jueves, 18 de junio de 2015

El vaso medio lleno / Ángel Montiel

Dice el presidente de la Comunidad en funciones, Alberto Garre, que “en las actuales circunstancias, la nueva etapa política constituye una dieta políticamente recomendable y parlamentariamente digerible”.

Parece que este sencillo análisis ha creado alguna perplejidad en el PP, lo que muestra que en ese partido siguen sin enterarse de lo que ha ocurrido. Tal vez por haber sido apartado del fragor electoral y del posterior proceso de pactos, Garre goza de una perspectiva que le permite enfocar la situación con el realismo que otorga la distancia. Una vez más, el presidente saliente acierta en el diagnóstico, aunque su partido aproveche poco su intuición para la lectura política.

El PP ha perdido la mayoría absoluta, pero puede gobernar. Ya lo hace en algunos importantes Ayuntamientos donde el conjunto de la oposición estaba en condiciones de relevarlo. Las circunstancias, si salva la investidura, harán difícil y complicada su acción de Gobierno. Pero es lo que hay. La sabiduría popular (en este caso, del pueblo, no del PP) ha elaborado una tesis para este tipo de ocasiones: “Si te enfadas, tienes dos problemas: uno, la causa del enfado, que persiste, y otro: tendrás que ‘desenfadarte’ para afrontar lo que te ha enfadado”.

La situación es la que es, y más le vale al PP clausurar la fase de quejas, lamentos y reproches para empezar a afrontar lo que viene con una mirada positiva. En el fondo, el castigo que ha recibido en las urnas es escaso para el merecido, a la vista de lo que le cuesta todavía rectificar y de que cuando lo hace es a empujones. Lo que Garre viene a decir es: muchachos, mirad el vaso y vedlo medio lleno, pues si lo percibís medio vacío seguiréis amontonados, instalados en una infructífera nostalgia. Pero, claro, no le harán ningún caso.

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