Hace ya más
de medio siglo, un avispado periodista llamado Darrel Huff publicó un
libro de divulgación que pronto se convirtió en icono de maestros,
estudiantes, políticos y publicitarios. Se titulaba ‘Cómo mentir con las
estadísticas’, y fue libro de texto en algunos centros estudiantiles.
Alguien o álguienes en el mundo separatista se lo acaban de estudiar muy
bien para poner buena cara al resultado de las elecciones catalanas. A
ellos habría podido recitarles Mario Benedetti su ‘¿De qué se ríe?’.
El
escritor uruguayo ya no está y además hablaba de un ministro en su
poema, pero se le podría haber aplicado a las anchas sonrisas anoche
de Artur Mas, Oriol Junqueras y otros amontonados en la lista de
Junts pel Sí. Eran excesivas. Ensayadas, forzadas o incluso
espontáneas, lucían como de cartón piedra. Incluso si eran reales,
no tenían razón de ser. ¿Cómo se puede tener la cara de decir que hay
‘legitimidad’ y que la victoria electoral es ‘suficiente’ para seguir
con el proceso independentista cuando sólo tienen el 47,8% de los
votos?
Ni con el 50% más uno, porque ya está establecido en
las sociedades serias que la independencia y otras cuestiones
fundamentales no las pueden imponer una mitad de la población a la
otra mitad: hace falta una mayoría cualificada. Como por ejemplo
los dos tercios del Parlament que exige el propio Estatut de Cataluña
para su reforma.
Eran unas elecciones parlamentarias pero
los soberanistas las presentaron como plebiscitarias. El mismo
viernes final de campaña, Artur Mas se jactó de que habían
conseguido esa percepción tanto dentro como fuera de España. Vale.
Pero anoche ninguno de ellos habló de plebiscito, que se mide en
votos, sino de escaños. La cruda realidad es que en su derrota, se
envalentonan todavía más y quieren proseguir con el proceso
‘democrático’ de que una minoría de catalanes quiere imponer la
independencia a la mayoría.
Por mucho que rían y griten, el
secesionismo ha perdido fuelle a pesar de todos los pesares, como
reconoce gran parte de la prensa nacional y parte de la catalana.
No toda, porque uno de los grandes medios de Cataluña se ha rebozado
en titulares triunfalistas, para vergüenza del periodismo. El
mismo diario exhibía en portada 24 horas antes el ‘carácter
plebiscitario’ de la jornada. Y otro gran medio ha hecho juegos
malabares con las palabras para decir que sí pero que no, que
triunfo pero menos y que a ver qué pasa.
En medio de ese ambiente
asfixiante en el que los números plebiscitarios no salían pero
es que entonces ya no era eso, sino elecciones plebiscitarias, la
prensa internacional ha prestado un flaco favor a la verdad, a la
objetividad. Ha demostrado tener pocos reflejos, por pereza
dominical, por precipitación o por no saber sumar: este lunes
destacan la mayoría absoluta en escaños y relegan el dato de los
votos en unas elecciones que ellos mismos también aceptaban como
plebiscitarias.
La prensa internacional ha demostrado
tener pocos reflejos, por pereza dominical, por precipitación o
por no saber sumar: destacan la mayoría absoluta en escaños y
relegan el dato de los votos en unas elecciones que ellos mismos
también aceptaban como plebiscitarias. Acuden a titulares
efectistas para que la realidad no les arruine su genialidad:
muchos recogen el ‘sin rencores, adiós España’ del candidato
Antonio Baños de la CUP. Incluido el temerario titular de The Times:
‘Los separatistas catalanes barren en las elecciones regionales
y votan para romper en 2017’. O el Sueddeutsche Zeitung: ‘Victoria de
los separatistas’. O Tagesspiegel: ‘Mayoría absoluta de los
separatistas: ‘Adiós, España’. O Reuters: ‘Los triunfantes
separatistas catalanes reivindican que tienen un mandato para
romper con España’. O la BBC: Elecciones en Cataluña: ‘ganan los
partidos por independencia’.
O Le Figaro: ‘Lo catalanes
lanzan un desafío a España’. O La Stampa: ‘Triunfo de los
secesionistas en Cataluña: ‘Adiós España, ha ganado la
democracia’. O The Independent: ‘Elecciones por la independencia
catalana: ¿estamos a punto de ver la emergencia de la más nueva
nación de Europa?’. O Les Echos: ‘Cataluña: victoria de los
independentistas; ‘Hemos ganado’, afirma el líder separatista
Artur Mas’. O Le Monde: ‘Cataluña: victoria de los independentistas
en las elecciones regionales’. O The Daily Telegraph: ‘’Los
partidos pro independencia de Cataluña logran la mayoría en las
elecciones regionales: con 72 escaños, tienen suficiente para
buscar la secesión de España’. O Handelsblatt, nada menos que en su
titular de apertura: ‘Secesión de España: Los separatistas
obtienene la mayoría en Cataluña’. O Associated Press: ‘España: los
partidos pro secesionistas de Cataluña ganan unas elecciones
emblemáticas’. O AFP: ‘¡Invencibles, invencibles!: los
separatistas catalanes celebran su victoria en las urnas’.
Al
menos tres grandes rotativos sí salvan la cara, aunque a medias.
Uno, Financial Times: 'Los partidos pro independencia ganan en
Cataluña, pero no llegan a una victoria total'. Por un lado, el
corresponsal Tobias Buck considera ‘histórico’ el triunfo de la
lista soberanista, aunque señala en el primer párrafo que es
‘incompleto’ porque no tienen mayoría de votos. Dos, The Wall Street
Journal: 'Los separatistas logran mayoría de escaños en las
elecciones catalanas, pero el alcance es incierto’. Matt Moffett
destaca con más énfasis la minoría soberanista en votos y pone en
duda que así se pueda proceder a ‘romper con España’.
Y tres, The
New York Times: ‘Los separatistas catalanes obtienen una
estrecha mayoría en las elecciones autonómicas’. El
corresponsal Raphael Minder subraya la cuestión plebiscitaria.
Pero lamentablemente, parece que se fue pronto a la cama sin dar
las cifras de votos: ‘Los partidos separatistas catalanes
obtuvieron el domingo una mayoría de escaños en unas elecciones
parlamentarias autonómicas que ellos mismos habían propiciado
como un plebiscito sobre la secesión de España’.
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