A la agencia de calificación de riesgos Moody´s no le han gustado los
resultados de las elecciones catalanas. Es la segunda de las grandes
agencias mundiales de calificación de riesgos que lanza esta
advertencia en menos de 48 horas. Considera que la situación de
indefinición política en la que ha quedado Cataluña no resuelve la
tensión existente entre la Generalitat y el Gobierno central. Y las
tensiones son mal vistas por los inversores.
Moody´s va incluso más allá que su homóloga Fitch para la que el
problema se produciría a partir del momento en que Cataluña rompiera
los lazos con el Gobierno de la nación. A partir de ese momento
rebajaría el rating de Cataluña pues, como recodaba la agencia, es el
Gobierno Central el que proporciona a día de hoy la financiación de la
Generalitat.
Moody´s en cambio adelanta los riesgos. Considera que no resulta
necesario esperar a que se produzca la ruptura. Los riesgos están ya
presentes y se agudizarán si no se resuelven las tensiones entre ambos
ejecutivos.
Para Moody´s la clave en las futuras negociaciones estará en la
dependencia financiera que mantiene Cataluña en la actualidad con la
Hacienda española de la que ha recibido 37.500 millones en los últimos
4 años para poder hacer frente a sus obligaciones.
Según los expertos de la agencia los efectos también serían negativos
para España, pues supondría perder un 20 por ciento del PIB.
La agencia no se pronuncia en cambio de lo que pueda suceder en el
interim desde que se forme el gobierno de la Generalitat y hasta que
se logre un nuevo Gobierno de la nación tras las elecciones previstas
para el mes de diciembre.
Pero los mercados están señalando que las consecuencias serán
negativas. Un sector clave, como por ejemplo el financiero, afronta
muchas incertidumbres de cara al futuro de su cuenta de resultados.
La entrada en vigor de las nuevas normas de Basilea y las nuevas
exigencias de capital impuestas por las instituciones comunitarias que
iniciarán a partir del próximo año un nuevo test de resistencia a los
grandes del sector, son los principales elementos que añaden más
incertidumbre. Y sin él no funciona nada en la economía.
Por si fuera poco la nueva normativa para impedir que los bancos
cobren por dos conceptos al retirar dinero de los cajeros y la
exigencia de que pague impuestos por los avales del Estado, se vienen
a sumar a la otras incertidumbres que van a tensionar más su cuenta de
resultados.
A veces parece existir una satisfacción general por los apretones que
se viene dando a la cuenta de resultados de bancos y cajas, como si
con las presiones a las que se les somete se rebajara el salario de
sus grandes ejecutivos. ¡Qué equivocación!
Quienes más suelen sufrir las consecuencias de los recortes en los
beneficios de estas entidades cotizadas son los accionistas. Y hay
millones de ellos que dependen del dividendo para poder mejorar algo
sus dificiles condiciones de vida.
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