lunes, 22 de junio de 2015

Finaliza el 30 de junio el plazo de alegaciones al Proyecto de Plan Hidrológico del Segura 2015-2021

MURCIA.- El proyecto de revisión del Plan Hidrológico del Segura 2015-2021 (en adelante PHS21) es, en opinión de muchos ciudadanos seguidores de la cuestión, nulo de pleno Derecho en cuanto al cálculo del balance hídrico y al estado cuantitativo y cualitativo de sus acuíferos porque se aparta de la normativa oficial en España para su evaluación y de la práctica habitual empleada en el mundo en esta materia.


Fruto de estos dos errores fundamentales, a su juicio, el PHS21 crea un déficit ficticio de agua donde no lo hay; para, a su juicio,  favorecer un “clima de escasez” en la opinión pública y dificultar así, y por vía normativa, el acceso a nuevos usos del agua de la propia cuenca del Segura a ciudadanos en general y a agricultores en particular. 

Esto propicia, según ellos, el fomento de las grandes obras hidráulicas (que tanto benefician a las constructoras del IBEX-35); el negocio de las compañías privadas y multinacionales que gestionan el agua de abastecimiento municipal; y el mantenimiento del estatus económico y de poder de los grandes “magnates del agua”, parapetados ahora en el sector hortofrutícola tras la crisis del ladrillo. 

Todo ello perjudica, siempre a su juicio, enormemente la libre competencia en el sector industrial y agroalimentario y el desarrollo rural del interior de la cuenca. Es decir, este proyecto hace todo lo contrario de lo que debe hacer un Plan Hidrológico, a la luz de la Constitución y de la Ley de Aguas, que es promover las condiciones favorables para el progreso social y económico, con una distribución de la renta más equitativa; y “la satisfacción de las demandas de agua, el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las disponibilidades del recurso […]” en armonía con el medio ambiente y procurando un buen estado ecológico del dominio público hidráulico.

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