Bascuñana y Cámara debían haber dimitido hace tiempo. No por
generosidad, como dice Garre, sino por responsabilidad política. El PP
ya lo pagó caro el 24M. Ahora lo exige Ciudadanos, que va dando
certificados de limpieza democrática, aunque aún no ha firmado el Pacto
contra el Transfuguismo.
Anteayer, dos dirigentes de C’s, uno catalán, y
otro un ilicitano que estuvo en la ejecutiva del PP de Totana y pasó por
las Juventudes Socialistas de Elche, reclamaron las cabezas de
Bascuñana y Cámara para empezar a hablar. En la mesa no había dirigentes
murcianos de C’s y los del PP regional estaban como de oyentes, ya que
la última palabra la tiene Génova y La Moncloa.
Allí deben alucinar
porque, en su día, Valcárcel pidió que frenaran el cese de Bascuñana.
Ahora el PP se juega la gobernabilidad de la Región. Teme que si cede
luego le exijan más dimisiones, pero está ya metido en un callejón sin
salida.
(*) Director de 'La Verdad'
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