PSOE y Ciudadanos están pactando por la base en el municipio de
Murcia, un aviso nada discreto de lo que pudiera venir tras el resultado
de las elecciones generales si se cumplen los peores augurios para el
PP de Rajoy. Quiero decir que el alcalde Ballesta nos podría durar seis
meses si Pedro Sánchez y Albert Rivera sumaran la mayoría. Esta es la
primera lectura.
La segunda es que PSOE y Ciudadanos están haciendo un involuntario
favor al PP en las pedanías de Murcia al barrer el camarismo. El férreo
entramado de intereses mutuos con que se ha sostenido el poder orgánico
de Miguel Ángel Cámara a lo largo de los años, en que todo el mundo
hacía la vista gorda sobre todo el mundo, se está desmoronando. Era un
trabajo delicado que correspondía acometer a Ballesta y a Pedro Antonio
Sánchez, y lo estaban intentando con cierta finura, no sé si a la par o
cada uno por su lado, pero de pronto han llegado PSOE y Ciudadanos y van
a rematar la faena por las bravas.
Es un contratiempo para el PP, y más con el 20D a la vuelta de la
esquina, pero con el tiempo lo agradecerán. Les están haciendo la
renovación gratis.
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