martes, 13 de octubre de 2015

La abogada del Ayuntamiento de Murcia vuelve a ponerse de parte de los imputados del 'caso Umbra'

MURCIA.- Una nueva iniciativa legal de la letrada que ejerce la acusación particular en el 'caso Umbra' en nombre del Ayuntamiento de Murcia, Amalia Saorín, solicita el sobreseimiento de la pieza separada 'Nueva Condomina' por entender que los hechos investigados no son constitutivos de delito, según adelanta 'La Verdad'.

La decisión de la letrada es la respuesta al auto de Procedimiento Abreviado (PA), equivalente al de procesamiento, que el titular del Juzgado de Instrucción nº 8 de Murcia, David Castillejos, dictó el pasado junio para confirmar los indicios de delito contra el exalcalde Miguel Ángel Cámara; el presidente del Real Murcia, Jesús Samper, y los ex altos funcionarios de la Gerencia de Urbanismo Pedro Morillas y Joaquín Peñalver. 
El magistrado, que con ese auto situaba a los cuatro acusados a un solo paso del banquillo, atribuye a los dos primeros unos presuntos delitos de prevaricación y de información privilegiada y a los dos últimos, de supuesta prevaricación.
En concreto, el instructor sostiene que Samper desembarcó en Murcia en 1998, cuando un agente de su empresa Santa Mónica le contó que el Real Murcia tenía apuros económicos y que podría adquirirlo por una cantidad nada relevante. A partir de ese momento, habría utilizado el club de fútbol como «reclamo» o «señuelo» para impulsar un gran proyecto urbanístico. Para sacarlo adelante, con el apoyo del alcalde Cámara, se habrían vulnerado presuntamente varios preceptos legales.
La acusación particular  ha presentado un recurso para pedir el archivo de las diligencias y defender que no existe delito en ninguna de las decisiones municipales que se adoptaron: la firma del Protocolo Marco entre el alcalde Cámara y Jesús Samper en 1999, la firma del Convenio Nueva Condomina en 2001 y el Plan Parcial Nueva Condomina en 2003.
La letrada no solo sostiene que no existe delito alguno en la actuación del antiguo equipo de gobierno, sino que además afirma que el Ayuntamiento no sufrió perjuicio económico alguno por esas decisiones que presuntamente favorecieron a Samper por encima de lo que la ley permitía, de forma que estima que no se les puede exigir a los acusados responsabilidad penal ni civil alguna.
La postura de esta acusación particular ya fue motivo de controversia el pasado mayo, cuando el fiscal anticorrupción, Juan Pablo Lozano, la acusó de estarse limitando a defender los intereses de los imputados, como el alcalde Miguel Ángel Cámara, en lugar de defender los intereses públicos y perseguir las desviaciones de poder en que hayan podido incurrir empleados públicos en perjuicio del Consistorio. Una razón por la cual la Fiscalía reclamó que esta parte fuera expulsada del caso.
La airada reacción de la abogada consistió en rechazar «tajantemente» las afirmaciones de Lozano, a quien llegó a amenazar con denunciarle «por acoso y coacciones» y asegurar que no está obligada «a sostener la acusación si considera que no existe base para ello, debiendo tener en cuenta tanto las condiciones favorables como las desfavorables».

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