jueves, 20 de agosto de 2015

Crisis en la candidatura soberanista y tranquilidad en Madrid / José Oneto *

Con un gran entusiasmo, han comenzado ya los ensayos de la Diada 2015, que conmemora el Día de Cataluña y, sobre todo, este año, el inicio de la campaña electoral del 27 de septiembre con la que los nacionalistas pretenden poner las bases de lo que será, el año que viene, la liberación y la independencia de Cataluña como nación escindida de España y que intentará incorporarse a Europa. Tanto los organizadores, la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Omniun Cultural, Asociación de Municipios para la Independencia (AMI) y multitud de organizaciones civiles catalanas, pretenden realizar el 11 de septiembre, según han anunciado, un ” acto épico hacia la independencia”, que se llevará a cabo desde el principio de una vía, que tendrá 135 tramos, tantos como los escaños de la cámara catalana, que empieza en la Avenida Meridiana, en el Parc de la Ciutadella, dónde se encuentra el Parlament, hasta su final.

El objetivo es “convertir la Vía Meridiana en la calle mayor de la República Catalana” con unos claros objetivos de regeneración democrática, apertura al mundo, bienestar y justicia social, innovación, sostenibilidad, equilibrio territorial, solidaridad, igualdad, educación, cultura y diversidad. Todo un programa político que estará incluido en una futura Constitución catalana que se está estudiando, desde hace meses por expertos, bajo la dirección del magistrado de la Audiencia de Barcelona Santiago Vidal, suspendido tres años de sus funciones por el Consejo General del Poder Judicial. En la actualidad colabora con el gobierno de la Generalitat sobre el abandono de la legalidad española y su substitución, por otra catalana.

Con estos ensayos ha comenzado la cuenta atrás de esas elecciones plebiscitarias, así reconocidas, y presentadas de esa forma, desde el actual presidente de la Generalitat Artur Mas, hasta la totalidad de las numerosas organizaciones civiles implicadas en el proceso independentista, cuyos representantes forman parte de esa lista única “por el Sí”, con la que los nacionalistas, pretenden conseguir, al menos, una mayoría absoluta de 68 diputados en el Parlamento catalán que permitiría, según ellos, una declaración unilateral de independencia y la puesta en marcha de un proceso legal de desconexión con España, al tiempo que las leyes españolas van siendo substituidas por las catalanas.

Sin embargo, esa unidad que han comenzado a pedir en los ensayos preparatorios de la Diada del 11 de septiembre, no parece existir entre los miembros de la lista única soberanista, ” Junts pel sí”, que preside el ecocomunista Raul Romeva, sobre todo a la luz de sus declaraciones del pasado domingo en El País dónde aseguraba que no importaba quien fuese el presidente de la Generalitat, que en la lista ocupa el número cuatro y que ese era un tema irrelevante. Lo importante, según él, era el carácter plebiscitario de la candidatura que encabeza, sin que esto signifique que tenga que defender la gestión del presidente Mas.

Declaraciones que produjeron tal terremoto político en esa gran coalición y tal irritación en el presidente de la Generalitat, que al día siguiente tuvo que rectificar a través de su cuenta de Twiter. “Un gobierno presidido por Mas, si, quien hasta ahora siempre a la altura de las demandas ciudadanas”, mientras el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, echaba más leña al fuego. En medio de toda esta trifulca dentro de una lista, elaborada a última hora, a la desesperada, para evitar que Artur Mas se echase atrás y anulase las elecciones del 27 de septiembre (algo con lo que llegó a amenazar a los responsables de la Asociación Nacional de Cataluña y de Omnium Cultural), las declaraciones del hombre de Esquerra, insistiendo en que “los cargos son irrelevantes”, añadía más problemas a esa candidatura de unidad de la que tiene solo ese nombre de “Juntos por el Si”, porque , además, son muchas las especulaciones en torno a unas supuestas confidencias de Junqueras a gente de toda su confianza: “Esta es mi gran oportunidad y no renunciaré a liderar la futura Republica Catalana”.

Así está el patio catalán a veinte días del inicio de la campaña, mientras la tranquilidad parece haber invadido el patio nacional, dónde el presidente del Gobierno ha vuelto a repetir que no está dispuesto a que se ponga en tela de juicio ” la unidad de España” y que su partido no va a aceptar nunca que se violenten “la unidad de España y la soberanía nacional”. Es decir nada nuevo…

(*) Periodista

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