MURCIA.- Las Marchas de la Dignidad de la Región han convocado una jornada de
movilización este jueves, 22 de octubre, en toda la Comunidad con el fin
de poner de manifiesto que la recuperación económica "solo se ha
mostrado con contratos precarios, temporales y mal remunerados", y para
arremeter contra unas administraciones públicas que "priorizan el pago
de la deuda de los especuladores al bienestar y los derechos de la
mayoría social".
En concreto, esta jornada de movilizaciones, convocada por las
Marchas de la Dignidad a nivel nacional, transcurrirá a lo largo del
jueves en distintos municipios de la Región bajo el lema 'Volvemos a las
calles. Pan, trabajo, techo y dignidad. No al pago de la deuda', según
han hecho saber los portavoces de la Marcha por la Dignidad de la Región
de Murcia, Carla Grau e Irene Martínez.
De momento, los
convocantes han confirmado una marcha local que saldrá a las 12.30 horas
desde la plaza de la Glorieta de Águilas; otra en Cartagena que saldrá a
las 10.30 horas desde la plaza de España; otra en Murcia que saldrá
desde la plaza de La Merced a las 12.00 horas; y otra marcha que se
desarrollará a las 20.00 horas desde el Ayuntamiento de Yecla. Todas
estas movilizaciones estarán acompañadas por huelgas convocadas por el
Frente de Acción Estudiantil (FAE) en todos los institutos y en las
universidades.
Todas estas marchas y movilizaciones confluirán en
una gran marcha que saldrá a las 19.00 horas desde la plaza de La
Fuensanta de Murcia. Esta manifestación recorrerá la Gran Vía hasta el
Puente Viejo, donde se producirá la lectura de un manifiesto y,
posteriormente, los convocantes estudiarán si continuar hasta la
Delegación del Gobierno, en la avenida Teniente Flomesta.
Los
portavoces han procedido a la lectura de un manifiesto en elq ue
anuncian que las Marchas de la Dignidad "vuelven a las calles para
recordar que el pueblo, en su sentido más amplio, sigue estando en pie
de lucha contra los ataques que continuamente venimos sufriendo por
parte de los poderes económicos".
En concreto, critican el
"secuestro de todas las conquistas sociales, tan duramente conseguidas",
lo que consideran "un síntoma de las políticas neoliberales que
progresivamente y de forma cada vez más asfixiante nos vienen imponiendo
la Troika, el FMI y sus títeres: la Unión Europea y el Gobierno de
España".
Precisamente, han criticado que la UE y el Gobierno
central "ponen en práctica sus exigencias mediante la reforma del
artículo 135 de la Constitución Española, que prioriza el pago de la
deuda de los especuladores al bienestar y los derechos de la mayoría
social, e hipoteca la soberanía popular a sus dictados".
Por este
motivo, las Marchas de la Dignidad "renacen" para mostrar que las
problemáticas "son comunes" y que la unidad de las clases populares ante
el capital "es posible".
"Nos
dejan sin trabajo, sin casa, sin Sanidad, sin pensiones, sin Educación,
sin estudios, sin futuro y sin vida", ha criticado Martínez, quien
destaca que, si la situación de España a nivel estatal "no es muy
esperanzadora", a nivel regional "resulta nefasta".
Y es que el
paro "sigue siendo la triste realidad para miles de familias, con
175.900 personas paradas". En cambio, Martínez reprocha que "nos siguen
intentando hacer ver, año tras año, que la recuperación es inminente".
Lo cierto, según la Marcha de las Dignidades, es que la recuperación
"solo se ha mostrado con contratos precarios, temporales y mal
remunerados".
Además, critica que el problema de la vivienda
"continúa machacando a la ciudadanía, y el drama de los desahucios crece
hasta el punto de que la Región de Murcia es la Comunidad "donde más ha
aumentado, llegando a la cifra de 2.840 desalojos el año pasado".
Por
otra parte, las Marchas de la Dignidad señalan que la deuda pública de
la Región "aumentó considerablemente llegando a los 7.467 millones de
euros". Se trata de una deuda que "de forma rastrera y traidora intentan
socializar cuando la ciudadanía no es para nada culpable de su
despilfarro y mala gestión", añaden.
"Quieren pagar su deuda a
costa de nuestros servicios públicos, nuestros derechos y nuestro
empobrecimiento; la descomposición del régimen del 78 y su Constitución,
que no reconoce los derechos de las personas, los pueblos y las
naciones del Estado, es hoy un papel mojado en cuanto a derechos y
libertades", ha aseverado.
A pesar de ello, Grau ha lamentado que
el Gobierno regional "se mantiene en su línea de malgastar los recursos
públicos en obras faraónicas que para nada suponen un beneficio para el
resto de la sociedad". Por ejemplo, se han referido al aeropuerto de
Corvera, al "despilfarro" en la desaladora de Escombreras, al 'caso Umbra', al palacio de los deportes de Cartagena y a un "largo
etcétera".
"En vez de poner todos sus esfuerzos en intentar
subsanar estas problemáticas, el Gobierno muestra su lado más crudo
desplegando su aparato represivo contra la ciudadanía", según ha
destacado Grau en referencia a la 'Ley Mordaza'.
Asimismo, ha
criticado que, ante la "pasividad" de las instituciones, las agresiones
de corte "xenófobo, fascistas y de fobia contra el colectivo LGTB
aumentan de forma alarmante en la Región, especialmente en la ciudad de
Murcia".
De la misma forma, ha lamentado que la violencia machista
en la Región "adquiere unos matices alarmantes, y las instituciones no
buscan atajar el problema de raíz empleando los recursos necesarios en
Educación y en protección a las personas afectadas". Prueba de ello, han
puesto como ejemplo los 15.935 casos de violencia machista en la
Región.
"Tenemos un sistema con una gestión insostenible, puesto
que el índice de pobreza en España asciende a 13 millones de personas, y
en la Región de Murcia afecta a unas 658.600 personas, siendo la
Comunidad que presenta el índice de pobreza más elevado de España",
según Grau.
En su opinión, es el momento de
decir "basta", porque "nos quieren callar y no lo vamos a consentir".
Al contrario, los integrantes de las Marchas reclaman "el derecho a una
vida digna: pan, techo y trabajo".
Por todo lo dicho, exigen que
no se pague una deuda que califican como "ilegal, ilegítima y odiosa",
al tiempo que se muestran en contra de una Europa "del capital", sino a
favor de una Europa "social, solidaria y democrática".
De la misma
forma, reivindican el trabajo y el salario digno, así como el empleo
estable y la recuperación de los derechos sociales y laborales "robados a
la clase trabajadora", arremetiendo contra la "precarización laboral y
social".
Asimismo, critican las reformas laborales y piden una ley
que "proteja a los trabajadores y no a los grandes empresarios".
También reivindican "el derecho a la Renta Básica; el cese de los abusos
financieros; la defensa de los servicios 100% públicos para todos, como
la Educación, la Sanidad y los servicios básicos".
Igualmente,
defienden el derecho de las mujeres a "decidir sobre su cuerpo y la
lucha contra la violencia machista", reclamando "un futuro digno para la
juventud, que no le obligue al exilio o a la emigración, y por
facilitar a los emigrados en su derecho al voto".
Se han mostrado
también partidarios de la derogación de las leyes "represivas" y a favor
de la libertad de los "represaliados" por motivos políticos, al tiempo
que piden la derogación de la 'Ley Mordaza' o el TTIP ni a los "tratados
escritos por las transnacionales contra los derechos sociales y la
democracia".
"Por el derecho a la vivienda, contra la pobreza
energética, por la garantía de los servicios básicos de luz, agua y gas;
no a la OTAN; que se facilite la acogida de los refugiados sirios,
derechos para todos, ningún ser humano es ilegal; por el cierre de los
Centros de Internamiento de Extranjeros; por los derechos ambientales",
concluyen.
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