viernes, 14 de agosto de 2015

Los mercados vaticinan un final de año muy incierto / José Hervás *

Las incertidumbres solo están permitiendo una débil recuperación del mercado, cuyo final de año se muestra incierto. Incluso para España, pese a que los analistas coinciden en que será la economía que más crezca de los grandes países de la eurozona. La Comisión Europea prevé un mayor crecimiento para España que el enviado por el Gobierno a Bruselas, pero alerta de que durante la segunda parte del año se moderará el crecimiento.

También Moody´s echa un jarro de agua fría a las ex­pec­ta­tivas de crea­ción de em­pleo pre­vistas por el Gobierno de Mariano Rajoy. A todo ello hay que añadir la ad­ver­tencia del Banco Central Europeo quien es­tima que el im­pacto ne­ga­tivo de China en la eco­nomía mun­dial puede ser mayor de lo pre­visto ini­cial­mente.

El Ejecutivo co­mu­ni­tario se ha an­ti­ci­pado al in­forme de­fi­ni­tivo sobre España que el FMI hará pú­blico este viernes aler­tando de una ra­len­ti­za­ción del cre­ci­miento en lo que queda de año.­Tam­bién se ha ade­lan­tado a las ma­ti­za­ciones que sobre la fu­tura evo­lu­ción eco­nó­mica es­pañola tiene pre­visto rea­lizar el Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el pró­ximo martes en el Congreso de los Diputados.

Contrastan estas ad­ver­ten­cias con el op­ti­mismo mos­trado por el pre­si­dente del Gobierno con sus in­ter­lo­cu­tores el pa­sado martes en su vi­sita al Balneario de Mondariz. En la co­mida que man­tuvo con el equipo di­rec­tivo de esta em­presa si­tuada en una aldea pon­te­ve­dresa de algo menos de 700 ha­bi­tan­tes, el pre­si­dente se mostró dis­puesto a dar la ba­talla para su­perar los re­sul­tados que prevén el con­senso de los son­deos. Y confía en con­se­guirlo. Al menos así se lo trans­mitió a las per­sonas de con­fianza que le acom­pañaban en este viaje al pueblo bal­neario por ex­ce­len­cia, entre las que se en­con­traban Ana Pastor y Alberto Núñez-Feijoo.

¿Cómo se ex­plica, si no, que haya de­di­cado una jor­nada com­pleta de sus va­ca­ciones a tratar de con­se­guir los votos de una po­bla­ción tan pe­queña, pese a que cum­plía así una pro­mesa de vi­sitar un com­plejo termal mo­dé­lico en España, que año tras año suele con­se­guir la men­ción de honor de los cen­tros bal­nea­rios de nuestro país.

Uno de los me­jores re­flejos de las in­cer­ti­dum­bres que to­davía per­sisten lo ha mos­trado este jueves la bolsa es­pañola al ce­rrar con una li­gera subida, tras las im­por­tantes caídas de los dos días an­te­riores por la de­va­lua­ción china, y pese a que en los com­pases ini­ciales el mer­cado abría con ím­petu.

El Ibex aca­baba de nuevo por de­bajo de los 11.000 pun­tos. En con­creto ce­rraba en 10.947,90 tras re­cu­perar 67,80 pun­tos, el 0,62 % en la se­sión del jue­ves. En lo que va de año to­davía acu­mula una subida del 6,50 %. Como con­se­cuencia de los re­cortes nin­guno de los grandes va­lores su­pera los 100.000 mi­llones de ca­pi­ta­li­za­ción bur­sá­til.

De China además de la de­va­lua­ción del yuan el martes de un 1,86% y el miér­coles de otro 1,62 %, este jueves ha vuelto a de­va­luarlo por ter­cera jor­nada con­se­cu­tiva en un 1,1% por lo que suma un re­corte del 4,6 % res­pecto al dólar y muy si­milar frente al euro. Bien es cierto que según Zhang Xiaohui, asis­tente del go­ber­nador del Banco Popular de China, el banco cen­tral chino ha dado por con­cluido el ajuste.

Con el nuevo re­corte han lle­gado tam­bién otras sor­presas ne­ga­tivas desde China. La pro­duc­ción in­dus­trial ha mo­de­rado en julio su ritmo de ex­pan­sión hasta el 6,0 % in­ter­anual frente al 6,8 % an­te­rior y el 6,6% es­ti­mado. En cuanto a las ventas mi­no­ristas han cre­cido a un ritmo del 10,5% in­ter­anual, tam­bién peor de lo es­pe­rado y por de­bajo del mes an­te­rior.

Antes de co­nocer estos da­tos, el con­sejo de Gobierno del Banco Central Europeo ad­vertía en su úl­tima reunión de po­lí­tica mo­ne­taria su preo­cu­pa­ción sobre los efectos que po­dría tener la crisis china en una eco­nomía glo­ba­li­zada y en con­creto en los países de la eu­ro­zona.

Según las actas de su úl­tima reunión de po­lí­tica mo­ne­taria del BCE, la si­tua­ción de China, dada su im­por­tancia en el co­mercio glo­bal, po­dría tener un im­pacto ad­verso mayor de lo es­pe­rado en la eco­nomía de la zona del euro.

Además, el BCE con­si­dera que este riesgo po­dría agra­varse por efectos ne­ga­tivos co­la­te­rales por las subidas de los tipos de in­terés en EEUU, cuyo inicio ha si­tuado su pre­si­denta, Yanet Yellen para el mes de sep­tiem­bre. El cre­ci­miento de las eco­no­mías emer­gentes es­taría entre los más afec­ta­dos.

Pese a las ven­tajas que mu­chos eco­no­mistas atri­buyen al efecto de la glo­ba­li­za­ción, el prin­cipal de ello la me­jora de las con­di­ciones de vida de los ciu­da­danos de los países emer­gen­tes, hay que cons­tatar tam­bién que cual­quier res­friado en un co­loso como China hace más real que nunca el dicho que de qué poco dura la ale­gría en la casa de los po­bres.

(*) Periodista

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