jueves, 1 de octubre de 2015

Prohibido robar gallinas / Ángel Montiel

El Tribunal Supremo estudia el caso de un laboratorio farmacéutico que experimentó con seres humanos al más puro estilo Menguele con la consecuencia de producir malformaciones físicas de extrema gravedad a miles de personas y resuelve que no hay responsabilidad, pues la denuncia sobre la talidomida ha prescrito. La multinacional alemana Wolkswagen truca con un detector oculto el sistema de revisión de los efectos contaminantes de sus vehículos e infecta el mundo de chimeneas rodantes que sobrepasan los niveles de emisión establecidos por las leyes, delito reconocido por la marca sin que ninguno de sus ejecutivos y técnicos haya pisado la cárcel. 

La gran estafa producida por el sistema de cajas de ahorros españolas ha precisado de un rescate multimilmillonario que los ciudadanos estamos pagando a pulso sin que la Justicia haya intervenido salvo en algunos casos específicos, y gracias a las denuncias de un partido minoritario, UPyD, mientras el que fuera gobernador del Banco de España, responsable del control financiero del país, disfruta de una indemnización equivalente al salario anual de muchos miles de obreros y los políticos y ejecutivos que hozaron en esas entidades se han ido de rositas, y algunos van todavía por ahí dando lecciones de economía.

¿Dónde está la Justicia?

En Cataluña se crea un gran revuelo porque el TSJ de esa Comunidad imputa al presidente de la Generalidad por la convocatoria de un referéndum ilegal a sabiendas de que era ilegal. Pero la Justicia todavía no ha responsabilizado a Artur Mas de la trama de fundaciones que cobra el 3% de obra pública contratada para financiar a su partido y los bolsillos de algunos de sus ejecutivos, mientras los Pujol siguen respirando el aire de las montañas nevadas en sus lujosas mansiones a pesar de las múltiples evidencias sobre saqueo de los fondos públicos.

Murcia. A menor escala, pero en la misma línea de elusión, el Supremo declara ilegal la recalificación de suelo que permitió la construcción de la urbanización Joven Futura, con la consecuencia de grave perjuicio para quienes promovieron y adquirieron sus viviendas, pero sin sentenciar responsabilidad directa alguna para los técnicos y los políticos que dieron la luz verde saltándose los trámites, de modo que los perjudicados tendrán que empezar a pleitear en otras instancias, gastando de su bolsillo, mientras los responsables de la chapuza resumen el caso como una simple cuestión de formalidades.

Otro Tribunal, éste administrativo, pero Tribunal al fin, el de Cuentas, ha venido advirtiendo en sus informes sobre las irregularidades en la construcción y gestión de la desaladora de Escombreras, pero en vez de tomar medidas y enjuiciar el caso, remitía sus conclusiones al mismo Gobierno que las propiciaba, con la consecuencia de que tales informes iban al cajón.

Ahora bien, no se le ocurra a usted robar una gallina.


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