Lo que hiciera o dejara de hacer Juan Carlos Ruiz en relación al caso
‘Púnica’ es algo que compete dilucidar al juez, pero su actuación ha
sido la correcta, una vez citado como imputado, en el ámbito del
escrutinio público y las responsabilidades políticas. Dimitió, renunció a
su aforamiento para aligerar el proceso y poder prestar declaración
cuanto antes, y expresó su inocencia en una rueda de prensa, donde se
sometió a preguntas de los informadores.
Puede que no tuviera otra
salida por los precedentes en su Consejería, la ‘doctrina Garre’ y el
actual contexto de pactos. Pero lo único cierto es que es justo lo
contrario a lo que practicaron Bascuñana, Barreiro y Cámara, que
recurrieron a todo tipo de parapetos jurídicos e institucionales para
blindarse, ralentizar la investigación y eludir la asunción de
responsabilidades políticas.
(*) Director de 'La Verdad'
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