miércoles, 30 de septiembre de 2015

Perdedores y ganadores / Luis de Velasco *

Primer perdedor: Mas. Tras la resaca de una celebración forzada, consultada la almohada se dará cuenta de ello, él mismo y sus acompañantes. Ha perdido su “plebiscito” y no volverá a ser President ni podrá poner en marcha sus dieciocho meses hacia la desconexión. Puede resistirse llevado de su mesianismo y de su demostrada total falta de respeto a la legalidad y la realidad pero claudicará (deseémoslo). Atrás queda un paisaje de ruinas sociales, económicas y políticas y, sobre todo, en la convivencia entre catalanes y entre estos y el resto de españoles. El daño hecho por él y sus secuaces es profundo y deja huella. Debe irse.


Segundo perdedor: Rajoy y su PP. Absoluta catástrofe, corolario de una gestión política global y respecto de Cataluña desastrosa. Inmovilismo, tancredismo, abulia, falta de liderazgo. Ha perdido el tiempo lastimosamente y ha dejado la iniciativa al bando secesionista. No puede seguir ignorando que cerca de un cincuenta por ciento ha votado por las tesis del conglomerado independentista. Eso hay que enfrentarlo con imaginación y con decisión. Eso y los problemas que encara España porque uno y otro tema están entrelazados. Está claro que Rajoy no puede enfrentar esos problemas y por eso debe irse también.

Tercer perdedor: Pablo Iglesias. No se puede ser un funámbulo todos los días y a toda hora. O mejor dicho, se puede ser pero llega un momento en que te caes. Hoy digo una cosa, mañana la contraria y en último término en caso de apuro “lo que diga la gente”. Al final tanta inconsistencia, tanto oportunismo tiene un coste porque el elector te pilla y no te vota. Interrogante: ¿es un paso más en la cuesta abajo de Iglesias y Podemos? Veremos.

Cuarto perdedor (Cantado “a priori”): Durán. Nada que llorar por ello aunque algunos lo echarán de menos. Gran ejemplo de político trapacero y poco fiable. Es democristiano.
Único ganador y por goleada: Ciudadanos. Ha reclutado votos en territorios PSC y, sobre todo y abrumadoramente, en los del PP. Ha señalado a estos últimos la vía de la irrelevancia en Cataluña y, probablemente y a más largo plazo, en toda España Si esto se cumple o no, lo veremos muy pronto.

Nos queda el PSC. A primera vista, pierde. Pero no está tan claro porque no ha habido catástrofe y ello ha sido porque ha abandonado su permanente indefinición sobre el “derecho a decidir” lo que le ha favorecido.

En resumen, el constitucionalismo está mejor que antes del pasado domingo y el independentismo está peor. Hagámonos esta pregunta: ¿cuál sería hoy la situación si el independentismo hubiera ganado en votos?

(*) Economista del Estado

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