MURCIA/LORCA.- Ahora Murcia denuncia que un puente de sillares de piedra, del siglo XVIII, ha
sido demolido en la acequia de Alguazas, a su paso por Aljucer. De esta
forma, la Red Hidráulica de la Huerta de Murcia ha perdido un nuevo
elemento de su patrimonio histórico asociado. Las concejalas Alicia
Morales y Ángeles Micol han visitado hoy las obras que se están
realizando en estos momentos y han comprobado 'in situ' los gravísimos
daños del puente, cuyos sillares destruidos ya han desaparecido.
El puente ha sido destruido en las obras de la conducción eléctrica
de la carretera de El Palmar, que con solo desviarse tres metros habría
evitado el daño. Otra solución técnica habría sido el desmontaje
temporal de una parte de la estructura para colocar la conducción bajo
el puente, por donde pasa, en vez de arrasarla bajo la picota.
El puente ha quedado reducido a la mitad de su anchura, quedando a la
vista su longitud de unos cuatro metros, que daba paso sobre esta
acequia a la Carretera Real de Cartagena, posteriormente Nacional 301 y
Carretera de El Palmar.
Ahora Murcia recuerda la importancia histórica de estas
infraestructuras, ya que la citada carretera fue ordenada construir por
el Conde de Floridablanca, en el último tercio del siglo XVIII, para
unir Murcia, desde el Carmen, con El Palmar, y de aquí al Puerto de la
Cadena, siendo inaugurada el 20 de junio de 1785. A lo largo de los
siglos, se convirtió en un punto singular para los habitantes de
Aljucer, cuyos hijos jugaban en este puente e incluso algunos recuerdan
que pasaban por debajo del mismo cuando la acequia no tenía tanda de
riego.
Queremos recordar que la acequia de Alguazas ya ha sufrido otros
ataques en el pasado: apenas unos metros aguas arriba, en anteriores
veranos se produjo la tala de árboles protegidos, y también ha habido
que lamentar dos incendios en la zona.
Desde Ahora Murcia se denuncia que, a pesar de las presentaciones a
bombo y platillo del alcalde y su concejal de Urbanismo sobre la Huerta y
su conservación, estas palabras no se traducen en una protección real y
efectiva del patrimonio, como evidencia este caso y que en lo que
llevamos de verano hemos podido comprobar cómo siguen los entubamientos
de acequias, la destrucción de elementos singulares, la degradación del
patrimonio municipal y la continuación de los contenciosos en los
juzgados, donde el Ayuntamiento de Murcia niega los valores culturales
que Ballesta dice defender. La formación recuerda que si Ayuntamiento y
Comunidad no hubieran impedido la declaración BIC de la red hidráulica,
estos elementos no seguirían desapareciendo.
Ángeles Micol, concejala de Ahora Murcia , ha indicado que Ahora Murcia ha recibido quejas de regantes de la zona, porque "la falta de
coordinación entre la Junta de Hacendados y la empresa constructora ha
dejado sin riego a varias zonas de la Huerta durante varias semanas". La
edil también ha denunciado que "las nuevas conducciones se han visto
inundadas antes de ser terminadas porque han soltado agua con los muros
fraguando, lo que produce pérdidas y daños en las obras".
Por otra parte, una de las piezas más importantes del pasado siglo en la Región, el puente de la Torta, en Lorca, se mantendrá. La Ronda Central discurrirá por el cauce de la rambla de Tiata, salvando por debajo el puente de la Torta. Esta infraestructura facilitó la conexión entre las alamedas y el barrio de Santa Quiteria. Fue construido a principios del siglo XX. Proyectado en 1910 y dirigido por el ingeniero Francisco Manrique de Lara, es una de las obras pioneras en la introducción del hormigón en España. Se distingue por su gracia y elasticidad, donde el autor trató el nuevo material con la flexibilidad y transparencia de los puentes de hierro.
Por otra parte, una de las piezas más importantes del pasado siglo en la Región, el puente de la Torta, en Lorca, se mantendrá. La Ronda Central discurrirá por el cauce de la rambla de Tiata, salvando por debajo el puente de la Torta. Esta infraestructura facilitó la conexión entre las alamedas y el barrio de Santa Quiteria. Fue construido a principios del siglo XX. Proyectado en 1910 y dirigido por el ingeniero Francisco Manrique de Lara, es una de las obras pioneras en la introducción del hormigón en España. Se distingue por su gracia y elasticidad, donde el autor trató el nuevo material con la flexibilidad y transparencia de los puentes de hierro.
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