martes, 11 de agosto de 2015

Las pinturas rupestres de Cieza se libraron del fuego en el Cañón de Almadenes por estar en abrigos


MURCIA.- Técnicos del Ejecutivo regional han comprobado ya que las pinturas rupestres de Cieza no han sido dañadas por los últimos incendios que han tenido lugar en la zona. Los yacimientos de Cieza son patrimonio mundial. Destaca la Cueva-Sima de La Serreta en el Cañón de los Almadenes de Cieza.

"Las evidencias culturales presentes en la zona se ciñen a manifestaciones de arte rupestre parietal de época prehistórica, más concretamente del paleolítico, ubicadas en la zona de Los Losares, así como otras pinturas de cronología posterior, y estilo esquemático, localizadas, estas últimas, en abrigos poco profundos en las paredes altas del Cañón de los Almadenes.
En todos los casos están considerados bienes de interés cultural, tienen delimitados los entornos de protección y en su mayor parte están inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998", informa el Ejecutivo regional en una nota de prensa.

"De la inspección realizada por la Unidad de Emergencia en Patrimonio Cultural, en colaboración con técnicos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias, y acompañados de técnicos municipales y de la Universidad de Murcia, se desprende que el fuego no ha afectado a ninguno de los abrigos de Los Almadenes, aunque ha estado muy próximo a la entrada de la cueva-sima de La Serreta y al centro de acogida de visitantes", añade la nota.

Apostilla que "lo que si se ha visto afectado por la acción del fuego ha sido al entorno de protección del BIC, que será recuperado con acciones futuras de limpieza y reforestación en las que ya trabaja el Gobierno regional".
En este caso concreto, las pinturas rupestres de la cueva no han sufrido aparentemente  daños por el fuego, al encontrarse a varios metros en el interior de la oquedad. Se han recogido muestras de roca afectadas por termoclastia de la cueva del Arco para un posterior estudio más en profundidad, una vez que los técnicos de Bienes Culturales han podido examinar los distintos abrigos con pinturas rupestres, muchos de ellos de muy difícil acceso.

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