miércoles, 1 de julio de 2015

Crece en Europa el debate sobre la llegada al poder de los partidos ‘radicales’ / Por A.R. Mendizabal

¿Quién tiró la primera piedra? Pablo Iglesias y otros líderes de Podemos han sido los políticos europeos que más pronto y más encendidamente han defendido al primer ministro griego Alexis Tsipras en su desafío a Bruselas. Incluso con acusaciones tan duras como la denuncia de la ‘mafia’ y el ‘terrorismo financiero’ contra Grecia. Y el presidente Rajoy también ha sido el primer jefe de Gobierno en desear públicamente que Tsipras se vaya a su casa. En buena o mala hora.

Desde Atenas ha lle­gado in­me­dia­ta­mente la res­puesta a Rajoy por su en­tre­vista en la Cope en la que dijo que sería ‘bueno’ el triunfo del No en el re­fe­réndum griego del do­mingo para que la troika pu­diera ne­go­ciar con otro Gobierno. Ha sido el mi­nistro griego de Exteriores, Nikos Kotzias, el en­car­gado de de­vol­verle el dis­paro. Lo cuenta María Tadeo en Bloomberg: ‘El mi­nistro de Exteriores le dice a España que se man­tenga al margen del re­fe­réndum en Grecia’.

Es una acu­sa­ción de in­je­ren­cia, que en tér­minos di­plo­má­ticos es una de­nuncia fuerte. En las pro­pias pa­la­bras del mi­nis­tro, es­critas en un email: ‘Esperamos que el pre­si­dente es­pañol deje que el pueblo griego se pro­nuncie li­bre­mente. El pueblo res­pon­derá de­bi­da­mente con su vo­to’. Bloomberg añade que Kotzias ‘acusó a Rajoy de ir contra los prin­ci­pios de­mo­crá­ticos y de querer de­rri­bar’ a Tsipras.

Es otra es­ca­ra­muza de la ba­talla que se ha des­en­ca­de­nado desde el anuncio del re­fe­rén­dum. O me­jor, de la guerra que se ha reanu­dado. Comenzó con el triunfo del par­tido iz­quier­dista Syriza el 25 de enero, con España como uno de los frentes más cruentos por la de­fensa a ul­tranza que Podemos ha ve­nido ha­ciendo de Tsipras. El nú­mero dos de Podemos, Íñigo Errejón, he ele­vado la apuesta: la pre­sión y la ‘crueldad’ con Grecia se debe en gran parte al ‘miedo’ que las élites eu­ro­peas le tienen a Podemos.

Pero no sólo es Errejón. Pocas hora an­tes, otro mi­nistro griego, el ti­tular de Trabajo Panos Skourletis, hizo unas de­cla­ra­ciones se­me­jantes a El Mundo: en Europa se tiene miedo ‘al avance de Podemos’, y por lo tanto lo que desde Europa se está ha­ciendo con Grecia, me­tién­dose en sus asun­tos, ‘luego será en los de España’.

A juzgar por la co­ber­tura de la prensa in­ter­na­cional sobre este pe­núl­timo acto de la tra­gedia griega que se está re­pre­sen­tando, algo de eso hay. El diario con­ser­vador bri­tá­nico The Times le de­dica nada menos que un edi­to­rial este miér­co­les, con juego de pa­la­bras in­cluido en el tí­tulo: ‘Error ra­di­cal’. Tesis: ‘Los par­tidos iz­quier­distas de Europa de­be­rían prestar mucha aten­ción a la de­bacle en Grecia’.

Argumento: ‘El des­orden eco­nó­mico puede dar una su­per­fi­cial ve­ro­si­mi­litud a ideas de­ci­di­da­mente ma­las. La crisis de la eu­ro­zona, que em­pezó en 2010, les ha dado alas. El mo­vi­miento iz­quier­dista Syriza en Grecia llegó al poder en unas elec­ciones en enero. Desde en­tonces ha con­du­cido al país a la pe­nuria y al ais­la­miento por la vía rá­pi­da’. Más ade­lante, sobre la po­si­bi­lidad de un avance elec­toral de Podemos en las elec­ciones ge­ne­rales en España: ‘El atrac­tivo de la eco­nomía po­pu­lista no es me­ra­mente una fa­lacia in­te­lec­tual, sino una ame­naza di­recta al bie­nestar de sus países y a su nivel de vi­da’.

Una co­lumna de opi­nión de Rafael Beher en The Guardian tam­bién llama la aten­ción sobre los es­pe­jis­mos: ‘La Unión Europea no es una cons­pi­ra­ción contra la de­mo­cra­cia: la ex­trema iz­quierda de­bería andar con cui­dado sobre lo que desea: el fin de ‘Bruselas’ no con­du­ciría a un mejor ca­pi­ta­lis­mo’. Otro ar­tículo de Robert D. Kaplan en The Wall Street Journal lleva el de­bate in­cluso al te­rreno geo­es­tra­té­gico: ‘La crisis griega va de algo más que de di­nero: Grecia cri­ti­caba en la Guerra Fría la po­lí­tica de man­tener a raya a la URSS’.

La preo­cu­pa­ción, o es­pe­ranza para al­gu­nos, por el cre­ci­miento de los par­tidos ra­di­cales y an­ti­sis­tema es sólo uno de los as­pectos del tras­cen­dental de­fault de Grecia ano­che. Titula el mismo The Guardian: ‘El im­pago griego al FMI le asesta un golpe his­tó­rico al eu­ro’. Otro ti­tu­lar: ‘Precio de un acuerdo: que Grecia quede en­fan­gada en las deudas du­rante dé­ca­das. Mientras, en The Independent, Ben Chu atiza duro en otra di­rec­ción: ‘Grecia no es la única cul­pa­ble: in­com­pe­tente, co­barde y ahora hu­mi­llado, el FMI ha de­jado que se llegue a es­to’.

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