MURCIA.- El envejecimiento en la Región de Murcia ha alcanzado su máximo
histórico en 2015, y ya hay 81 mayores de 64 años por cada 100 menores
de 16, frente a los 28 de 1975 aunque sigue siendo la región más joven
de España, según un informe que alerta sobre la
necesidad de contratar mayores de 45 años debido a que la relación
cotizante-pensionista es de 2,4, considerándose una ecuación sostenible a
partir de 2,5.
Se ha dado a conocer este informe coincidiendo con que este
jueves, 1 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Personas de
Edad, una conmemoración que surge para concienciar sobre la importante
contribución que las personas mayores pueden seguir haciendo al
funcionamiento de la sociedad, si ésta cuenta con las garantías
adecuadas.
En el contexto actual, se explica que esta
concienciación cobra una importancia fundamental, ante una sociedad en
pleno proceso de envejecimiento. En España, concretamente, el índice de
longevidad ha alcanzado su máximo histórico (114%), lo que significa que
por cada 100 menores de 16 años, se contabilizan 114 mayores de 64.
Murcia, por su parte, es la región española más joven de España, con 81
mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Este ratio indica
que aún es una Comunidad joven, si bien la tendencia indica que dejará
de serlo en los próximos 15 años. No en vano, desde 1975 el índice de
envejecimiento casi se ha triplicado, alcanzando en 2015 su máximo
histórico (81 por ciento), según las mismas fuentes.
Desde
el año 2000, se recuerda que España es un país envejecido, lo que
significa que cuenta con más personas senior que jóvenes. El aumento de
la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad son los
principales causantes de esta realidad y se calcula que en 2030 los
mayores de 65 supondrán el 30% de la población, frente al 18% actual.
En
este momento, cuando empiecen a jubilarse en masa los denominados
'babyboomers', nacidos entre 1958 y 1977, unas cohortes sensiblemente
más reducidas "deberán soportar el coste de la atención de las pensiones
y sus cuidados sociosanitarios", advierte la empresa.
Según el
director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, "la relación
cotizante-pensionista es actualmente de 2,4, considerándose una ecuación
sostenible a partir de 2,5 contribuyentes por cada jubilado.
Si
continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona
inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo que sin duda pone
en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema".
Ante esta
realidad, Mesonero destaca la importancia de "complementar con ahorro
privado la inversión pública de pensiones". Sin embargo, el directivo
insiste en que "las empresas también deberán asumir importantes retos
para adaptarse a la fuerza laboral emergente".
A
la luz de las cifras, se explica que "queda patente la necesidad de
apostar por la fuerza laboral de más edad, algo que ya se ha empezado a
hacer realidad". Según Mesonero, "desde el año pasado venimos notando
un cambio de tendencia en el mercado, siendo los mayores de 45 años los
que más empleos están ocupando".
"En primer lugar por una cuestión
de estadística, ya que representan un 40% del total de parados, unida a
otros factores como la posibilidad que tienen las empresas de contratar
a estos profesionales por condiciones más económicas o la necesidad de
compensar la marcha del talento joven a otros países, en busca de
mejores condiciones, señala".
En efecto, entre junio de 2014 y
junio de 2015 se han creado 513.500 nuevos empleos, de los cuales, un
78% han sido para mayores de 45 años. Sin embargo, "el gran reto es
convencer a las empresas de que recuperar el talento senior es una
ventaja competitiva", advierte.
"Hemos de dar por clausurada la
etapa de discriminación al trabajador mayor de 45 años, hay que tener en
cuenta que están en el ecuador de su vida profesional y que además
cuentan con valores que les hacen altamente competitivos como la
experiencia, la madurez o el control emocional", recalca Mesonero.
En
línea con la coherencia demográfica, la edad laboral tenderá a
incrementarse, para compensar la falta de relevo generacional. Sin
embargo, las empresas, los poderes públicos y la sociedad en general,
deberán asumir otros importantes retos para adaptarse a la fuerza
laboral emergente.
Por ejemplo, deberán sensibilizar
a la sociedad y al tejido empresarial, acercando los valores de los
trabajadores mayores de 45 años (madurez, experiencia, templanza) y
renovando la visión, a menudo desfavorable, que se tiene de la fuerza
laboral más senior.
Además, deberán estimular la incorporación al
mercado de los sectores de la población tradicionalmente más inactivos:
personas con discapacidad, mujeres, etc, para contrarrestar la pérdida
de los activos más jóvenes; así como promover medidas de conciliación:
horarios flexibles, prestaciones de maternidad y otros subsidios que
garanticen que las familias pueden compatibilizar el empleo con el
cuidado de los suyos.
Por último, deberán promover políticas que
incidan en un estilo de vida saludable, mejorando la calidad de vida y
ayudando a prevenir enfermedades en las personas de más edad.
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