Va una de
espías. Es sobre el filtrador filtrado. Sobre el espionaje al Sr.
Huésped. Sobre cómo el Gobierno de Ecuador dio asilo diplomático en su
embajada en Londres al australiano Julian Assange, el héroe o villano de
WikiLeaks con los miles de documentos confidenciales de EEUU aireados a
los cuatro vientos. Y sobre el plan de escape pese a los 50 policías
británicos que vigilan la sede diplomática desde que ese Sr. Huésped se
refugió allí en 2012 para no responder de unos cargos por presuntos
delitos sexuales en Suecia.
De
pillo a pillo, pero a tres bandas. Por un lado, los funcionarios
de la embajada tienen que convivir con la presencia de Assange en el
recinto, que tampoco es tan grande, lo que ha provocado en estos
tres años algunos incidentes. Ha habido discusiones, ha habido
gritos, ha habido comportamiento errático del Sr. Huésped. Hasta
el punto de que se ha llegado a dudar de su estabilidad mental.
En
segundo lugar, están los agentes de la SENAIN, la Secretaría Nacional
de Inteligencia de Ecuador. El CNI de allí, vamos. Han sometido a un
control absoluto al Sr. Huésped, con utilización de micrófonos
escondidos que se activaban en cuanto sonaba el teléfono. Y con
fotos que revelan la vida cotidiana de un recluso voluntario: ver
la tele, trabajar en el ordenador, hacer boxeo para mantenerse en
forma.
Un alijo de documentos ‘secretos’ de la SENAIN sobre esa
vigilancia de la inteligencia ecuatoriana ha llegado a manos de
la parlamentaria Cynthia Viteri. Y parte de expediente se ha
filtrado al portal digital Focusecuador. El lenguaje de los
documentos es tan previsiblemente aburrido como se puede esperar
de la burocracia: ‘Siendo aproximadamente las 20:30 horas, el
Sr. Huésped abandona su habitación, dirigiéndose por el pasillo
en dirección a la Sala de Juntas…’.
Los periodistas de
Focusecuador tiran de oficio y hacen un relato mucho más interesante
sobre el Sr. Huésped: ‘Vive en un cuarto de 19 metros cuadrados con un
baño exterior y un área pequeña adaptada para cocina. A los pocos
meses de estar asilado, la SENAIN puso en marcha el Operativo Hotel,
direccionando a vigilar a Assange. Herramientas de video y audio,
protocolos de seguridad extrema y otros parámetros de
vigilancia sugieren una falta de confianza de Ecuador hacia su
protegido. ¿Qué hay detrás de este nuevo episodio de espionaje?’.
Tras
esta primera entrega de las filtraciones hace unos días,
Focusecuador ha dado respuesta al menos parcial a su propia pregunta.
Entre otras cosas, la SENAIN ha elaborado toda una serie de planes
para escamotear a Assange y sacarlo de la embajada,
presumiblemente para trasladarlo a Ecuador. Uno de los
documentos lo certifica: ‘Escenarios de la posible salida de
Assange’. Palabras clave: ‘inmunidad diplomática’, ‘salida
discreta’, carro diplomático’, ‘valija diplomática’.
Problema:
la policía británica no es tonta, como sabe cualquier lector de
novela negra o amante de las películas de James Bond. Es la tercera
pieza del entramado. Uno de esos planes de escape de Assange
preparados por la SENAIN preveía escamotearlo en una valija
diplomática, que goza de inmunidad y en condiciones normales no
puede ser registrada.
¿Cómo se podría ejecutar el operativo?
Así: ‘Assange podría salir disfrazado, tratar de atravesar los
techos hacia el helipuerto cercano o perderse entre la gente en la
tienda Harrods’.
Pero los ‘bobbies’ y agentes de Scotland Yard ya
lo tenían previsto, como pudieron comprobar los espías
ecuatorianos al fotografiar a distancia un papel en manos de un
policía londinense con las órdenes de arriba: ‘Assange debe ser
detenido bajo cualquier circunstancia. Si sale con inmunidad
diplomática, en una valija o en un vehículo diplomático, hay que
detenerlo’.
Otro de los planes para salvar al australiano
proponía ‘nombrar a Assange su representante ante las Naciones
Unidas’. No era nada seguro, porque ‘este nombramiento puede ser
revocado por la Asamblea General de la ONU’. Pero el documento
aporta la solución: la revocación ‘tomaría tiempo y puede ser
aprovechado para que Assange pueda refugiarse en territorio
ecuatoriano para ser protegido’.
Ni caso. Muchos planes,
pero el tiempo ha pasado y nada de nada. Ha llegado antes la
prescripción de algunos de los delitos de los que se acusa en Suecia
a Assange. Quito y Estocolmo están en contacto para llegar a un
acuerdo sobre el resto de cargos que afronta el Sr. Huésped. Esa salida
sería más airosa.
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