El curso político ha empezado fuerte y
las negociaciones entre las distintas fuerzas políticas de la región,
después de las elecciones, han traído cambios históricos. Ciudadanos ha
tenido un rol fundamental en todo este proceso, pero no se puede olvidar
que, junto al claro mandato de nuestros votantes directos, todas las
fuerzas políticas han recibido también un mensaje de cambio. El Partido
Popular fue el partido más votado y es lógico que haya formado Gobierno,
no sin antes asegurar al conjunto de la sociedad (sea o no por
imposición de la oposición) que esos cambios llegarán.
Nosotros hemos
sido en esta ocasión el instrumento para asegurar esa regeneración.
Gracias al acuerdo cerrado hace pocas semanas no hay imputados en cargos
políticos y orgánicos de los partidos en la Región, y los que lo estén
en el futuro tendrán que dejar la política, sean quienes fueren;
tendremos limitación de mandatos, una ley electoral razonable, una mejor
atención a la educación y sanidad pública y así hasta 43 medidas de
regeneración y reactivación que no dudamos que tendrán un amplio calado.
Se ha abierto un tiempo nuevo en la política regional, que los
ciudadanos sabrán valorar en su justa medida.
Pero ahora todo eso
es historia y toca ir afrontando reformas y medidas concretas para hacer
que la región avance. En este punto habrá que marcar prioridades.
Desde
el pasado domingo tenemos nuevos consejeros, que esperemos trabajen más
allá de los intereses o cuotas de poder dentro del partido del
Gobierno. Es deseable que se rodeen de equipos competitivos y capaces,
provenientes de la sociedad civil y el funcionariado, que puedan
asegurar la mejor de las gobernabilidades. A partir de ahí veo vital que
se prioricen otras medidas más o menos urgentes.
A corto plazo,
hay que luchar contra situaciones insostenibles. Más de la mitad de los
parados ya no recibe ninguna prestación y, junto al voluntarismo de
algunas organizaciones bienintencionadas, hay que tomar medidas desde la
Administración, como la tarjeta contra la pobreza extrema que
proponemos y la puesta en marcha completa de la ley de dependencia. Hay
que luchar contra el paro de larga duración con acciones mucho más
personalizadas e incidir en las habilidades que ayudarán al desempleado a
volver lo antes posible al mercado laboral.
El sistema
productivo tiene que poder funcionar a pleno rendimiento. Me decía un
alto directivo de banca hace muy poco que el crédito no fluye porque no
hay demanda. Lo cual llama la atención ante el bajo precio del dinero.
Falta aún mucha confianza y sobran muchas trabas a los emprendedores. Es
necesario simplificar la legislación para dar mayor seguridad jurídica y
agilizar los expedientes que duermen en la Administración. Hay que
incentivar la productividad de los funcionarios y premiar su buen hacer.
No podemos perder proyectos empresariales por cuestiones de
procedimiento, como no podemos dejar escapar capitales por una
legislación fiscal sensiblemente peor a la de las regiones de nuestro
entorno. Hay miles de familias que han cambiado su domicilio fiscal por
ese concepto, como hay cientos de murcianos brillantes que siguen
emigrando por las escasas oportunidades de empleo de calidad aquí, bien
sea por la ridícula tasa de reposición en la administración pública o
por la falta de iniciativas en el sector privado.
A largo plazo,
hay que convencerse de que el mayor capital de la región está y estará
en sus habitantes. No podemos abandonar la inversión en educación y ser
exigentes a este respecto. Necesitamos un bilingüismo real en las aulas,
universidades y centros de tecnológicos realmente excelentes, con los
mejores profesionales y bien dotadas. Si queremos innovación hay que
premiarla y facilitar que fluya desde los centros de investigación y
desarrollo a las empresas. Un sector turístico de calidad requiere
formación e instalaciones acordes al turista que queremos, en un entorno
que presente un urbanismo armónico, etc.
El tiempo político no
deja de ser complejo. Mucho me temo que estos buenos deseos se mezclen
con la realidad de los procesos electorales que vendrán antes de fin de
año. El Gobierno central ya ha empezado a instrumentalizar su política
con fines electorales con una rebaja fiscal que aplaudimos, pero no
podemos sacarla de su contexto. También se puede hacer demagogia desde
la oposición, e intentar imponer medidas y proyectos insostenibles ante
la inmensa deuda que soportamos.
Por esa razón, Ciudadanos ha lanzado la
idea, que querríamos consensuar con todos los partidos, de que todos y
cada uno de los proyectos de ley que se presenten en la Asamblea
Regional incluyan un informe de estabilidad presupuestaria, que indique
claramente cuál va a ser el coste económico de cada iniciativa, a quién
beneficia, en qué medida lo hace y cómo se van a recaudar los fondos, o
en su caso, qué partida presupuestaria ha de reducirse para hacer frente
al desarrollo de la propuesta.
No será fácil. Este verano nos
tocará trabajar a los que estamos en política. Desde Ciudadanos estén
seguros que lo haremos con una enorme ilusión y compromiso con nuestra
región ¡Hay mucho tiempo que recuperar!
(*) Diputado regional por Ciudadanos
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