viernes, 18 de septiembre de 2015

Clase de idiomas de Felipe VI y el Papa Francisco a Donald Trump / A.R. Mendizabal

El Rey Felipe VI habla español, pero también inglés, y ha empleado sin problema ambos idiomas en su viaje a EEUU. El Papa llega el martes a ese país y en cinco días pronunciará 18 discursos: 14 en argentino y cuatro en inglés, entre ellos el primero que dirigirá un Papa al Congreso. El candidato republicano Jeb Bush está casado con una mexicana y habla español bastante correctamente. Lo mismo otro candidato, Marco Rubio, hijo de cubanos. Pero Donald Trump sólo habla inglés y lo lleva muy mal.

Lo ha de­mos­trado de nuevo en el se­gundo de­bate te­le­vi­sado entre los can­di­datos a la no­mi­na­ción del par­tido re­pu­bli­cano a la pre­si­dencia para las elec­ciones del año que viene. La mo­de­ra­dora Dana Bash le soltó di­rec­ta­mente ante las cá­ma­ras: ‘¿Qué hay de malo con ha­blar es­paño­l?’. Respuesta: ‘Estamos en un país en el que para asi­mi­larte tienes que ha­blar in­glés. Es un país donde ha­blamos in­glés, no es­pañol’.

La pri­mera parte de la res­puesta es cierta, no la se­gunda. Ahora mismo, hasta las webs de la Casa Blanca y de los mi­nis­te­rios tienen su ver­sión en es­pañol, sen­ci­lla­mente porque 53 mi­llones de his­pa­noha­blante vi­ven, tra­bajan y se re­la­cionan en es­pañol o en bi­lin­güe. Todo eso re­pre­senta una im­po­nente ma­qui­naria hu­mana y eco­nó­mica: mueven 1,5 bi­llones de dó­la­res, por en­cima del PIB de España. El Rey ha pun­tua­li­zado en Miami que los his­panos se­rían la de­ci­mo­ter­cera eco­nomía del mundo.

La pro­yec­ción va a ir a más. La Oficina del Censo es­tima que EEUU so­bre­pa­sará en 2060 a México como país con más his­pa­noha­blantes del mundo, con 128 mi­llo­nes, y. No sólo eso: la po­bla­ción his­pana, que ahora es una sexta parte del to­tal, du­pli­cará su vi­gor: uno de cada tres ha­bi­tantes de EEUU será his­pano en esa fe­cha.

Pero al ener­gú­meno de Donald Trump todo esto le im­porta un bledo: él se ha cons­truido un men­saje xe­nó­fobo que le va bien de mo­mento en los son­deos, pero que con toda cer­teza le ga­ran­tiza la de­rrota en las urnas en el caso de ser el no­mi­nado re­pu­bli­cano. En la ac­tua­li­dad, y pese a sus pro­tes­tas, el es­pañol y lo his­pano lo per­si­guen. En el de­bate, de nuevo han sido en buena parte pro­ta­go­nis­tas. El texto de la trans­crip­ción no en­gaña: once veces se pro­nunció la pa­labra ‘Spanish’ y una el tér­mino ‘Hispanics’.

El re­pul­sivo mul­ti­mi­llo­nario que in­sulta a todo el mundo, en es­pe­cial a las mu­jeres y a los in­mi­gran­tes, sobre todo si son his­pa­nos, fue ob­jeto de los ata­ques de sus ri­va­les, entre otras cosas porque este hombre pa­rece haber de­ci­dido por su cuenta cuándo hay que parar la aco­gida de in­mi­grantes en EEUU. El país lo crearon y lo en­gran­de­cieron gentes lle­gadas de todo el mundo. Incluso el abuelo de Trump llegó desde Alemania, lo mismo que su madre llegó desde Escocia.

Eso sin contar a la pri­mera mujer del can­di­dato, la checa Ivana. Y la se­gunda, la es­lo­vena Melania. Pero el gran Donald ha lle­gada por su propia cuenta a la con­clu­sión de que hasta aquí hemos lle­gado: pro­mete le­vantar un muro en la fron­tera con México mayor que la mu­ralla china y dice que va a de­portar en tres años a los quince mi­llones de sin pa­peles que hay en el país.

Sobre las mu­je­res: en un tuit ofen­sivo dijo con des­precio que Jeb Bush, hijo y her­mano de ex pre­si­dentes de EEUU, le gustan los ile­gales ‘porque su mujer es me­xi­ca­na’. Y en una en­tre­vista con Rolling Stone se pasó cuatro o cinco pue­blos más al men­cionar a otra can­di­data, Carly Fiorina, ex con­se­jera de­le­gada de Hewlett Packard: ‘¡Mirad esa cara! ¿Cómo va a votar nadie por eso?’.

Elegante ella, Columba Bush no ha re­pli­cado, y su ma­rido tam­poco ha con­se­guido sa­carle a Trump una dis­culpa por su des­dén, pese a in­ten­tarlo va­rias veces du­rante el de­bate. Pero la an­tigua eje­cu­tiva se ha lle­vado una ova­ción y la ad­mi­ra­ción de la gente cuando lo ha de­jado en evi­den­cia: ‘Señoras, mirad esta cara, es la cara de una mujer de 61 años, y estoy or­gu­llosa de cada uno de esos años y de cada arru­ga’.

Por for­tuna, Bush fue más edu­cado. Dijo que si va a una es­cuela y un niño le hace una pre­gunta en es­pañol, ‘pues mos­traré res­peto y con­tes­taré en es­pañol. El cu­ba­no-a­me­ri­cano Marco Rubio ex­plicó con de­talle cómo aprendió es­pañol en Miami con su abuelo, que se sentía más có­modo en su lengua na­tal, cómo sus pa­dres, él ca­ma­rero y ella sir­vienta, le alen­taron a as­pirar a cual­quier cosa, y cómo por eso ha lle­gado a se­nador y ahora a pre­can­di­dato pre­si­den­cial. Concede en­tre­vistas en es­pañol porque es un país li­bre, y si los vo­tantes ‘reciben las no­ti­cias en es­pañol, quiero que las es­cu­chen di­rec­ta­mente de mí, no a través de un tra­ductor de Univisión’.

The Business Insider, fa­moso portal fi­nan­ciero, da este jueves ‘seis ra­zones por las que todo el mundo de­bería aprender es­pañol’. Son las si­guien­tes:

1.- El es­pañol ya no es un idioma ex­tran­jero, porque si ahora los his­pa­noha­blantes re­pre­sentan el 16% de la po­bla­ción de EEUU, en 2050 serán el 30%.
2.- Aprender es­pañol ayuda en la ca­rrera pro­fe­sio­nal, en el co­mercio y en los ne­go­cios.
3.- El es­pañol abre todo un mundo de des­tinos para viajar y tra­ba­jar.
4.- El es­pañol es un te­soro li­te­rario y ci­ne­ma­to­grá­fico, como poder leer en ver­sión ori­ginal El Quijote, con­si­de­rada por un es­tudio eu­ropeo como el mejor libro mun­dial de todos los tiem­pos, la pri­mera no­vela en la que mu­chos se han ins­pi­rado.
5.- El es­pañol es fácil de apren­der, no como el árabe, el ruso o el chino.
6.- El British Council acon­seja el es­pañol como pri­mera op­ción para aprender un se­gundo idioma, se­guido del árabe, el francés y el man­da­rín.


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