BRUSELAS/MOSCÚ.- El vicepresidente del Parlamento Europeo y presidente del PP de
la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha promovido una declaración
conjunta de la Conferencia de Comités Parlamentarios para Asuntos
Europeos de los Parlamentos de la Unión Europea (COSAC), reunida desde
el pasado domingo hasta ayer en Riga, condenando la llamada "lista
negra" de Rusia, ya que supone "un paso atrás en los esfuerzos de
diálogo constructivo en la Comunidad Internacional para encontrar una
solución pacífica al conflicto geopolítico en Europa".
Valcárcel
ha sido incluido en esta lista junto con varios diputados, eurodiputados
y altos funcionarios europeos, como consecuencia de la visita realizada
como presidente del Comité de las Regiones a Kiev, en enero del pasado
año, donde presenció testimonialmente los enfrentamientos producidos
entre fuerzas del orden y manifestantes en la plaza de La Independencia,
y criticó la "difícil situación" del país así como la "falta de
libertad de expresión".
El dirigente 'popular' ha expresado su
preocupación y la de todos los representantes de los países asociados
por la prohibición de la entrada de políticos y funcionarios europeos
dentro del territorio ruso, al tiempo que ha instado a las autoridades
rusas a "levantar todas las restricciones a los viajes de los
representantes legalmente elegidos en Europa", según informaron fuentes
del PP en un comunicado.
"La libertad de circulación y la libertad
de expresión deben ser restauradas y respetadas en todo el continente",
ha aseverado el vicepresidente del Parlamento Europeo, para quien es
urgente que "las autoridades rusas comuniquen formalmente la lista de
personas afectadas, así como las razones por las cuales se encuentran
incluidas en ella". Igualmente, les ha pedido "una mayor transparencia
dentro del marco del derecho internacional y que permitan a las personas
afectadas ejercer su derecho de defensa y apelación".
En este
sentido, Valcárcel intervendrá la próxima semana en la sesión plenaria
que se celebrará en Estrasburgo, con el fin de garantizar el apoyo de
los eurodiputados, demandando a las autoridades rusas que respeten la
legalidad internacional y cumplan con los compromisos asumidos por la
propia Federación Rusa, en relación con la seguridad y los Derechos
Humanos.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo,
Martin Schulz también ha exigido explicaciones a Rusia sobre la lista, y
se ha llamado a despacho al embajador ruso ante la Unión Europea para
que dé explicaciones ante la Institución. No se descartan más acciones
por parte de otros actores de la UE, como la Alta Representante Federica
Mogherini.
Asimismo, se ha previsto incluir enmiendas que
condenen esta actuación dentro del informe del Parlamento Europeo sobre
las relaciones entre la Unión Europea y Rusia, que será votado en la
sesión plenaria de Estrasburgo la próxima semana.
Denuncia rusa sobre la UE
Por su parte, Rusia denunció hoy una cacería de sus funcionarios por la Unión Europea (UE), acciones que acompañan los paquetes de sanciones impuestos a ciudadanos del país y a entidades, unido a una campaña mediática. Al comentar las restricciones del Parlamento Europeo en relación con el representante permanente de Moscú ante la UE, la subdirectora del Departamento de Información y prensa María Zajarova acusó al bloque comunitario de "cacería de brujas".
Dijo la diplomática que la euro-burocracia regresaba a los tiempos de la Santa Inquisición, al cuestionar la limitación de acceso impuesta para el representante ruso Vladimir Chizhov a la Asamblea Parlamentaria de Europa.
Chizhov está obligado, según la disposición anunciada ayer por Bruselas, a solicitar un permiso de ingreso a la sede del Parlamento Europeo.
La prensa rusa asocia tales restricciones con la reciente lista elaborada por Moscú con 89 nombres de funcionarios, diputados y jerarcas de servicios europeos de inteligencia, a quienes se les prohibió el ingreso a territorio de la Federación.
Fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores advirtieron a la sazón que tal paso era una respuesta a la política de la UE y a su conducta agresiva, incluidas las sanciones en contra de Rusia que fueron extendidas.
Al secundar a Estados Unidos con las sanciones, la UE anunció en marzo de 2014 un paquete de restricciones a ciudadanos rusos, lo cual extendió en el verano a un grupo de compañías y bancos.
Un año después de los acontecimientos en Ucrania y de la reunificación de Crimea, las medidas punitivas fueron prorrogadas por el bloque de 28 miembros.
Al respecto, el primer ministro Dmitri Medvédev alertó ayer que si la UE decide endurecer el régimen de sanciones, tal paso originará una respuesta inevitable de Rusia.
Nuestros socios en la UE se reunirán en julio para discutir una serie de decisiones. Si aprueban alguna relacionada con nuevas sanciones nos veremos obligados a dar una respuesta simétrica, advirtió Medvédev.
Dijo que la estructura comunitaria era totalmente responsable por el régimen punitivo que mantiene sobre su país y del impacto negativo para el propio bloque.
A esa política contra Moscú se sumaron además Australia, Canadá, Noruega, Japón y Suiza, afectados al mismo tiempo por el embargo decretado por el gobierno ruso en agosto de 2014 contra la UE y Estados Unidos, a las importaciones de alimentos.
Denuncia rusa sobre la UE
Por su parte, Rusia denunció hoy una cacería de sus funcionarios por la Unión Europea (UE), acciones que acompañan los paquetes de sanciones impuestos a ciudadanos del país y a entidades, unido a una campaña mediática. Al comentar las restricciones del Parlamento Europeo en relación con el representante permanente de Moscú ante la UE, la subdirectora del Departamento de Información y prensa María Zajarova acusó al bloque comunitario de "cacería de brujas".
Dijo la diplomática que la euro-burocracia regresaba a los tiempos de la Santa Inquisición, al cuestionar la limitación de acceso impuesta para el representante ruso Vladimir Chizhov a la Asamblea Parlamentaria de Europa.
Chizhov está obligado, según la disposición anunciada ayer por Bruselas, a solicitar un permiso de ingreso a la sede del Parlamento Europeo.
La prensa rusa asocia tales restricciones con la reciente lista elaborada por Moscú con 89 nombres de funcionarios, diputados y jerarcas de servicios europeos de inteligencia, a quienes se les prohibió el ingreso a territorio de la Federación.
Fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores advirtieron a la sazón que tal paso era una respuesta a la política de la UE y a su conducta agresiva, incluidas las sanciones en contra de Rusia que fueron extendidas.
Al secundar a Estados Unidos con las sanciones, la UE anunció en marzo de 2014 un paquete de restricciones a ciudadanos rusos, lo cual extendió en el verano a un grupo de compañías y bancos.
Un año después de los acontecimientos en Ucrania y de la reunificación de Crimea, las medidas punitivas fueron prorrogadas por el bloque de 28 miembros.
Al respecto, el primer ministro Dmitri Medvédev alertó ayer que si la UE decide endurecer el régimen de sanciones, tal paso originará una respuesta inevitable de Rusia.
Nuestros socios en la UE se reunirán en julio para discutir una serie de decisiones. Si aprueban alguna relacionada con nuevas sanciones nos veremos obligados a dar una respuesta simétrica, advirtió Medvédev.
Dijo que la estructura comunitaria era totalmente responsable por el régimen punitivo que mantiene sobre su país y del impacto negativo para el propio bloque.
A esa política contra Moscú se sumaron además Australia, Canadá, Noruega, Japón y Suiza, afectados al mismo tiempo por el embargo decretado por el gobierno ruso en agosto de 2014 contra la UE y Estados Unidos, a las importaciones de alimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario