CARTAGENA.- Pese a las apariencias de buena sintonía que
mantienen el alcalde de Cartagena y su vicealcaldesa, el hecho de que ya
no aparezcan tan juntos como en los últimos tres meses, y de que López
haya tomado algunas decisiones como la de retirar el retrato del
exalcalde Alonso, podrían haber empañado su camadería, al margen de los
desencuentros y «las formas» que López tiene con la oposición, afirman
fuentes municipales, con las que hoy especula 'La Opinión'.
José López y Ana Belén Castejón, alcalde y vicealcaldesa,
respectivamente, acaban de cumplir cien días en el Gobierno municipal y,
por mucho que se empeñan en 'pregonar' a los cuatro vientos que
mantienen «muy buena sintonía», lo cierto es que existe un
enfrentamiento entre ambos que cada vez es más visible, hasta para los
funcionarios, informaron a esa Redacción fuentes municipales. Al
principio era más 'velado', pero hoy en día es «vox populi» en el Ayuntamiento de Cartagena y, sobre todo, entre los grupos de la
oposición, PP, Ciudadanos (C´s) y Cartagena Sí Se Puede (CTSSP),
aseguran miembros de estas formaciones.
Desde hace unos días ambos
han empezado a no compartir tantas reuniones como antes –como se puede
comprobar en la web municipal– aunque sigan cuidando la foto diaria del
bipartito MC y PSOE en la web municipal. Pero es que además, López ha
puesto a Castejón –secretaria general de los socialistas en Cartagena–
en una situación más que comprometida con el polémico retrato del
exalcalde socialista José Antonio Alonso. Al ordenar que se lo quitaran
de la vista –puesto que lo tenía presente, sí o sí, desde el pasado 15
de junio en que agarró el bastón de mando, ya que el cuadro estaba justo
al lado de la entrada por la que se accede a su despacho–, López no
contó con Castejón y ese gesto ha sentado como una patada a la familia
socialista local.
Muchos militantes reaccionaron y exigieron una
respuesta a Castejón, quien hizo mutis por el foro, hasta que una semana
después admitió que el 'jefe' no le había consultado. «No sabía nada,
estaba fuera, lo estarán arreglando ...», dijo restando importancia a
este hecho para ella 'anecdótico', a juzgar por sus declaraciones, pese a
que la ejecutiva regional del PSOE exigió que Cartagena y su ejecutiva
local diera la cara, ante las múltiples quejas de los afiliados en
Murcia.
Al margen de este encontronazo, que no ha pasado
desapercibido ni para la opinión pública ni para la oposición, fuentes
consultadas por esa Redacción confirmaron que alcalde y vicealcaldesa
«tuvieron una fuerte bronca la semana pasada». Ninguno quiso dar
explicaciones a este diario, pero lo cierto es que López ha empezado a
dar pasos por su cuenta con el fin de que ella se percarte de que se
puede resbalar del sillón de vicealcadesa lanzándole una especie de 'globo sonda' enmascarado.
Así, esta semana se filtró a los
medios que López había rechazado una oferta del PP para llegar a un
pacto que dejara fuera del Gobierno a Castejón, quien, hay que
recordarlo, reemplazará al alcalde los dos últimos años de legislatura,
según el «pacto del boli» –que ambos firmaron siguiendo las pautas del
secretario regional del PSOE, Rafael González Tovar, el día de la toma
de posesión de la nueva Corporación, ya que éste necesitaba que su
partido tuviera presencia en una ciudad importante (Murcia y Lorca están
en manos populares) de cara a las próximas elecciones. Alcaldía negó la
supuesta oferta de pacto y lo mismo hizo el portavoz del PP, Francisco
Espejo. Pero lo cierto es que MC y PP 'se tienen ganas', sus ideologías
están más cercanas y del odio al idilio hay un paso. Aunque López no
quiere pactos con «corruptos», y por eso no quiso formar con el PP
Gobierno en junio. Para él Espejo, Nicolás Angel Bernal o Florentina
García representan el pasado de Barreiro y, de hecho, el alcalde
investiga o ha presentado ante los tribunales denuncias contra estos
ediles populares. Y los del PP, tras 20 años sin que se les rechiste por
su mayoría absoluta, defienden su «dignidad» y se agarran a sus más de
26.000 votantes en las pasadas elecciones, pese a que el batacazo en las
urnas fue de órdago.
Pero el problema de López, advierten entre
las filas de la oposición, es más bien de actitud, según señalan varios
ediles. El alcalde es un hombre accesible y muy campechano, «pero le
pierden sus formas y su complejo de concejal de la oposición», algo que
le reprochan C's, PP y CTSSP. «Aún no se ha enterado de que está en el
Gobierno y se empeña en seguir atacando al PP en lugar de en gestionar
el Ayuntamiento y los proyectos de la ciudad», le echó en cara Espejo el
viernes. Y es que el día anterior, López citó a la oposición para
despejar dudas sobre la gestión de Casco Antiguo y, al parecer, lo
primero que hizo fue acusar a Espejo «de meter la mano en las arcas,
delante de varios técnicos», señalaron fuentes municipales.
Castejón,
que no siempre puede controlar a su 'jefe', pese a su disposición a
llegar a acuerdos, intenta mantener el tipo como puede y mantiene una
actitud mucho más conciliadora, pero claro «los modos y la educación son
normas básicas de convivencia». Y aseguran que, aunque López y Castejón
siguen aparentando normalidad, han podido empezar a «tomarse el
chocolate de espaldas».
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