Enorme sorpresa y profundo malestar en el palacio de la Moncloa ante
las duras acusaciones de José María Aznar a Mariano Rajoy al que culpa
de la derrota del PP en Cataluña -la quinta de la legislatura, dice
Aznar citando las europeas, andaluzas, municipales y autonómicas-, de no
haber liderado desde el Gobierno de España la batalla política frente
al independentismo -‘todas las batallas que no se dan se pierden’- y de
llevar al PP en una situación ‘muy comprometida’ ante las elecciones
generales del próximo 20 de diciembre.
Todo un misil lanzado por Aznar contra la línea de flotación y
liderazgo de Rajoy al tiempo que le exige una profunda reflexión del PP
de la que, en su opinión, se deben extraer ‘consecuencias’ y modos de
actuación, sin desvelar el ex presidente del Gobierno cuales deben ser
semejantes consecuencias en el corto plazo que queda -apenas tres meses-
de cara a los comicios generales de final de año.
¿Acaso está pidiendo Aznar a Rajoy que se retire de la cabeza de
cartel del PP y ponga otro candidato a la Moncloa para las generales? No
está claro. Y si el presidente de honor del PP está preocupado por la
unidad de España y el futuro inmediato del PP ¿quiere decir ello que él
mismo estaría en condiciones de sustituir a Rajoy en la cabeza de cartel
el PP?
En su primera declaración pública y crítica contra Rajoy, tras
estallar el caso Gürtel, Aznar declaró en Antena 3TV que solo regresaría
al primer plano de la política si se vieran afectados sus compromisos
con España y con el PP. Pues visto lo ocurrido y este reciente
comunicado de Aznar contra de Rajoy parece que se dan las condiciones
para el regreso de Aznar al primer plano de la política aunque no
sabemos si para antes o después de las elecciones generales.
Sobre todo porque Aznar -como otras personas de entorno de Rajoy-
cree que el liderazgo de Rajoy está agotado y que además y en últimos
días el presidente parece ser víctima de un desfallecimiento anímico y
de falta de confianza en sí mismo. Se vio durante la entrevista con el
periodista Carlos Alsina donde se quedó en blanco sin saber que decir
sobre la nacionalidad española y europea. Y posteriormente durante el
cierre de la campaña electoral catalana del pasado viernes junto al ex
presidente galo Nicolás Sarkozy, donde Rajoy fue incapaz de ofrecer un
mitin y se dedicó a leer un discurso escrito que previamente le habían
preparado sus colaboradores, lo que resultó bastante llamativo.
Y no sería de extrañar que el propio Sarkozy haya encontrado en baja
forma a Rajoy y se lo haya hecho saber a su amigo Aznar. Y tampoco sería
de extrañar que el ex presidente del Gobierno haya conocido una
encuesta que circula en selectos círculos económicos de Madrid en la que
se dice que el favorito para ganar las elecciones generales es el PSOE
de Pedro Sánchez y que el PP de Rajoy podría quedar en tercer lugar
detrás de Ciudadanos y Albert Rivera, pronóstico sorprendente que tras
la victoria de Ciudadanos en Cataluña empieza a ser creíble.
¿Qué va a ocurrir? No se sabe, pero la caótica rueda de prensa que
ayer ofreció la ‘reaparecida’ Cospedal tras la reunión del Comité
Ejecutivo del PP viene a confirmar la crisis y desconcierto que impera
en las filas y la dirección del Partido Popular. Y lo que es peor vuelve
a imperar en este partido la sensación de que Rajoy no hará nada como
ocurrió tras la derrota municipal y autonómica el pasado 24 de mayo,
cuando se negó a hacer cambios de profundidad en el PP y su Gobierno.
En aquel momento -en el que Rajoy debió convocar un Congreso del PP
para elegir candidato a la Moncloa- el presidente recibió duras críticas
de algunos dirigentes de su partido -Juan Fernando Herrera le dijo:
‘Mariano, mírate al espejo’-, pero Rajoy sorteo la crisis y no paso nada
más. Pero ahora ha sido el propio Aznar -que ya avisó en la Convención
del PP de enero preguntando ‘¿quiere el PP ganar las elecciones?, el que
ha señalado con el dedo a Rajoy. Y cabe imaginar que no solo para
avisar sino para algo más.
(*) Periodista
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