No habrá
semana de tregua hasta que lleguen las elecciones generales del próximo
20-D. Hay mucho en juego. Si nos atenemos a las declaraciones del
presidente del BBVA, Francisco González, se está poniendo en riesgo
incluso el modelo económico español. Con ocasión de la celebración en
Lima de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco
Mundial, el gallego ha lanzado su advertencia desde Perú.
Para
el también presidente del Institute of International Finance, “el
Gobierno que surja, cualquiera que sea su signo político, a mi modo
de ver debería entender muy bien cuáles son las dinámicas de la
economía de libre mercado y de un Estado de derecho para que podamos
seguir creciendo. Aquí lo que hay que hacer es crear puestos de
trabajo, y para crear puestos de trabajo, cuanta menos
incertidumbre y cuanta más seguridad jurídica, mejor".
Ante
la incertidumbre de los resultados de las próximas elecciones,
si nos atenemos al último sondeo publicado por Metroscopia en el que
da vencedor al PSOE con un 23,5 % de los votos; seguido a una
décima por el PP con el 23,4 % de los votos y a solo dos puntos por
ciudadanos, con el 21,5 % de los votos, el primer ejecutivo del
BBVA apuesta porque se mantengan las cosas como están. Para González,
“los mercados están poniendo cada vez más atención a los resultados
que puedan surgir en las elecciones de diciembre".
Frente a
esta defensa del modelo económico español realizada por González
ante lo más granado de las finanzas mundiales, los socialistas han
iniciado su campaña preelectoral para rebajar el optimismo de los
populares atacando tanto la Economía como los pobres resultados
que ha tenido en el ámbito del empleo. Con cinco millones de
parados y tantos empleos en precario, los socialistas consideran
que tienen suficiente campo para atacar la que los populares
consideran su principal baza de cara a las elecciones.
Si
durante las últimas semanas Jordi Sevilla se ha venido encontrado
con grupos de periodistas para criticar las consecuencias de la
política económica de Mariano Rajoy y tratar de engrandecer las
debilidades de la política económica de los populares, esta
semana van a incidir en lo mismo en el Congreso de los Diputados. Por
una parte presentan una proposición no de Ley conjunta con la
mayoría de los grupos de oposición para revertir lo que denominan
los graves efectos que están causando las diferentes políticas
puestas en marcha por el Gobierno de la Nación, por medio del Real
Decreto–Ley 20/2012, así como de las medidas restrictivas de la Ley
de Presupuestos Generales del Estado para el sector público
empresarial, que depende del Grupo de la Sociedad Española de
Participaciones Industriales (SEPI).
Por otra, han presentado
una moción consecuencia de la interpelación urgente del Grupo
Parlamentario Socialista sobre el balance de la política de empleo
en la X Legislatura, porque consideran que es el talón de Aquiles de
los populares.
Desde el PP la vicesecretaria de Estudios y
Programas del PP, Andrea Levy, ha anticipado parte de la respuesta
que les van a dar a ellos y a los apoyos que buscan los socialistas,
pidiendo este domingo a los jóvenes próximos al partido que "no
permitan que en España vuelvan a gobernar los que la dejaron en la
ruina" y que "no se olviden de que detrás de Pedro Sánchez está la
larga sombra de la España de Zapatero".
En un acto con miembros
de Nuevas Generaciones que ha cambiado el escenario habitual de
estos encuentros, pues se ha celebrado en una cafetería de Madrid,
aunque emblemática para los jóvenes populares, también ha
alertado contra los que pretenden "venir" a darles "lecciones de nueva
política", en alusión a Ciudadanos. No los ha nombrado, porque muy
probablemente los necesitarán tras las elecciones si, como creen
los conservadores, al margen de las encuestas son los que
finalmente ganan las elecciones, aunque con un resultado
insuficiente para formar gobierno.
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