jueves, 15 de octubre de 2015

El fiscal superior del TSJ denuncia la nueva ventaja normativa para corruptos y delincuentes de cuello blanco

CARTAGENA.- El fiscal superior del TSJ, Manuel López Bernal, se hizo ayer eco de la «inquietud» instalada entre jueces y fiscales por el impacto negativo que puede tener en los procesos de corrupción y delincuencia económica y fiscal a gran escala, y en general en la salud democrática del país, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal impulsada por el Gobierno. 

López Bernal dijo no poder desaprovechar la ocasión del acto de apertura del Año Judicial en la Región para pedir que se suspenda la entrada en vigor de esa norma, prevista para diciembre. Advirtió de que la limitación, con carácter general, a seis meses del plazo para instruir causas, y la restricción de los recursos y de la posible práctica de pruebas complementarias, con el supuesto objetivo de evitar que los procesos se eternicen, supone un «grave riesgo de impunidad» por la precariedad de medios en la Justicia.
«Esto no podemos ocultarlo a la ciudadanía», enfatizó López Bernal. Y afirmó que «la tramitación no se dilata por la desidia de jueces, fiscales y funcionarios, sino fundamentalmente por la falta de medios de investigación personales y materiales», y porque las partes suelen recurrir «todas las decisiones» y generan «deliberadamente» un «colapso de años».
A su juicio, imponer plazos es «la última medida» que debería aplicarse. «Sin un cambio procesal previo, con los plazos que impone la reforma se consagraría de hecho la existencia de una justicia penal para los poderosos y otra para los más desfavorecidos. Y qué duda cabe de que no es esto lo que pretenden nuestros representantes», alertó el fiscal superior.
Aunque no llegó a citar a políticos, López Bernal criticó a los legisladores y aseguró que «los que más se beneficiarán de la reforma» serán los implicados en escándalos. En su opinión, «no es justo» que los imputados «se vean sometidos a interminables causas con odiosos juicios paralelos, salvo que ellos mismos sean los que provoquen deliberadamente las dilaciones, lo que no es infrecuente». Pero hizo ver que «más injusto resultaría que, para evitarles ese padecimiento que todos rechazamos, pudieran quedar sin castigo los delitos más reprochables».
Frente a este panorama, López Bernal pidió invertir más para poner a España al nivel del resto de países de Europa. Sin renunciar al optimismo, auguró que, por su «experiencia», seguramente pasarán «años» antes de que se creen las 10.000 plazas necesarias en los juzgados ordinarios, según la crónica del acto elaborada por 'La Verdad'.

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