Esta segunda
semana de agosto se la toman íntegra de vacaciones los políticos y el
entramado de su entorno. En la agenda del Congreso figura explícitamente
que no hay ninguna convocatoria para los próximos siete días. Por
primera vez en lo que va de año, tampoco la agenda de La Moncloa incluye
en sus páginas ni un solo acto reseñable, pese a la crisis
institucional que está provocando el presidente de la Generalitat, Artur
Mas, con la convocatoria de elecciones que él mismo ha calificado de
plebiscito.
Bien
es cierto que aquí se acaban las vacaciones para los políticos. A
partir de la siguiente semana, en concreto del 18 de agosto
empezarán a comparecer los altos cargos en el Congreso de los
Diputados. Interrumpen sus vacaciones por cuestiones económicas,
dejando en el olvido el tema catalán, que es tan grave o más.
Entre
los que han de comparecer en el Congreso, algunos, los menos,
ejercen su cargo con independencia por mandato de su estatuto,
como es el caso del Gobernador del Banco de España, pero la mayoría de
quienes comparecerán en el Congreso para explicar la parte que les
afecta de los Presupuestos tienen claro que sus intervenciones
tendrán que ir dirigidas a defender el proyecto del Ejecutivo que
les ha designado. Les va en ello su futuro profesional.
No
es una cuestión sin relevancia.
El PP, según los cálculos
realizados por el diario El País ha dejado de administrar unos
63.000 millones de euros tras los últimos resultados de las
elecciones autonómicas y locales. Hay que añadir a ellos los miles
de puestos de trabajo de políticos y personal de confianza que han
perdido. No ganar las elecciones generales sería una catástrofe.
Ahora
no pasa un día sin que los miembros del PP defiendan el proyecto de
presupuestos por las enormes ventajas que se desprenden de ellos
para la ciudadanía. El último en hacerlo ha sido el diputado
popular, José Ignacio Llorens, quien aventuraba este domingo que
los Presupuestos Generales para 2016 le servirán a su partido para
ganar las elecciones pues consolidan el crecimiento económico y
la recuperación del empleo. Son las mismas palabras que han
utilizado el presidente del Gobierno y su ministro de Hacienda para
defender el proyecto.
Llorens responde al atrevimiento del
PSOE por criticar el empeño del Gobierno en presentar un nuevo
Presupuesto recordando que el expresidente socialista José Luis
Rodríguez Zapatero cuando convocó las elecciones en el 2011, dejó a
España en una situación dificilísima, al borde de la
intervención, como quedaría claro cuando el Banco Central Europeo
hizo pública la carta que le envió ese verano para que modificara
la Constitución y se comprometiera a poner orden en el déficit.
El
Gobierno también quiere aprovechar los que considera magníficos
resultados del turismo para sacar pecho. Lo anticipaba este fin
de semana el titular de Industria, Energía y Turismo, José Manuel
Soria, aunque habrá que esperar al 24 de agosto para conocer los datos
de la Encuesta de Ocupación Hotelera. El Ejecutivo considera que los
magníficos resultados del sector serán claves para rebajar la cifra
del paro registrado de los cuatro millones.
(*) Periodista
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