Sectores del mundo agrario murciano señalan crecientemente ya a Ramón Luis Valcárcel como un perjuicio indirecto para las exportaciones agrícolas de la Región a Rusia tras el viaje, por su cuenta y por libre hace dos inviernos, del ex presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia y del Comité de las Regiones de la Unión Europea a Kiev en pleno conflicto ucraniano para alinearse con los golpistas más mafiosos de la extrema derecha de aquel país.
El veto a nuestros productos ha tenido como colofón la prohibición de que el propio Valcárcel pueda viajar a aquel país y que se le relacione como cabeza del 'lobby' en Bruselas de las empresas exportadoras murcianas de frutas, verduras y hortalizas agrupadas en 'Proexport' y 'Apoexpa'.
Así que habría que evaluar en millones de euros el perjuicio causado a Murcia por la ligereza de este político, que nunca hizo pié en la Unión Europea, y que se inmiscuyó donde no debía porque nadie en Bruselas lo comandó al efecto, por lo que no calculó los efectos colaterales graves que podía causar al principal sector productivo de su tierra a la que viene representando, con más pena que gloria, en los últimos 25 años.
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Dos detectives privados enviados a Murcia desde Barcelona por la gente de Albert Rivera parece investigan desde hace días las idas y venidas del profesor titular de Historia Económica de la Universidad de Murcia, Miguel Ángel López-Morell, nuevo diputado autonómico por la lista de Ciudadanos y cuñado del ex alcalde de La Unión y actual consejero de Fomento en el Gobierno regional del PP, Francisco Bernabé, también nuevo diputado autonómico en la nueva Asamblea Regional. El susodicho profesor ha sido apartado de las negociaciones públicas de Ciudadanos con otros partidos y todo parece indicar que está un tanto descontrolado por parte de la organización del partido en Murcia, al menos aparentemente, tras las filtraciones llegadas a Cataluña y Madrid.
Mientras los observadores piensan que Albert Rivera no las tiene todas consigo respecto a López-Morell y que éste podría ser el elemento clave en la investidura de PAS (Pedro Antonio Sánchez) desoyendo, llegado el caso, la disciplina de partido y absteniéndose como mínimo en la segunda sesión de investidura, hay quien piensa, desde una posición no menos conocedora de las cosas, que el enrrocamiento del PP de no cesar a sus cargos públicos y orgánicos imputados por corruptos demuestra que no necesita atender la exigencia pública de Ciudadanos al tener asegurado, al menos, el voto a favor o la abstención del profesor universitario y cuñadisimo, sin que exista prueba de haber recibido éste promesa o dádiva a cambio, extremo que parece investigan a fondo esos dos sabuesos catalanes en busca de un presunto delito electoral que obligaría a repetir la sesión de investidura por orden de la Junta Electoral Provincial ó el TSJ, ya sin el imputado porque perdería su acta de inmediato de manera cautelar y correría la lista hacia el quinto.
Ante lo anterior hay quien se pregunta, incluso, si los cuatro diputados de Ciudadanos no están todos al cabo de la calle y la apariencia de que van a llegar a un acuerdo con los socialistas del PSRM es consecuencia de una pantomima a llevar hasta las últimas consecuencias y hasta el último minuto del proceso, ya en plena sesión de investidura en la Asamblea.
El suspense, pues, continúa y no se despejará la incógnita hasta que López-Morell dimita, si es cogido antes en fuera de juego, o apoye con su voto o su abstención a PAS, justificando que sus votantes de centro fugados del PP no verían bien el apoyo a un candidato de la izquierda en comandita con otra izquierda extrema e imberbe, caso de González Tovar y del PSRM. En el peor de los casos, López-Morell termina, sólo o acompañado, en el Grupo de No Adscritos de la Asamblea Regional y PAS sentado en el sillón que fue antes de Hernández-Ros, María Antonia Martínez, Valcárcel y Garre. Lo que venga después ya será otra historia.
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