lunes, 21 de septiembre de 2015

Tsipras y Syriza renacen de sus cenizas / Antonio Sánchez-Gijón *

¿Es Grecia irreformable? Para el reducido y poderoso grupo de políticos y altos funcionarios de las instituciones europeas más importantes y las del Fondo Monetario Internacional, la respuesta más probable es ‘sí’: Grecia es irreformable… Aunque aún le darán otra oportunidad. El electorado griego acaba de dar la victoria electoral a Syriza, el partido izquierdista liderado por Alexis Tsipras, quien hace pocas semanas convocó las elecciones celebradas este domingo, y a continuación (20 de agosto) dimitió de su cargo para presentarse limpio como candidato a un nuevo mandato.

En las elec­ciones del do­mingo 20 de sep­tiem­bre, Syriza ob­tuvo el 33,8% de los vo­tos, y una ex­pec­ta­tiva de 145 es­caños en el par­la­mento. El prin­cipal par­tido de la opo­si­ción, Nueva Democracia ob­tuvo el 28,5% de votos y 75 es­caños. ND había lo­grado, antes de la caída de su go­bierno en enero, es­ta­bi­lizar la si­tua­ción eco­nó­mica de Grecia, me­jorar la eco­nomía y acordar con la Troika un plan de res­cate, des­ba­ra­tado poco des­pués por el triunfo elec­toral del po­pu­lista Syriza. Desde su lle­gada al po­der, Tsipras con­dujo a su país a un en­fren­ta­miento ra­dical con la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI (la ‘Troika’), re­cha­zando las me­didas exi­gidas por ésta como con­di­ción para dar a su país un nuevo res­cate, el ter­cero en cinco años. En un in­tento vano de ne­go­ciar con la UE desde una po­si­ción de fuerza, Tsipras so­metió la apro­ba­ción de esas me­didas a un re­fe­rén­dum, en ju­lio, en cuya cam­paña pidió ac­ti­va­mente el ‘no’ a lo de­man­dado por la Troika. Gracias a su ‘farol’ po­pu­lista, el primer mi­nistro con­si­guió que el no al­can­zase el 60%. Entretanto había son­deado las po­si­bi­li­dades de que Rusia y China le ayu­dasen fi­nan­cie­ra­mente a re­sistir las pre­siones eu­ro­peas. Otro grave error de cálculo. Rusia y China tienen sus pro­pios e im­por­tantes apuros eco­nó­mi­cos.

Aprobar en el par­la­mento lo re­cha­zado en re­fe­réndum

El éxito de Tsipras en el re­fe­réndum del ‘no’ re­sultó ser un error es­tra­té­gico ante las can­ci­lle­rías. Ahogado por las con­se­cuen­cias fi­nan­cieras de su ac­ción, con va­rios países de la Unión pi­diendo la sa­lida griega del euro, des­acre­di­tado como po­lí­tico eu­ropeo y con el país so­me­tido a un “corralito” ban­ca­rio, del que sólo a él había que cul­par, Tsipras no tardó en ca­pi­tular ante las ins­ti­tu­ciones que había de­nun­ciado como cau­santes de la mi­seria del pueblo griego. Efectivamente, el 25 de ju­lio, a pro­puesta de Tsipras, el par­la­mento aprobó lo que el pueblo había re­cha­zado en re­fe­rén­dum. Nuevas ne­go­cia­ciones con la Troika desem­bo­caron en la con­ce­sión de un res­cate de €86.000 mi­llo­nes. Consecuencia inevi­table de la ca­pi­tu­la­ción de Tsipras, fue la de­fec­ción de los sec­tores más ra­di­cales de Syriza. Yanis Varoufakis, el ra­dical ex­mi­nistro de Hacienda, que había ne­go­ciado con la Troika sin éxito al­guno, y que había di­mi­tido des­pués del 5 de ju­lio, aban­donó Syriza y dio su apoyo a Unidad Popular, una fuerza que re­coge a los de­sen­can­tados del paso atrás de Tsipras ante la Unión. La pre­si­denta del par­la­mento y otras fi­guras prin­ci­pales del par­tido si­guieron sus pa­sos. 

El par­tido trata ahora de pre­sentar el res­cate acor­dado con Bruselas como un éxito po­lí­tico sin pre­ce­dente. El ex­mi­nistro de Energía, Panos Skourletis, dijo des­pués de co­nocer los re­sul­tados que “es la pri­mera vez que un par­tido ha lo­grado un duro res­cate y re­sulta pre­miado por ello. Hasta ahora, el elec­to­rado era ra­di­cal­mente anti res­ca­te”. En días an­te­rio­res, cuando no se es­pe­raba una vic­toria de Syriza tan im­por­tante como la de este do­mingo, y se es­pe­cu­laba que la mejor fór­mula para en­frentar los pro­blemas griegos con Europa sería un go­bierno de coa­li­ción con Nueva Democracia, el par­tido con­ser­vador cla­ra­mente pro-eu­ropeo que ne­goció con Bruselas lo que luego Tsipras des­ba­rató. Ahora no será ne­ce­saria una gran coa­li­ción: un por­tavoz de Syriza dijo al co­nocer la nueva com­po­si­ción del par­la­mento que Syriza for­maría go­bierno con el par­tido mo­de­rado Griegos Independientes, que ob­tuvo el 3,9% de los votos y 10 es­caños. Esta coa­li­ción bi­par­tita re­duce los riesgos de ines­ta­bi­lidad del go­bierno, la cual se hu­biese ins­ta­lado con un re­sul­tado peor de Syriza. En la tarde del do­mingo 20 de agosto Tsipras re­cibió del pre­si­dente Pavlopoulos el en­cargo de formar go­bierno, y se es­pera que éste pueda tomar po­se­sión el lunes por la tarde o a lo más tardar el martes pró­ximo.

Oportunidad de reha­bi­li­ta­ción

La abs­ten­ción del 45% del elec­to­rado in­dica una pér­dida de con­fianza en los par­ti­dos, o bien fa­ta­lismo sobre las ca­pa­ci­dades griegas de su­perar la crisis por sus pro­pios me­dios; o quizás la ad­mi­sión de la casi com­pleta de­pen­dencia de Grecia res­pecto de sus acree­dores e ins­ti­tu­ciones eu­ro­peas. Una con­se­cuencia del nuevo go­bierno será la pro­bable pre­ten­sión griega de re­visar la du­reza del pro­grama de re­formas acor­dado ya con la Unión. Grecia está em­pla­zada ante sus acree­dores en oc­tubre pró­ximo, para exa­minar las me­didas de aus­te­ridad ya to­ma­das, y el pro­grama de las fu­tu­ras. El his­to­rial que Grecia puede pre­sentar a la Troika no es bri­llante: por ejem­plo, apenas se ha em­pe­zado a pri­va­tizar em­presas pú­bli­cas. Esta es una me­dida que choca de frente con la acen­drada ideo­logía es­ta­tista de Syriza, y cual­quier con­ce­sión en este te­rreno pro­du­cirá ma­yores ten­siones dentro de su par­tido. 

Queda por ver si Tsipras puede adoptar la ade­cuada ac­titud ne­go­cia­dora para com­pletar el pro­grama de res­cate y poner a Grecia en vías de cre­ci­miento. Las con­di­ciones fi­nan­cieras son pé­si­mas. El sis­tema ban­cario sigue en cri­sis, y ne­ce­sita la ayuda eu­ropea de li­qui­dez, ELA, así como una fuerte re­ca­pi­ta­li­za­ción. Los pro­gramas de in­ver­sión de la UE sólo pueden ser au­men­tados si Tsipras res­taura la con­fianza entre los países y per­sonas que hace unos meses aus­pi­ciaban el ‘grexit’; entre éstos úl­ti­mos, el po­de­roso mi­nistro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Tsipras ha rea­li­zado casi un mi­la­gro: reha­bi­li­tarse ante su elec­to­rado. Ahora falta ver si se reha­bi­lita ante las ins­ti­tu­ciones y per­sonas que le ha­bían re­ti­rado la con­fianza, y que le llevó a apostar por su re­en­car­na­ción co­mo’ac­tivo’ de la es­cena eu­ro­pea, en lugar de ‘pasivo’.


(*) Periodista


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