MURCIA.- La sección sindical de Somos
Sindicalistas del Ayuntamiento de Murcia denuncia «la situación de
ilegalidad, desgobierno y demás desaguisados» que a su entender se está
produciendo en el Ayuntamiento de Murcia desde que José Ballesta es
alcalde.
Según señala el sindicato en un comunicado de prensa, «aproximadamente unas 500 jefaturas de unidad, negociado
y sección en el Consistorio murciano han sido cubiertas en fraude de
ley, ya que las adscripciones provisionales son por un año y en el Ayuntamiento de Murcia algunas duran más de 15 años».
La sección
sindical critica también que hay jefaturas de servicio ocupadas por
funcionarios interinos, «existiendo funcionarios de carrera que pueden
ocuparlas», así como traslados forzosos a trabajadores municipales «que
denuncian irregularidades» y traslados voluntarios a la carta para el
personal cercano al PP.
Además, el nuevo sindicato asegura que el
pasado 15 de junio, primer día de la nueva corporación municipal,
dirigieron cartas de presentación tanto a Ballesta como a su concejal de
Personal, José Guillén, así como a todos los grupos de la corporación.
Dicen
que hasta ahora solo han obtenido respuesta de Ahora Murcia, la marca
electoral que apoyó Podemos en las pasadas elecciones municipales, ante
quienes comunicaron estas supuestas irregularidades.
1 comentario:
Cuando lo vayan descubriendo dejará pequeño a Cámara, es un mentiroso compulsivo del que no hay que fiarse lo más mínimo, ha llegado al cargo para servirse y hacer más rico a Mendoza, su nuevo patrón como antes lo fueron otros. Hay que vigilarlo de cerca y no pasarle ni una. Ciudadanos debe ser quien lo saque del cargo puesto que fue quien lo puso, ellos sabrán bien a cambio de que. Este no hace nada gratis pero nunca ha justificado la fortuna que ha ido amasando en silencio y haciendo en cada momento lo que tuviese que hacer. Todo comenzó parece cuando ocupó el vicerectorado de infraestructuras en la universidad.Es un personaje totalmente opaco que disimula muy mal el hambre que trajo desde Mazarrón y un resentido social en el fondo.No resistiría la más mínima investigación sobre su pasado público.
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