domingo, 9 de agosto de 2015

Rajoy rectifica y Sánchez se asusta / Pablo Sebastián *

El desafío secesionista catalán les está marcando la agenda política a los primeros dirigentes del PP y del PSOE que saben lo mucho que se juegan en las elecciones plebiscitarias del 27-S en Cataluña. Las que se han convertido en el preámbulo de los comicios generales del otoño y en palanca de reformas como las relativas al capitulo territorial de la Constitución Española.

Tarde llega Rajoy al debate imparable de la reforma de la Constitución, pero finalmente se acerca a esa lógica cita política que va a marcar la próxima legislatura 2016-2020, con reformas inevitables que van del ámbito territorial, al derecho de la mujer a la sucesión del trono y otras de suma importancia como las que deberían garantizar la separación de los poderes del Estado –quizás con el modelo de una Monarquía de corte presidencialista- y por supuesto la reforma de la ley electoral.

Rajoy se declara abierto a negociar la reforma de la Carta Magna entre otras cosas porque sabe que no alcanzará la mayoría absoluta y que el PP deberá pactar con Ciudadanos o con el PSOE, o con los dos si de lo que se trata es de escenificar un periodo constituyente. Y ya sabe que tanto Albert Rivera como Pedro Sánchez están a favor de esa reforma constitucional y podrían acordar una coalición entre ambos si el PP insiste en que todo se quede como está en el ámbito constitucional.

El presidente pues rectifica, mientras su primer adversario y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, se acaba de llevar otro sofocón a causa de las últimas declaraciones de su compañero catalán y dirigente del PSC Miquel Iceta. El que anunció el apoyo de los concejales del PSC a Ada Colau en el ayuntamiento de Barcelona, e hizo una oferta de pactos a ERC de cara a formar un gobierno progresista en Cataluña después de las elecciones autonómicas del 27-S.

Dos movimientos del PSC hacia la izquierda de Podemos y de ERC en Cataluña que han desconcertado a la máxima dirección del PSOE en un tiempo en el que Pedro Sánchez se había envuelto en la bandera de España y parecía tranquilo una vez que el PSC había renunciado al ‘derecho de autodeterminación’ para competir con Ciudadanos y Unió por el centro de la política. Pero ahora resulta que Iceta ha querido también hacer otro gesto en la izquierda y finalmente ha provocado la mayor confusión en la alta dirección del PSOE.

Mientras el PSOE no presente sus propias siglas en Cataluña el partido que ahora lidera Pedro Sánchez no saldrá del cúmulo de problemas y de contradicciones que les ha acarreado el PSC. Primero con Pascual Maragall y José Montilla y después con el inefable José Luis Rodríguez Zapatero con el Estatuto catalán que pactó con Mas en menoscabo de la nación española de la que Zapatero dijo que era ‘discutida y discutible’.

Lamentablemente esa desafortunada frase de ZP es la que se va a poner en entredicho en la cita catalana del 27-S. Donde, dicho sea de paso, mas de uno se va a llevar una sonada sorpresa y puede que aquí incluidos los mas notorios sectores nacionalistas de la burguesía y el empresariado de Cataluña que ya han roto CiU apoyando la locura independentista de Artur Mas y que acabarán por colocar a ERC al frente de la Generalitat, en una coalición con Podemos, CUP y PSC.

Los comicios catalanes de septiembre se han convertido en una ruleta rusa para todos los que compiten en ellos, y para algunos –como los de Podemos y Ciudadanos- en un trampolín para saltar hacia la batalla de las elecciones generales y recuperar distancias con el bipartidismo del PSOE y del PP. Los que andan desconcertados ante la cita electoral del 27 de septiembre que está al llegar.


(*) Periodista


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