación, la Sanidad y los servicios básicos".
Igualmente, defienden el derecho de las mujeres a "decidir sobre su cuerpo y la lucha contra la violencia machista", reclamando "un futuro digno para la juventud, que no le obligue al exilio o a la emigración, y por facilitar a los emigrados en su derecho al voto".
Se han mostrado también partidarios de la derogación de las leyes "represivas" y a favor de la libertad de los "represaliados" por motivos políticos, al tiempo que piden la derogación de la 'Ley Mordaza' o el TTIP ni a los "tratados escritos por las transnacionales contra los derechos sociales y la democracia".
"Por el derecho a la vivienda, contra la pobreza energética, por la garantía de los servicios básicos de luz, agua y gas; no a la OTAN; que se facilite la acogida de los refugiados sirios, derechos para todos, ningún ser humano es ilegal; por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros; por los derechos ambientales", concluyen.

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