miércoles, 7 de octubre de 2015

¿Cambiar la Constitución? / Félix de la Fuente Pascual *

¿Es necesario cambiar la Constitución o es necesario aplicarla?

Es curioso observar cómo intentan manipularnos los políticos. Ahora resulta que los males de España se deben a la Constitución. Cambiando la Constitución se soluciona el problema del paro, se acaban los desahucios y desaparece independentismo catalán. ¡Cuidado que hemos tardado tiempo en darnos cuenta de una cosa tan evidente! Pero no sé si los ciudadanos, que somos más torpes, nos percatamos o estamos convencidos de esta necesidad. Sobre todo, porque hay dos cosas en la Constitución de la que estamos absolutamente seguros la mayoría de los ciudadanos de a pie y que no quisiéramos que nadie nos las tocara: “la igualdad de todos los españoles ante la Ley”, esta es la primera, y “la soberanía del pueblo español”, la segunda. Y digo que no queremos que nos las toquen, aunque, hablando con propiedad, debería decir que “no queremos que nos las toquen más”, porque estos dos principios, que deberían ser la base de nuestra democracia, están ya profundamente manoseados.

Que pregunten a los ciudadanos si creen que los españoles somos todos iguales ante la Ley: privilegios fiscales de las grandes fortunas, innumerables privilegios de los políticos durante y después de su mandato, regímenes fiscales especiales de algunas regiones, desigualdad de sueldos de los funcionarios por los mismos servicios prestados, según sea la región donde se encuentren, imposibilidad de acceso a la justica por parte de muchos ciudadanos etc. etc. Estoy seguro de que la mayoría de los ciudadanos no queremos que se manipule más este punto de la Constitución, sino, todo lo contrario, que se haga cumplir y que desaparezcan todos los innumerables privilegios existentes en España, y sobre todo los de los políticos.

Tampoco queremos privilegios los catalanes no-independentistas, que, como ha quedado demostrado, somos mayoría. No queremos que se nos hable de la singularidad catalana, porque eso es una perogrullada mayúscula. Todas las regiones son singulares y todas las personas somos singulares. No hay dos personas que sean iguales. En eso consiste nuestra personalidad en que todos somos diferentes. No, los catalanes no queremos privilegios frente a ningún otro español, pero tampoco discriminaciones frente a la minoría independentista, discriminaciones que vienen tolerando todos los gobiernos centrales. Antes de cambiar la Constitución, es necesario que se haga realidad este principio de igualdad de todos ante la Ley.

Siguiendo con la igualdad de todos los españoles, ¿es acaso democrático que el voto de un segoviano o abulense valga el doble o el triple que el de un ciudadano de Madrid? ¿Es acaso normal que el 55 % de los ciudadanos de Barcelona tengamos que someternos al 45 % de los ciudadanos independentistas porque el voto del ciudadano de Lérida y de Gerona vale más del doble que el voto del ciudadano de la provincia de Barcelona? ¿Ha reportado alguna ventaja a los ciudadanos de las provincias menos pobladas, como Ávila, Segovia, Burgos…etc esta desigualdad en la ponderación del voto? ¿Ha supuesto alguna ventaja económica o fiscal a los habitantes de esas provincias? ¿Han dejado de despoblarse en algún momento los provincias pobres del centro de España o incluso las zonas del campo en las regiones ricas? ¿Estabais enterados acaso de que el principio “una persona un voto” es puro cuento en España, cuando hay votos que valen por tres? ¿Sabíais acaso cómo justifican los políticos esta desigualdad? Pues dicen que como las provincias poco pobladas o las zonas rurales no tendrían apenas representación a nivel autonómico o nacional, sus representantes estarían muy alejados de sus representados, y, por tanto, estas provincias necesitan más representantes. ¿Sabéis que el representante autonómico de la provincia de Ávila puede estar viviendo en

Burgos, por ejemplo, y muchas veces de hecho lo están? ¿Sabéis que a nivel nacional le representante de la provincia de Valladolid puede estar viviendo en Cádiz, por ejemplo, y muchas veces de hecho lo están?. ¿De qué cercanía nos hablan? Actualmente la lejanía del representante de los ciudadanos frente a sus representados es absoluta, y no sólo geográfica sino también mental y de intereses.

Hay que revitalizar las provincias poco pobladas, no podemos permitir que desaparezcan nuestros pueblos y nuestra historia, eso es verdad, porque las personas que viven el campo tienen una misión importantísima que cumplir en la lucha contra la desertización y en el cuidado de los montes, entre otras,  pero son otras medidas muy diferentes las que se necesitan para que las personas no huyan del campo.

¿Cambiar la Constitución? Sí, pero no para crear privilegios, sino para acabar con ellos. Y, sobre todo,  más que cambiar la Constitución es urgente aplicarla. Cambiar la Constitución, sí, pero en el sentido que quiere el pueblo, que es el soberano, no en el sentido que les interesa a los políticos (pero de esto,  del expolio de la soberanía del pueblo español, hablaré el próximo día).


(*) Secretario de Acción Política de CILUS – Ciudadanos Libres Unidos

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