Lo que le faltaba ya al clima político regional para entrar en
ebullición era la revelación de que Adif está poniendo reparos al pacto
de PP, PSOE y Ciudadanos para modificar el proyecto de entrada del AVE
en Murcia con el fin de adecuarlo al convenio de soterramiento de 2006
y, a la vez, no frenar la llegada del tren. Ese cambio de diseño debía
ratificarse por la sociedad Murcia Alta Velocidad, pero el retraso en la
convocatoria de su consejo resultaba altamente sospechoso. Ahora
sabemos la razón. Resulta increíble que ese acuerdo, teóricamente
apoyado por la ministra de Fomento, no estuviera consensuado previamente
con Adif en el plano técnico. Ya pueden aplicarse el Gobierno regional y
el Ayuntamiento en vencer esas resistencias. De lo contrario, su
crédito ante la opinión pública quedará bajo mínimos. ¡Qué bochorno!
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