sábado, 4 de julio de 2015

La sombra de 'Podemos' es alargada: lo de Grecia no es nada comparado con España / A.R. Mendizabal

Otmar Issing, uno de los fundadores del euro, antiguo miembro del consejo ejecutivo del BCE y del Bundesbank, lo ve mal: ‘Si los griegos pueden salir airosos de la violación de todas sus promesas y compromisos, creo que habrá efecto contagio en otros países. Podemos le dirá entonces a sus votantes que “no son necesarias las privaciones”. Y ahí estaremos entrando en una unión monetaria muy diferente de la que se pretendía, será el fin de la zona de firmeza fiscal’.

Son pa­la­bras de Issing en una en­tre­vista con Jeff Black para Bloomberg. Sentencia el ahora pro­fesor en la Universidad Goethe en Fráncfort sobre las con­se­cuen­cias del desafío griego, co­rra­lito in­cluido: ‘La con­fianza mutua ya no existe y será di­fícil res­tau­rarla. La idea, la ilu­sión po­dría de­cirse ahora, era y es que una vez que en­tras en el euro, es irre­ver­si­ble’. Black re­sume el trance: ‘Si se deja que Grecia se quede de ro­si­tas, ‘la coherencia de la mo­neda única po­dría quedar se­ria­mente daña­da’.

Muchos miran a España estos días de tra­gedia griega. Y mu­chos men­cionan a Podemos. Da miedo, asusta por su vin­cu­la­ción ideo­ló­gica con el par­tido go­ber­nante Syriza en Grecia y por la re­la­ción entre el primer mi­nistro Alexis Tsipras y Pablo Iglesias. Mike Gonzalez, de la con­ser­va­dora Henri Gonzalez en EEUU y an­tiguo co­rres­ponsal de The Wall Street Journal, no tiene em­pacho en hacer sonar las alarmas en Forbes. El tí­tulo de su ar­tículo dis­para a dar: ‘Podemos en España puede hacer que lo de Grecia pa­rezca como un juego de niños’.

El aná­lisis de Gonzalez está más tra­ba­jado que mu­chas otras opi­nio­nes. Pero pa­rece que se ha que­dado con lo más cho­cante del pro­grama de Podemos, lo más an­tiguo y cri­ti­cado, sin tener en cuenta la evo­lu­ción ideo­ló­gica o por lo menos la sua­vi­za­ción de mu­chos plan­tea­mien­tos.

Por ejem­plo, este pá­rrafo sobre lo que pa­saría si ga­nara Podemos las elec­ciones ge­ne­rales es­paño­las: ‘Promete re­es­truc­turar la ma­siva deuda de 1,6 bi­llones de dó­lares de España, cer­cana al 100% del PIB, para ajus­tarla a “criterios de jus­ticia so­cial y de le­gi­ti­mi­dad”. Esto, por su­puesto, sig­ni­fi­caría acabar con los suaves re­cortes de gasto es­ta­ble­cidos por el Gobierno de cen­tro-­de­recha del pre­si­dente Mariano Rajoy, re­cortes que Podemos de­nuncia como “programa de aus­te­ri­dad”, y volver al grifo key­ne­siano de gas­to’.

El texto en Forbes ob­serva el re­sul­tado de las elec­ciones mu­ni­ci­pales para señalar cómo Podemos ‘se ha hecho con el poder de las ma­yores ciu­dades del país’, pese a no pre­sen­tarse con su nom­bre. Cita Madrid, Barcelona, Cádiz, Santiago de Compostela, Zaragoza y La Coruña.

Y ter­mina con otra pro­yec­ción omi­nosa: ‘Iglesias no para aquí. También pro­mete co­piar el mo­delo de se­mana la­boral de 35 horas de Francia; prohibir des­pidos en las em­presas que tengan be­ne­fi­cios; au­mentar los im­puestos a las em­presas con be­ne­fi­cios de más de 1,1 mi­llón de dó­la­res; au­mentar el sa­lario mí­nimo e in­tro­ducir un “salario má­xi­mo”; au­ditar la deuda para des­cu­brir la parte que es “ilegítima” y por tanto no pa­garla; y por su­puesto, “hacer que los ricos pa­guen im­pues­tos”. Todo ello hace, en opi­nión de Mike Gonzalez, que en España pueda ocu­rrir algo peor que en Grecia con Syriza: ‘Hay una ame­naza mayor al acecho en forma de un mo­vi­miento más iz­quier­dista en un país me­di­te­rráneo más gran­de’.

Pero tam­bién hay quien ve el pe­ligro en di­rec­ción opuesta. El fa­moso pen­sa­dor, pro­fesor y lin­güista Noam Chomsky hace una se­vera de­nuncia en una en­tre­vista con Democracy Now, que tam­bién en­tre­vistó no hace mucho a Pablo Iglesias. Lo que está afron­tando Syriza, y por tanto puede ocu­rrirle tam­bién a Podemos, es una ‘respuesta ex­tre­ma­da­mente sal­va­je’.

Conclusiones de Chomsky, que tam­bién dan miedo por ra­zones dis­tin­tas: ‘Hay que re­cordar que cuando un banco toma un cré­dito arries­gado, al­guien está ha­ciendo un prés­tamo igual­mente de riesgo. Y las po­lí­ticas de­sig­nadas por la troika son prin­ci­pal­mente para pagar a los ban­cos, a los per­pe­tra­do­res, como en este caso. La po­bla­ción su­fre. Pero una de las cosas que están pa­sando es que las po­lí­ticas so­cial­de­mó­cra­tas, el lla­mado Estado del Bienestar, se están ero­sio­nando. Eso es guerra de cla­ses. No es una po­lí­tica eco­nó­mica que tenga sen­tido para acabar con una grave re­ce­sión. Y hay una reac­ción ante eso, y crece por todas par­tes: en Grecia, en España y algo en Irlanda, en Francia. Pero es una si­tua­ción pe­li­grosa, porque po­dría con­ducir a una res­puesta de de­re­cha, de muy a la de­re­cha. La al­ter­na­tiva a Syriza puede ser Amanecer Dorado, un par­tido neo­na­zi’.

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